La FED sube los tipos de interés: ¿y eso en qué me afecta a mi?

En el terreno económico-financiero, el año pasado terminó con emociones fuertes. La Reserva Federal (Fed) estadounidense anunció una subida de los tipos de interés a mediados de diciembre que los dejó en una horquilla de entre el 1,25% y el 1,50%. Esa fue la última decisión importante de Janet Yellen como presidenta de la institución, en los que fue su quinta subida de tipos desde que se puso al frente del banco central americano. Desde el día 3 de febrero ha asumido sus funciones  Jerome Powell, del que se espera que mantenga una línea continuista.

De este modo, la Fed cerró el año endureciendo un poco más su política monetaria, algo que viene haciendo desde diciembre de 2015, una vez que los nubarrones de la crisis estuvieron totalmente disipados. Con un mercado laboral fuerte (la tasa desempleo está en el 3,8% y una inflación del 2,8%, parece lógico que esté normalizando la política monetaria. En sus previsiones de final de año, la institución indicó que espera mejoras en la economía estadounidense en 2018, lo que puede dar lugar hasta a cuatro nuevas subidas de tipos a lo largo de este año.

El miércoles 13 de junio, la FED volvió a subir tipos , un movimiento que deja las tasas entre el 1,75 y el 2%, tratándose así del segundo incremento del año y se anticipó hasta dos incrementos más antes de que finalice el ejercicio. La decisión de la FED fue tomada de manera unánimoe por los miembros del organismo presidido por Jerome Powell.

Ahora bien, a pesar de que la distancia entre Madrid y la sede de Reserva Federal (Washington D.C.) es de más de 6.000 kilómetros, que ningún español se piense que la política monetaria americana no les afecta. Todas las decisiones económicas que se toman en Estados Unidos tienen su repercusión en el resto del mundo, como pudimos comprobar con la crisis que comenzó precisamente allí. Por ello, esta nueva subida de tipos va a tener consecuencias tanto en la economía española como en la doméstica, en la de las familias. Vamos a ver cómo.

El dinero es más caro

En resumidas cuentas, una subida de tipos supone un encarecimiento del dinero. Tanto para particulares como para empresas, los créditos se encarecen cuando se suben los tipos de interés, y a la inversa cuando bajan -por eso en Europa están tan bajos, para que la gente pueda acceder al crédito-.

Por lo tanto, esta medida tiene un impacto directo en las hipotecas, que es el tipo de préstamo que más solicitan los ciudadanos. Igualmente, provoca una ralentización del consumo, sobre todo el ligado a intereses, pues estos son más altos. Aunque en España, de momento, la tónica es justamente la contraria, si la recuperación económica en Europa continúa, es posible que en poco tiempo los tipos comiencen a subir también aquí, de modo que estas serían las principales consecuencias.

Por su parte, el petróleo también podría encarecerse, ya que cotiza en dólares, al igual que otras materias primas. Por ello, esto puede repercutir en el precio del combustible a nivel mundial.

Noticias agridulces para los inversores en activos de EEUU

No obstante, también podría haber buenas noticias a este lado del charco ante las subidas de tipos de la Fed. Aunque hay algunos factores que están empujando al euro a subir frente al dólar, los libros de macroeconomía nos dicen que una subida de tipos va acompañada de una revalorización de la divisa. Esto es así porque si suben los tipos de interés oficiales también debería hacerlo la rentabilidad que ofrecen los activos de renta fija como los bonos del tesoro americano. Con un bono a diez años que en EE.UU. me ofrece en estos momentos casi un 3%, muchos inversores internacionales comprarán dólares para poder acceder a estos activos.

El problema de que suba la rentabilidad de los bonos es que tras 9 años de subidas en bolsa, muchos accionistas de empresas americanas optarán por irse de la renta variable atraídos por el mejor binomio rentabilidad-riesgo de la renta fija. Esto es algo que hemos podido comprobar con el crash bursátil que ha sufrido Wall Street en febrero de este año.

Se espera que con el nuevo presidente de la Fed la política de subida de tipos continúe, aunque es posible que esta se vaya ajustando en función de las repercusiones que pueda tener la aprobación de la reforma fiscal. Además, el nuevo presidente es una figura próxima a Trump (Yellen siempre ha estado asociada al ala demócrata) por lo que algún cambio se avecina en el horizonte.