Cuando se trata de auditar las tendencias de los mercados financieros, uno de los indicadores que se utiliza habitualmente es el de la volatilidad. Y aunque a menudo pensamos en la volatilidad solo como una medida de la variabilidad de los precios de las acciones o las materias primas, también puede decirnos mucho sobre la salud general de un mercado.El índice VIX es uno de los indicadores más conocidos para medir la volatilidad en el ámbito de la inversión. El indicador MOVE, centrado en el mercado de bonos, es también muy seguido por las grandes gestoras y puede proporcionar interesantes pistas acerca de cómo va a desenvolverse el mercado.
¿Qué significa MOVE?
MOVE es el acrónimo de Merrill Lynch Option Volatility Estimate, un índice creado en 1994 por esta compañía de inversión y más concretamente por el conocido gestor Harley S. Bassman, por entonces responsable de la división de opciones OTC (over the counter) sobre bonos.A menudo, el MOVE es conocido como «el VIX de los bonos», por su capacidad análoga para detectar señales de cambios de tendencia en los mercados, observando la volatilidad.
¿Cómo utilizar el índice MOVE?
El índice MOVE se calcula a partir de la volatilidad de todas las opciones OTC cotizadas sobre los bonos del tesoro norteamericanos, con diversos vencimientos (a 2, 5, 10 y 30 años).
Las variaciones en el MOVE nos vienen a indicar cuál es la desviación potencial que se espera en los tipos de interés de dichos bonos en los mercados OTC respecto a la cotización actual.
Al igual que otros indicadores técnicos, el MOVE suele oscilar en un intervalo alrededor de los 100 puntos básicos. Cuanto más bajo sea su valor, menos volatilidad indica, mientras que valores elevados señalan la posibilidad de que haya movimientos bruscos en el mercado.
Un valor de 100 puntos nos señala una probabilidad de un 68% (una media más una desviación típica) de que los tipos de interés dentro de un año se sitúen entre un punto por debajo y un punto por encima de su valor actual.En los últimos cinco años, el indicador MOVE se ha situado habitualmente por debajo de 80, lo que quería decir que el mercado esperaba que los tipos se mantuvieran bajos durante largo tiempo. Sin embargo, la tendencia ha empezado a cambiar desde septiembre de 2021, llegando a superar los 130 puntos en junio, una indicación de que el mercado de bonos «está nervioso» y que podría haber cambios sustanciales en el futuro. De hecho, esto ya se está viviendo con las subidas de tipos de la FED para controlar la inflación en Estados Unidos.
¿Cómo funciona el mercado de bonos?
Los mercados de bonos funcionan de manera similar a la bolsa; es posible adquirir bonos a diferentes vencimientos, emitidos por los gobiernos o por corporaciones privadas, y transcurrido el período estipulado, se recibe un rendimiento (por ello, también son conocidos como renta fija).
Los mercados de bonos se suelen ver como un indicador adelantado del mercado bursátil: la evolución del precio de los bonos es inversa a su tipo de interés. Es decir, si sube el precio de los bonos, baja el tipo de interés; y los tipos de interés bajos suelen relacionarse con una mayor inversión en las bolsas, y por lo tanto, con la subida de éstas.Recordemos que los OTC son mercados extrabursátiles, en los que se negocian diversos instrumentos financieros entre dos partes (por ejemplo, entre dos bancos de inversión) en elevados volúmenes, por lo que las cotizaciones que se deriven de estos mercados pueden dar una indicación clara de qué esperan los «grandes jugadores» en el futuro.