Aprendiendo de los mejores inversores de la historia: André Kostolany

Seguimos con nuestra serie dedicada a los mayores gurús del mundo de la inversión, y hoy le toca el turno a André Kostolany, un inversor que se definía a sí mismo como especulador, aunque, como veremos, no se refería exactamente a lo que hoy se suele entender al utilizar ese término.

Quién fue

André Kostolany fue un inversor húngaro nacido en 1906 que acumuló una larguísima experiencia en el mundo de la inversión. Trabajó la mayor parte de su vida en Francia y Alemania, comenzando como agente de Bolsa en París a los dieciocho años.

Con motivo de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, se fue a vivir a Nueva York, donde estuvo nueve años dirigiendo una compañía de inversión. En 1950, regresó a Europa e invirtió en la reconstrucción de Alemania, lo que le ayudó a incrementar su patrimonio. Posteriormente, la bonanza económica de los años sesenta contribuyó a consolidar su fortuna.

En los últimos años de su vida, se dedicó a escribir y dar seminarios para difundir sus conocimientos bursátiles acumulados durante más de 70 años. Murió en París a la edad de 93 años.

Cómo invertía Kostolany

Al contrario de lo que pueda parecer, Kostolany era un inversor cuyo estilo encaja bastante bien en el value investing.  Sus comienzos en la Bolsa de París le llevaron a aprender de un veterano inversor, que le dijo una frase que no olvidaría: “Esto funciona así, todo depende de una cosa: si hay más papel que tontos o más tontos que papel”.

Value investing

A partir de ahí, Kostolany llegó a una conclusión similar a la de Benjamin Graham y su célebre Mr. Market: entendió que el mercado puede ser irracional a corto plazo, y tener cotizaciones excesivamente elevadas o demasiado bajas para algunos valores.

Y que, por tanto, es mejor no seguir las tendencias de los mercados, sino mirar a largo plazo, invirtiendo en compañías que tengan valor, pero que el mercado no se lo reconozca en ese momento.

No obstante, Kostolany no era un inversor value “ortodoxo”, al estilo de Buffett, sino que también se dejaba guiar un poco por otros aspectos, como la psicología de masas. En este sentido, está relacionado con otro de los grandes inversores, Philip Fisher, que además de la inversión en valor, utilizaba diferentes fuentes de información, incluyendo la rumorología.

El huevo de Kostolany

Kostolany también siguió la estrategia del contrarian investing, ya que no le importó ir en contra de la mayoría del mercado. Al revés, gran parte de su estrategia residía en estudiar la situación de la bolsa, determinando en qué fase se encuentra ésta, para tomar decisiones de inversión, en su mayoría contrarias al sentimiento general.

Según Kostolany, se pueden distinguir tres fases alcistas y tres fases bajistas.

  • La primera fase bajista es la de corrección, en la que comienzan a caer los beneficios y los dividendos, y los inversores comienzan a irse.
  • La segunda fase bajista es la de acompañamiento, donde cualquier noticia mala puede no ser bien recibida con el mercado, y la huida de los inversores comienza a acelerarse.
  • La tercera fase bajista es la de exageración, en la que parece que todo se va a hundir, y el pánico aflora a las Bolsas.
  • En lo que respecta a las fases alcistas, en la primera, todavía se está corrigiendo el pesimismo anterior, y hay pocos accionistas que entran en el mercado.
  • En la segunda fase alcista, los beneficios empresariales comienzan a crecer, y entra ya un mayor volumen de inversores.
  • En la tercera fase alcista, se produce la euforia bursátil, con lo cual, según él, es momento de salir.

De esta manera, se compone su famoso huevo, en el que podríamos separar tres partes: una en la que el mercado comienza a caer, y los inversores buscan justificarse (no pasa nada, soy un inversor a largo plazo), pero comienzan a sentir miedo.

Otra fase, en la que el pánico domina, y en la que muchos inversores se rinden y deshacen posiciones, aún perdiendo mucho dinero (¿cómo he podido equivocarme así?).

Y otra, en la que la situación mejora, y los inversores vuelven a comprar, hasta que el optimismo y la excitación se desatan, llegando a la euforia (¿la subida va a continuar indefinidamente? ¡Soy un genio!).

Al contrario que la mayoría, Kostolany prefiere comprar cuando todos huyen (en la parte de abajo del huevo), y vender cuando reina la excitación y la euforia (en la parte de arriba).

Libros y trabajos publicados

Kostolany publicó cientos de artículos en periódicos y revistas de inversión. Además, es el autor de 13 libros, con más de tres millones de ejemplares vendidos.

Entre los publicados en España, destacan, sobre todo, El arte de reflexionar sobre el dinero, conversaciones en un café, y, sobre todo, el superventas El Fabuloso Mundo del dinero y la Bolsa, uno de los libros imprescindibles para todos aquellos que pretendan profundizar en el mundo de la Bolsa y de la inversión en general.

Frases y citas más populares

Kostolany tiene una gran cantidad de aforismos bursátiles. A continuación, te mostramos algunas de ellas::

“No hay que pensar si las cotizaciones subirán mañana o pasado mañana, sino en todo lo que puede venir en los próximos años.”

“Comprar títulos, acciones de una empresa, tomarse unas pastillas para dormir durante 20 o 30 años y cuando uno despierta, ¡voilá! Es millonario.”

“Lo que hace que suba o baje una acción es la demanda y la oferta. Debes averiguar dónde puede haber oferta o demanda.”

“El mayor error de un especulador es cuando intuye una falta y a pesar de ello, la comete. Y esto sucede porque se deja influenciar por los otros.”

“No hay que correr nunca tras un tranvía y una acción. ¡Paciencia! La próxima llega con toda seguridad.”

“No hay que creer que los demás, cuando compran masivamente unas acciones, saben más o están mejor informados. Sus causas pueden ser tan diferentes que es prácticamente imposible sacar consecuencias de ello.”

“Lo que en la Bolsa saben todos, no me interesa.”

“Lo principal es mantenerse al margen de la opinión generalizada. La única manera de sobrevivir en el mercado es mediante un pensamiento independiente, para no estar al tanto de todos los rumores. Seguir sólo las noticias confirmadas.”

“NO tienes que comprar acciones cuando estas son recomendadas encarecidamente ya que esto indica que se quieren deshacer de ellas.”

“No confíe usted en aquellos que han encontrado ya la verdad; confíe solamente en quienes siguen buscándola”

“La especulación a la baja (ventas al descubierto) es tan solo comprensible para un bolsista inteligente. Un tonto nunca entendería que se pueda vender algo que no se posee”

“Muchos capitalistas emplean un tercio de su vida en procurarse capital, un tercio de su tiempo en conservarlo y el último tercio en la reflexión sobre a quién se lo dejarán en herencia”

“Al comprar hay que ser romántico y al vender realista (y entre tanto hay que dormir)”

“Muchos no necesitan el dinero para tenerlo, sino para enseñarlo”

“¿Cuál es el especulador perfecto? Aquel que llega a una ciudad desconocida y lo primero que pregunta es: ¿qué está prohibido aquí?”

 

Otros grandes inversores: Philip Fisher