A la hora de analizar qué ocurre en los mercados financieros vemos como los diferentes analistas y medios de comunicación justifican el comportamiento de éstos a través de múltiples argumentos que en muchas ocasiones no son la razón real de la evolución de las bolsas.
Puede que en el corto plazo un evento político o geoestratégico sea la razón de un determinado movimiento; sin embargo, en el comportamiento de los mercados en el medio y largo plazo tienen una incidencia fundamental la evolución de las diversas variables económicas del país o área económica en cuestión.
En este artículo vamos a hablar brevemente de cuáles son aquellas variables macroeconómicas que tienen una mayor incidencia en la evolución de los mercados financieros, así como de qué efectos pueden verse en los mercados en función de su evolución.
El elemento que tiene una mayor incidencia en la evolución de los mercados financieros son las decisiones de política monetaria que aplican los bancos centrales con el fin de influir en variables como la inflación, los tipos de cambio o el crecimiento económico, a través de modificaciones en los tipos de interés y en la cantidad de dinero que circula en la economía.
Los bancos centrales tienen la capacidad de determinar cuánto dinero circula por la economía de dos maneras distintas. La primera de ellas, de un modo directo, mediante la creación de dinero y su inyección en la economía a través de las denominadas operaciones de mercado abierto. Otra forma, esta indirecta, es mediante la modificación del tipo de interés nominal.
Ambas decisiones tendrán incidencia en la evolución de los mercados financieros. Así, una bajada de los tipos de interés o un aumento de la masa monetaria, provocará que exista mayor dinero en circulación, y parte de él será destinado a la inversión en bolsa.
Lo contrario, una subida de tipos de interés y una reducción de la masa monetaria en circulación provocarán el efecto contrario en los mercados (menos inversión en bolsa).
Estas decisiones también influirán en el mercado de divisas, aunque de forma diferente. Una subida de tipos de interés actuará como un factor de atracción de capital debido a la mayor remuneración que se le aplicará a éste, por lo que eso supondrá una apreciación de la moneda nacional. En el caso de una expansión monetaria que inyecte más dinero en la economía, la mayor cantidad de dinero en circulación supondrá una depreciación de la moneda nacional.
Otra variable fundamental que mueve a los mercados es el conocido Producto Interior Bruto (PIB). Como ya sabrás, el PIB es el principal indicador de la salud económica de un país, y siempre que este crezca estaremos hablando de una economía que funciona y que crea empleo.
Por lo tanto, los países con incrementos continuados del PIB son países que presentan unas buenas condiciones económicas y en donde las empresas tendrán una mayor facilidad para crear negocio y por lo tanto aumentar sus beneficios. Ese incremento de los beneficios se verá reflejado en bolsa, donde la cotización de los precios de sus acciones se incrementará.
Por último, la tercera gran variable macroeconómica que tendrá una influencia importante en los mercados financieros es aquella que tiene que ver con la solvencia de un país, es decir, el déficit público y el endeudamiento.
Estas dos magnitudes tendrán una influencia directa en la capacidad de financiación de un país, y por lo tanto su evolución positiva o negativa tendrá efectos sobre el mercado de renta fija.
Así, un excesivo déficit público supondrá un gran desfase entre los ingresos y los gastos de la administración, lo que llevará al país a tener que financiar ese déficit en los mercados a través de la emisión de deuda pública. Si el déficit no se reduce y el endeudamiento persiste, los agentes del mercado comenzarán a dudar de la capacidad del gobierno para poner las cuentas en orden, lo que implicará que cada vez se exijan unos intereses mayores para refinanciar la deuda.
Además de estas, hay una serie de indicadores que mira de cerca el mercado, ya que tienen una indidencia importante el los anteriormente citados. Es el caso de la tasa de paro, la producción industrial, las ventas minoristas y diversas encuestas de confianza como los PMI, o las encuestas IFO y ZEW