Steepening o flattening, ¿cómo interpretar los cambios de pendiente en la curva de tipos?

La rentabilidad de una inversión debe considerarse en función del riesgo que supone, es decir, se debe tener en cuenta el binomio riesgo-rentabilidad; porque todo inversor comprende que si no existiera riesgo —aunque sea mínimo— no habría rentabilidad. En el siguiente post explicamos los conceptos de Steepening o flattening.

La renta fija no es una inversión libre de riesgo

Esto también es cierto para la renta fija. Aunque en ocasiones se vea como una «inversión libre de riesgo», no es así, ya que existen al menos dos factores que podrían llegar a ocasionar pérdidas al inversor:

  • El riesgo de que el emisor entre en default y no cumpla con sus obligaciones.
  • La posibilidad de que el precio del bono varíe debido a los movimientos del tipo de interés.

Esto puede ser particularmente cierto en periodos de elevada incertidumbre, como las que se han vivido en el siglo XXI, primero con la crisis financiera que originó la Gran Recesión, y posteriormente con el impacto ocasionado por la pandemia del COVID-19, que han provocado la actuación sin precedentes de las autoridades monetarias de los distintos países.

Steepening

Cuál es el funcionamiento normal de una curva de tipos de interés

Lo normal es que la pendiente de una curva de tipos de interés sea positiva, es decir, que cuanto mayor sea el plazo, mayor sea el tipo de interés percibido por el inversor. Es así porque se espera más tiempo, es un período de exposición al riesgo más largo.

Steepening y flattening

Estos dos términos hacen referencia a dos movimientos opuestos de la curva de tipos:

  • Steepening o «empinamiento», cuando la pendiente de la curva se hace más pronunciada.
  • Flattening o «aplanamiento», la situación en la que la curva se aplana, es decir, los tipos a los distintos plazos se están igualando.
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Fuente: Investing.com y elaboración propia

Qué otras situaciones pueden haber

Cuando la curva de tipos se aplana, quiere decir que el tipo de interés es más o menos el mismo en diferentes intervalos temporales; por ejemplo, que el rendimiento de las letras o bonos a uno o dos año,s es muy similar al de los bonos a 10 años.

Este aplanamiento de la curva también se suele medir por el diferencial o spread entre el bono a 10 años y el bono a 2 años. Cuando la diferencia entre ambos tipos es muy reducida, la curva se aplana, una situación que se vivió entre los años 2018 y 2019.

Curva de tipos invertida

En este período llegó incluso a producirse una situación todavía menos habitual, la inversión de la curva, llegando a estar el tipo de interés a dos años por encima del tipo a diez años. Esta situación suele producirse cuando el mercado anticipa próximas rebajas de los tipos de interés de los bancos centrales. Fue una situación paralela a otra anomalía de la misma época, la de que los bancos centrales presten dinero con un tipo de interés negativo.

¿Qué consecuencias puede tener el aplanamiento o la inversión de la curva?

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Esta anómala situación en la que los tipos a corto y a largo se llegaron a igualar vino como consecuencia de la ingente cantidad de dinero inyectada. Puede ser un síntoma indicativo de que los inversores muestran mayores reticencias sobre el futuro de la senda económica. Algunos analistas sitúan este escenario en la antesala de una desaceleración o una crisis.

De hecho, según un estudio de la Reserva Federal de San Francisco, en los últimos 60 años, el fenómeno de la inversión de tipos se había producido en nueve ocasiones y en ocho de ellas, fue la antesala de una recesión.

No obstante, las autoridades monetarias cuentan hoy en día con más información y actúan con distintas herramientas a las que se utilizaban hace décadas, por lo que esto no tiene que entenderse como un proceso que se vaya a cumplir inexorablemente.