Icono del sitio El blog de SelfBank by Singular Bank

Los más grandes de la banca de inversión

banca de inversión

El 9 de septiembre fue el aniversario del nacimiento de Salomon Mayer Rothschild, integrante de una de las dinastías más poderosas en el mundo financiero en general, y de la banca de inversión en particular. Aprovechamos la efeméride para profundizar en los más grandes de la banca de inversión.

¿Qué es la banca de inversión?

La banca de inversión, o banca de negocios, es el segmento del negocio bancario más desconocido para el público en general.

Mientras la banca minorista o tradicional está orientada a pequeños ahorradores e inversores y a necesidades de financiación relativamente reducidas, la banca de inversión se centra en grandes empresas e instituciones, o incluso en sectores, o países enteros.

No solo se ocupa de financiar e invertir, sino que centra gran parte de sus actividades en asesorar y organizar grandes operaciones de financiación a través de emisiones de valores, fusiones, opas, gestión de riesgos y tesorería, auditorías financieras, estrategias corporativas, etc.

Éstos son los gigantes de las finanzas

La caída de la entidad de banca de inversión fundada a mediados del siglo XIX, Lehman Brothers, precipitó la más importante crisis financiera de los últimos 100 años, y quizás por eso, la fama del sector no es la óptima.

Sin embargo, también conviene recordar que la banca de inversión ha tenido, y tiene, una gran importancia en el desarrollo del sistema capitalista, permitiendo la realización de operaciones y transformaciones económicas que de otra manera no serían financiadas.

A causa de las enormes cifras que mueven, estos conglomerados son grandes multinacionales, que trabajan habitualmente en todo el mundo, aunque centren una parte importante de su actividad en los países o áreas geográficas donde surgieron (muchos de ellos, en Europa y Estados Unidos).

Además de los Rothschild, hay diversas entidades dedicadas —en todo o en parte— a estas grandes operaciones, como por ejemplo, las norteamericanas JP Morgan Chase, Morgan Stanley,  Goldman Sachs y Bank of America (que, a su vez, adquirió uno de los clásicos, Merrill Lynch, aprovechando la Gran Recesión), y otras, como Credit Suisse, UBS, Deutsche Bank, Nomura o Société Générale.

A continuación, la historia y curiosidades de cuatro grandes bancos de inversión:

Rothschild

La historia de la familia Rothschild parte del siglo XVIII, aunque comenzó a destacar a partir del XIX. En 1743, el alemán Amschel Moses Bauer, que trabajaba como orfebre, abrió una tienda de monedas, con un cartel con un águila sobre un escudo rojo. La tienda empezó a conocerse como “la del escudo rojo” (rothschild, en alemán), y poco a poco la familia sería conocida con ese nombre.

Su hijo, Mayer Amschel Rothschild (ya con el apellido que hizo famosa a la familia) fue representante del príncipe de Hesse-Kassel, Guillermo I, lo que le facilitó contactar con diversos gobiernos y reyes a lo largo y ancho de toda Europa.

Uno de sus hijos, Nathan, se trasladó a Inglaterra, donde comenzó a ejercer como banquero. Y en 1814, él y sus hermanos recibieron el encargo de financiar al gobierno inglés en la guerra contra Napoleón.

Algunos de los hermanos de Nathan copiaron el modelo bancario de éste; así, Jakob se estableció en París, Salomon —con el que comenzábamos este artículo— en Viena, Carl en Nápoles, y el hermano mayor Amschel, en Frankfurt. De esta manera, a mediados del siglo XIX, los Rothschild eran el paradigma de la banca internacional.

Su mayor negocio era la financiación de gobiernos mediante las emisiones de bonos, pero pronto ampliaron los sectores en los que trabajaban, como la financiación de las redes de ferrocarril y grandes obras de la época (las Torres Mentmore británicas o el castillo de Ferrières, en Francia) o las piedras y metales preciosos, con la participación en diversas compañías de exploración minera.

Otro Rothschild, Lionel Walter, participó en la operación que permitió al gobierno inglés hacerse con una importante participación en la obra de ingeniería más importante de la época, el Canal de Suez.

