El año 2018 pasó a la historia por el resurgir del movimiento feminista en el mundo. Tras los casos de acoso y abusos que salieron a la luz en la meca del cine. En Hollywood surgió el fenómeno ‘Me Too’, una iniciativa para denunciar estos delitos.
Todo ello fomentó un nuevo empoderamiento femenino y que la sociedad revisase sus prácticas y formas de proceder respecto a la mujer. También, en el ámbito empresarial, donde el término ‘techo de cristal’ se hace evidente en la composición de los consejos de administración de la mayoría de grandes empresas.
En los últimos tiempos, se ha apostado por dar visibilidad a la figura femenina y a su situación a la hora de emprender casi cualquier proyecto. Por supuesto, también en el ámbito empresarial.
Muchas mujeres admiten que han tenido que abandonar sus sueños profesionales por no tener la capacidad de llevarlos a cabo ni económicamente, ni personalmente, ya que casi siempre recaen en ellas las responsabilidades domésticas. No obstante, cada vez más se lanzan al mundo empresarial, poniendo en marcha proyectos innovadores, disruptivos y sólidos desde el punto de vista económico. Si bien, aunque muchos no lo sepan, otras antes ya se atrevieron a poner en pie un negocio que ha sido determinante para el mundo en general, y para el económico, en particular.
Ellas fueron las pioneras que abrieron camino para que, años después, otras tomaran el relevo y demostraran al mundo que las mujeres son igual de capaces que los hombres de dar un vuelco a la sociedad.
Emprendedoras que pasaron a la historia
Empezamos este homenaje a la mujer empresaria que desarrolló su carrera en el ámbito científico y cuya investigación cambió el mundo. Se trata de Marie Curie, ganadora de dos Premios Nobel, toda una institución en el ámbito de la ciencia por descubrir el radio y el polonio ambos, elementos imprescindibles para la radiología y el avance de la medicina. Compartió su primer premio Nobel de Física en 1903 junto con su esposo, Pierre Curie, quien durante un tiempo se llevó toda la gloria en solitario, y el físico Henri Becquerel. Años más tarde, en 1911, ganó el Nobel de Química en solitario. Marie Curie ha sido reconocida como una de las figuras más importantes en la historia de la ciencia
En el ámbito económico y relacionado con el mundo de la moda, hay que mencionar a una de las primeras emprendedoras más famosas: Coco Chanel. La francesa, de nombre Gabrielle, se atrevió a abrir su propia tienda en la primera década del siglo XX y pronto sus osados diseños para la época -como los trajes de pantalón para la mujer- dieron la vuelta al mundo y se popularizaron hasta tal punto que convirtieron la figura de su creadora en la más importante del mundo de la moda de toda la historia. De hecho, fue la única diseñadora -tanto femenina como masculina- que formó parte de la lista de 100 personas más influyentes del siglo XX de la revista ‘Time’. Además, su negocio sigue siendo hoy uno de los mayores imperios de moda en el mundo, con un beneficio anual de más de 8.000 millones de euros.
Otra mujer que forjó un imperio el siglo pasado, en este caso relacionado con la belleza, fue Estée Lauder. La estadounidense empezó su carrera ayudando a su tío, que tenía un laboratorio químico de belleza, el doctor John Schotz, fue quien le enseñó las bases para construir sus propias fórmulas, que empezó a vender bajo la enseña New Way Laboratories. En 1946, junto a su marido, Joseph Lauder, creó la firma que lleva su nombre, reconocida por su efectividad en el cuidado de la piel y la ralentización del envejecimiento. A día de hoy, Estée Lauder factura más de 11.000 millones anuales (datos de 2017) bajo su propia marca y otras muy reputadas como Clinique o MAC Cosmetics, convierten a la compañía en uno de los mayores imperios cosméticos del mundo. La labor de Lauder ha sido ampliamente reconocida, con distinciones como la de Caballero de Legión de Honor de Francia, que recibió en 1978, siendo la primera mujer en lograrlo.
Una mujer menos renombrada pero con una carrera impresionante a sus espaldas es Ruth Handler, culpable de que la muñeca Barbie sea una institución planetaria. La cofundadora de la firma juguetera Mattel empezó en 1945 comercializando juguetes a mano con su socio Harold Mattson. Hoy es el gigante juguetero que tiene en su haber los principales muñecos con los que han crecido casi todos los niños del mundo. Entre ellos, la famosa Barbie, que debe su nombre a su hija Bárbara y que importó a Estados Unidos desde Europa a imagen de una muñeca llamada Lili, de procedencia francesa. Ruth se encargó de crear el personaje de Barbie y de toda su brillante labor de marketing.
Nuevas emprendedoras
Centrándonos en los últimos años, existen numerosos ejemplos de emprendedoras que han logrado, sin ayuda en la mayoría de las ocasiones, poner en marcha negocios exitosos. Una de las más reconocidas es la televisiva Oprah Winfrey, con un duro pasado a sus espaldas. Nació en una familia pobre en Mississippi y ha reconocido que de pequeña fue víctima de abusos sexuales y violaciones. Supo sobreponerse a todo ello y ha llegado a ser nombrada la mujer más poderosa del mundo por la revista Forbes en varias ediciones de la pasada década. Oprah empezó en el cine y en los 80 fue nominada a los Oscar por su papel en ‘El color púrpura’. Poco después empezó a presentar su programa de entrevistas, que le dio visibilidad mundial y los ingresos suficientes para poder fundar su propia productora, Harpo, con la que crea tanto películas como series, programas, revistas o libros. Su voz, además, ha sido clave en la defensa de los derechos de los afroamericanos y de las mujeres, siendo uno de los rostros clave del movimiento ‘Me Too’. Se estima que tiene una fortuna de unos 3.000 millones de dólares.
En España también tenemos ejemplos de que cómo las mujeres son capaces de sacar adelante carreras brillantes y negocios prósperos a pesar de los obstáculos de partida. Por ejemplo, Dolores Dancausa, la consejera delegada de Bankinter, que fue la primera mujer en alcanzar la cima de las aseguradoras españolas al tomar las riendas de Línea Directa.
Dancausa ha sido reconocida por su labor en el sector financiero durante toda su carrera, con distinciones como la de 2010, a la mejor directiva del año, y, sobre todo, la de 2013 por parte de la revista Forbes. La prestigiosa publicación financiera la nombró la mejor consejera delegada del Ibex 35, hito que se repitió en 2015 al ser la única mujer en la lista de Forbes de los mejores CEO del mundo.
En este mismo terreno se mueve Lupina Iturriaga, quien ha dado un vuelco a la industria financiera con su empresa FinTech. La joven, licenciada en ADE por Cunef, trabajó en banca internacional en sus primeros años de carrera, donde adquirió la experiencia suficiente para lanzar su propio negocio ante las limitaciones que vio en la banca tradicional. En 2012 fundó Fintonic, la aplicación de finanzas personales más descargada en nuestro país y América Latina. Una app que ha revolucionado las finanzas domésticas y ha empujado al sector a apostar por la digitalización.
La ingeniera Carlota Pi también ha dado un vuelco a otro sector empresarial tradicional, el de la energía. Es la fundadora de Hola Luz, una startup que quiere cambiar la relación con los consumidores a partir de una factura de la luz transparente, en la que se explican todos los gastos y a qué se destina cada euro. Además, apuesta por proveer sólo de energía procedente de fuentes renovables y por cobrar sólo por lo que se gasta. Cerca de 150.000 españoles ya se han pasado a esta compañía.