Los villancicos ya suenan por todas partes; no hay tienda, comercio, oficina u hogar sin el respectivo árbol, las bolas relucientes y el espumillón recubriendo cualquier rincón; los turrones y demás dulces típicos ocupan cada vez más lugar en los supermercados… Sí, es Navidad. Parece que cada año llega antes, porque así es, al menos para las tiendas, y ya ‘no hay escapatoria hasta después de Reyes’.
En pocos días España -y el mundo entero- celebrará la Navidad de 2019 con un cambio de década por delante, nuevos propósitos y numerosos acontecimientos a la vista. En este mes de diciembre, la agenda se llena de eventos, celebraciones y reencuentros. Además, toca escribir la carta a Papá Noel y a los Reyes Magos, porque ahora ya se les escribe a los dos. Y todo ello, con nuevos ‘outfits’ elegantes, brillantes y muy navideños.
¿Qué significa todo esto para nuestro bolsillo? Pues que estamos ante la mayor época de gasto del año, lo que deja muchas cuentas bancarias tiritando bajo cero. Otros son previsores y pasan el último trimestre guardando como hormiguitas para no llegar con lo justo a diciembre, mientras que la mayoría usa la paga de Navidad -quien la recibe- en estos menesteres.
Evidentemente, no podemos escapar al gasto navideño, a no ser que nos escondamos en una cueva, por lo que toca aflojar la cartera de nuevo. Pero hay muchas formas de afrontar los gastos de Navidad, y para este año podemos empezar a hacerlo de la mejor forma: con cabeza.
No hay que volverse locos ni gastar todos los euros que tenemos -y los que no tenemos- para afrontar los gastos navideños. Por suerte, cada vez está peor visto el derroche en estas fechas y las familias intentan llevarlas de una forma más natural, sin el dispendio de épocas anteriores. Ahora, la originalidad, la artesanía y lo casero toman protagonismo y sirven de gran ayuda a nuestras finanzas para superar en buena forma la Navidad. Para ello, hay una serie de trucos que pueden venir muy bien.
Sobrevive a la Navidad sin arruinarte y disfrutando
Como decíamos, escapar a la Navidad es imposible, o casi, por ello, lo importante es afrontarla de forma consciente y sin gastar lo que no se tiene o no se puede: empezar enero con la economía maltrecha no es la mejor forma de iniciar un nuevo año.
Así, vamos a repasar en qué podemos mejorar y qué podemos hacer para que eso no ocurra:
Presupuesto: para tener claro qué gastos vamos a afrontar y de cuánto disponemos. Nos permitirá ajustarnos a nuestro dinero disponible y no ir a ciegas, con las consecuencias que conlleva. En el presupuesto hay que primar los gastos obligatorios de los accesorios. Todo lo que se pueda ahorrar, hay que hacerlo. Y, a poder ser, intentar no gastar todo lo que se ingrese, dejando algo para el ahorro, aunque en estas semanas navideñas sea una cantidad simbólica. Nos hará sentirnos mejor y, de hecho, nuestra economía personal estará mejor.
Recicla: todo lo que puedas usar de años anteriores, utilizalo. No hace falta renovar el vestuario por completo con nuevos vestidos y trajes de fiesta si se tiene en el armario otros de años anteriores nuevos. Tampoco es imprescindible comprar nueva decoración navideña si guardamos la de otras veces, aunque la de este año sea más moderna y espectacular. Si en estos ámbitos intentamos no gastar, o hacerlo el mínimo posible, estaremos dando un gran paso.
Tira de imaginación: casi todos tenemos que hacer varios regalos y al final, entre los de los Reyes, Papá Noel y los ‘amigos invisibles’ en el trabajo, en clase o con la pandilla, se nos va mucho dinero en ello. Es bueno intentar reducir los regalos a uno por persona y fijar una cantidad de dinero para cada uno. Además, no a todo el mundo hay que hacerle un ‘regalazo’. Deja las cantidades más elevadas a la familia y la pareja. Y para los amigos, busca detalles a mano que, a buen seguro, les hará más ilusión que una bufanda nueva o un perfume.
Cuidado con la compra en el supermercado: otro de los ámbitos en los que más dinero gastamos en Navidad es en comida. Con tantas celebraciones tenemos que llenar bien la nevera para las cenas y comidas familiares, en las que no puede faltar de nada. Y el problema pasa a ser el contrario: sobra demasiado. Las cantidades de comida que se malgastan en estos días son enormes, y no es solo malo económicamente, también socialmente y para el entorno.
De cara a esta próxima Navidad, intenta ajustarte al máximo a lo que de verdad se va a gastar y no compres tanto “por si acaso”. Si conoces bien a tu familia sabes lo que realmente va a necesitar, así que no tires el dinero en comida que luego tiras a la basura. Además, mira las ofertas bien antes de ir al super porque en estos días los precios se inflan.
No intentes acaparar todo: en estos días la agenda se llena y surgen mil planes y celebraciones que nos traen de cabeza, no solo para intentar cuadrar todo, sino porque supone un importante gasto. Si no puedes acudir a todo, no lo hagas. Es más importante ir con holgura a los eventos imprescindibles y poder disponer del dinero suficiente que ir ahogados no solo de tiempo; también de dinero. El año es muy largo y hay muchas ocasiones de ver a todas las personas, no intentes centrar todo en la Navidad porque la vida sigue en enero…y el gasto también.
Educa a los más pequeños: los que más disfrutan la Navidad siempre son ellos, que se ilusionan con todo, sobre todo con los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos. Es importante que desde muy pequeños no tomen las fiestas como una época de dispendio y derroche en la que tienen todo lo que piden; intenta que tengan un número limitado de regalos y que sean conscientes de ello.