cédulas hipotecarias

¿Qué son las cédulas hipotecarias?

Las cédulas hipotecarias están dentro de las alternativas que puede manejar un inversor, con un plazo medio de uno a tres años. Son títulos emitidos por una entidad financiera, en los que se reconoce la deuda que tiene con el inversor, y se le paga un interés o rentabilidad fija durante el período establecido. Estos títulos tienen como garantía el conjunto, o parte, de los préstamos hipotecarios que tiene la entidad.

Cómo funcionan

Las cédulas hipotecarias se emiten por parte de la entidad para financiar parte de sus actividades mediante una Escritura Pública, en la que se detallan las condiciones. El plazo de amortización suele estar entre uno y tres años, aunque es habitual que se pueda vender por anticipado, es decir, que el propio banco pueda recomprarlas si el inversor así lo solicita. También puede suceder que la entidad se reserve la posibilidad de amortizar anticipadamente, durante su período de vigencia, parte o la totalidad de la emisión.

Sin tener en cuenta las diferencias legales y de garantías que tienen, funcionarían como un producto intermedio entre un depósito a tipo fijo, del que se percibe un tipo de interés y tiene un plazo corto-medio, y un bono, que se puede vender en el mercado antes de su vencimiento (aunque sin la liquidez que proporcionan otros instrumentos, como por ejemplo, las repos de deuda).

Qué garantías tienen

Puede haber dos tipos de garantía:

  • Global, si los títulos están garantizados por la totalidad de la cartera hipotecaria de la entidad; sería la más fuerte.
  • Especial: la garantía estaría compuesta por una parte específica de la cartera de préstamos hipotecarios. Habría que ver su composición y la calidad crediticia de los títulos implicados.

La garantía de las cédulas hipotecarias supone un derecho preferente de los poseedores de cédulas sobre la cartera hipotecaria de la entidad, frente al resto de acreedores. Es decir, que en caso de que la entidad tuviera problemas, tendrían preferencia en el cobro con relación a estos activos.

Además, la ley establece ciertas limitaciones a la emisión de cédulas hipotecarias, como una mayor precaución, de manera la entidad no puede emitir cédulas que representen más del 80% del total de capitales no amortizados de todos los préstamos y créditos hipotecarios de su cartera.