Tras la I Guerra Mundial, fueron surgiendo diversos entes financieros internacionales, y los Rothschild reorientaron gran parte de su negocio hacia la financiación de grandes proyectos industriales y empresariales, y de las privatizaciones.

JP Morgan Chase

La norteamericana JP Morgan Chase es una de las instituciones financieras más longevas del mundo, ya que nació en 1799, a partir de la fusión de JP Morgan y la Chase Manhattan Corporation.

Con un volumen de activos gestionados por encima de 2 billones de dólares (superior al PIB español) y un valor en bolsa que ronda los 350.000 millones de dólares, es la primera institución bancaria de Estados Unidos.

En el caso de JP Morgan, la compañía también creció al calor del desarrollo de la industria y del ferrocarril en el siglo XIX. John Pierpont Morgan (J.P. Morgan) participó en fusiones muy importantes, como la que dio lugar a la creación de General Electric, y financió la Federal Steel Company (Compañía Federal del Acero), que luego daría lugar a la U.S. Steel Company.

También intervino en la creación de un importante trust naviero, que pretendía monopolizar el comercio marítimo y el transporte de pasajeros a nivel mundial, la International Mercantile Marine Company (IMM). Sin embargo, el hundimiento en 1912 de uno de sus buques insignia, el Titanic, agudizó algunos problemas que tenía la compañía marítima, que quebró como consecuencia de la Gran Depresión, y fue posteriormente absorbida por otras.

Morgan Stanley

Otro de los grandes de la banca de inversión, nacido en este caso en 1935, tras la Gran Depresión, debido a los cambios legislativos surgidos a raíz de ésta, que obligaron a la separación de la banca comercial y la banca de inversión en Estados Unidos.

Muchos se preguntan si es casualidad que comparta parte del nombre con JP Morgan o tienen alguna relación, y la respuesta está precisamente en este cambio legislativo.

Con la obligatoria escisión de ambos tipos de banca, algunos empleados de JP Morgan, entre ellos, Henry S. Morgan (nieto de John Pierpont Morgan), y Harold Stanley, que darían nombre a la firma, crearon esta empresa, que rápidamente se convertiría en una de las grandes de la banca de inversión.

La entidad tuvo una fuerte expansión en los años ochenta y noventa, abriendo diversas sucursales a lo largo de los cinco continentes. La Gran Recesión, con su punto culminante, en el apartado financiero, entre los años 2007-2009, hizo tambalearse a este gigante, por lo que la Reserva Federal estadounidense restringió su actividad a la banca comercial.

Goldman Sachs 

Una de las entidades más conocidas, en parte, por colocar a muchos de sus directivos en puestos clave de importantes organismos, como Henry Paulson y Fischer Black, secretarios del Tesoro estadounidense (el segundo fue premio Nobel de Economía), Mario Monti y Romano Prodi, primeros ministros en Italia, (el segundo, también presidente de la Comisión Europea), o el presidente del BCE, Mario Draghi.

Goldman Sachs fue fundada en 1869 por Marcus Goldman. Pionera en la emisión de letras de cambio no garantizadas, a finales del siglo XIX fue invitada a unirse a la Bolsa de Nueva York. En esa época, ingresó en la compañía el yerno de Goldman, Samuel Sachs, pasando a su denominación actual.

Con un volumen de activos gestionados cercano al billón de dólares, la empresa trabaja como asesor financiero de grandes grupos e incluso gobiernos de todo el mundo.

Con la crisis financiera, al igual que Morgan Stanley, atravesó serios problemas, por lo que recibió la autorización de la Reserva Federal para poder operar como banco comercial (y así, además, poder acceder a las ayudas). El gurú de las finanzas Warren Buffett también aprovechó la oportunidad de la debilidad de Goldman, e invirtió 5.000 millones de dólares en la compañía.

Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.

Self Bank no acepta ningún tipo de responsabilidades por pérdidas, directas o indirectas, como consecuencia de este informe. Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Self Bank.

Salir de la versión móvil