La RAE define la intermediación como la acción y efecto de mediar entre dos personas para que se pongan de acuerdo. En el ámbito económico, los intermediarios son agentes que operan entre los fabricantes o proveedores de servicios y los consumidores finales, para que el producto llegue a éstos.
La intermediación implica, por tanto, un beneficio para todos, al facilitar que el sistema económico funcione adecuadamente: que los productos lleguen a los consumidores, y que estos puedan acceder a ellos y tiene, lógicamente, unos costes de funcionamiento que deben ser remunerados; a continuación veremos algunos ejemplos habituales de costes de intermediación.
Operaciones en bolsa
A la hora de realizar operaciones en bolsa los inversores no pueden operar directamente entre ellos, sino a través de un bróker; aunque elija directamente qué operaciones desea realizar, y las ordene desde su ordenador, móvil o tableta, está trabajando a través de un intermediario (este será supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores).
Desde el 1 de enero de 1992, las comisiones aplicadas por los intermediarios bursátiles son libres, debiendo exhibir sus tarifas públicamente para que el inversor sepa cuánto le va a costar la operación. Estas comisiones de intermediación pueden variar en función del volumen de operaciones que se realiza y del importe de las mismas.
Además de los costes de intermediación del operador bursátil, en las operaciones en bolsa hay otros, como los cánones de contratación de la propia Bolsa de Valores, los de liquidación de IBERCLEAR, los de custodia, administración o por abono de dividendos.
Algunos de los costes anteriores, como el canon por operaciones, están establecidos por la propia Bolsa de Valores, mientras que algunas comisiones dependen del operador a través del cual trabajemos.
Por ello, es importante elegir bien el operador, en función de la manera de operar en bolsa de cada uno: por ejemplo, si se va a realizar muchas operaciones o pocas, comprar fundamentalmente en la bolsa española, europea o a nivel mundial, o si se quiere construir una cartera a largo plazo o no, o si se eligen valores con una política de dividendos atractiva, etcétera.
Margen de intermediación bancario
Otro sector en el que se suele hablar de intermediación es el de la banca. El margen de intermediación bancario es la diferencia entre lo que cobra una entidad por prestar dinero y lo que cuesta captarlo, por lo que a veces también se le llama margen financiero, formando parte del core business del banco, o el negocio tradicional bancario.
Intermediación en viajes
Otro sector en el que es habitual el servicio de intermediación es el de los viajes. Las agencias de viaje, físicas y online, así como los diversos buscadores realizan el trabajo de buscar y planificar viajes, pudiendo el usuario adquirir billetes para viajar, alojamiento, seguros de viaje, desplazamientos, etcétera.
Operaciones a través de un Marketplace
Por último, podemos mencionar a los Marketplaces, que están en boga y no dejan de ser un negocio de intermediación más o menos sofisticado, en el que el intermediario puede incluso a veces funcionar como proveedor directo para el consumidor final, o simplemente servir de plataforma. En este tipo de negocio estarían Amazon, AliExpress, Airbnb, Uber, Cabify…, que se llevan una comisión por las ventas realizadas por otros a través de sus portales.