El padre del value investing Benjamin Graham dedicó gran parte de su esfuerzo a intentar simplificar el proceso de inversión. Consciente de la imposibilidad de conocer de primera mano todas las empresas de las que se pueden comprar acciones para invertir, adoptó un enfoque cuantitativo para poder filtrar rápidamente entre todas las empresas y encontrar las que estaban más baratas.
Desde entonces, y siguiendo esta tradición, algunos inversores value han desarrollado sus propios screeners y métodos cuantitativos para intentar batir al mercado con sus inversiones.
Uno de los más conocidos de las últimas décadas es la Fórmula Mágica de Joel Greenblatt.
¿Quién es Joel Greenblatt?
Joel Greenblatt es un gestor de fondos y profesor en la Columbia University Graduate School of Business de Nueva York. Empezó su carrera como gestor en 1985 creando su propio hedge fund Gotham Capital. De 1985 a 2006 obtuvo una rentabilidad anualizada del 40%.
En 2006 publicó su libro The Little Book That Beats the Market, traducido al español como El pequeño libro que bate al mercado. En este libro Greenblatt presenta una “fórmula mágica” que según su criterio debería batir al mercado en la mayoría de periodos largos de tiempo.
¿Cómo funciona la fórmula mágica?
El procedimiento de invertir con la fórmula mágica consiste en seleccionar una cartera de entre 20 y 30 acciones que cumplen unos requisitos y que según Greenblatt deberían batir al mercado a largo plazo.
Para ello se ordenan todas las empresas del mercado según dos criterios:
El primer criterio de clasificación es lo que Greenblatt denomina earnings yield, e intenta determinar si la empresa tiene un negocio rentable, es decir, si el negocio de la empresa produce beneficios. Para ello observa los márgenes de beneficios que produce la empresa y los relaciona con el precio de la compañía. Aquí el razonamiento es simple: si compro una empresa por 100€ y ésta produce beneficios anuales de 10€, la empresa es más rentable que otra que compre por 100€ y produzca 5€ de beneficios anuales.
Los parámetros que utiliza Greenblatt para medir esta “rentabilidad” de la empresa son: EBIT / enterprise value. El EBIT son los beneficios antes de intereses e impuestos. El enterprise value se define como la capitalización bursátil de la empresa más la deuda neta.
El segundo criterio de clasificación es lo que Greenblatt denomina return on capital. Este parámetro intenta distinguir las empresas que hacen un buen uso de sus activos de las que no. Por ejemplo: montamos un negocio en el que hay que invertir 200€ en material. Este negocio nos produce unos beneficios anuales de 30€. Este negocio es claramente más rentable que otro en el que tenemos que invertir 300€ en material para obtener esos mismos 30€ de beneficio.
Los parámetros que utiliza Greenblatt para medir esta eficiencia en el uso de los recursos propios de la empresa son: EBIT / (net fixed assets + working capital). Es decir, el beneficio antes de impuestos e intereses dividido por el activo fijo neto más el fondo de maniobra (también llamado capital circulante).
Hay que tener en cuenta que la fórmula mágica consiste en que es un sistema de ranking (clasificación), no de filtro (excluyente). Esto quiere decir que selecciona empresas de forma relativa. No decide qué empresas son buenas o malas, sino cuales son las mejores y cuales son las peores.
Se hacen dos clasificaciones de las empresas según los criterios que hemos mencionado. Luego se otorga un número de clasificación a cada empresa (la primera es la 1, la segunda la 2, etc.). Posteriormente se suman las dos clasificaciones y se vuelven a ordenar por puntuación las empresas. Con esta clasificación final se invierte en las 20 o 30 mejores empresas.
Las inversiones se mantienen un año y luego se vuelve a realizar el procedimiento de selección e inversión.
No todas las empresas ni todos los mercados son aconsejables para la fórmula mágica.
Aunque como hemos visto la fórmula mágica utiliza un criterio relativo para seleccionar inversiones, Greenblatt establece también una serie de filtros para eliminar empresas que no son buenas candidatas para ser analizadas por estos parámetros. En primer lugar excluye todas las empresas de capitalización baja (por debajo de los 50 millones de dólares). También excluye en sus estudios empresas del sector utilities y financiero, así como empresas extranjeras.
Es importante señalar que como en cualquier sistema estadístico de inversión, conviene aplicar la fórmula mágica a un mercado grande y diversificado. No tendría sentido intentar aplicar la fórmula mágica al Ibex35, ya que es un mercado con pocas empresas y con mucho peso de utilities y financieras.
Resultados de la fórmula mágica
En el libro, Greenblatt presenta todas las estadísticas con los resultados obtenidos por la fórmula mágica, que claramente bate al mercado. Es interesante observar que no sólo los resultados son buenos, sino que al dividirlos en deciles, se mantienen las correlaciones positivas (el primer 10% de las empresas son las más rentables, seguidas por el segundo 10%, que a su vez es más rentable que el tercer 10%, etc.).
Sin embargo, Greenblatt hace hincapié en resaltar que ninguna estrategia de inversión bate siempre al mercado. Greenblatt argumenta que el hecho de que no siempre funcione es una de las garantías de que esta estrategia seguirá funcionando la mayoría de las veces en el futuro.
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