Parece ser que Trump llevaba tiempo pensando en este momento. Ya lo auguraba en una entrevista para Playboy allá por el año 1990 cuando afirmó que si algún día llegaba a ser presidente, le pondría un impuesto a cada Mercedes que circulase por el país.
Han pasado muchos años desde aquello pero las razones de la guerra comercial parecen ser claras para el presidente estadounidense:
Desventaja comercial por parte de EE.UU. con respecto a otros países / Aranceles bajos
Afirma que los aranceles impuestos por EE.UU. son menores que los que impone China o Europa y por eso mismo tiene el derecho de subirlos. Antes de comenzar la guerra comercial este año, EE.UU. imponía un arancel medio del 3,4%, China un 10% y Europa un 5%.
Proteccionismo
Quiere que las compañías nacionales no se vean afectadas por las importaciones extranjeras más baratas y así proteger su industria y sus habitantes. Su proteccionismo es tal, que no permite que nadie pueda suministrar productos a EE.UU. sin que se fabriquen en el país. Este posicionamiento le está haciendo ganar muchos detractores alrededor del mundo en lo que a comercio se refiere.
Dumping y competencia desleal
El departamento de gobierno estadounidense impuso medidas ‘anti-dumping‘ contra las importaciones afectando así a productos de países como Italia, Reino Unido, Turquía, Corea del Sur y España al afirmar que vendían ciertos productos en EEUU «por debajo de su valor razonable». El caso más sonado en nuestro país ha sido el de las aceitunas negras.
Algunas firmas californianas se han quejado de que la aceituna negra estaba subvencionada por el estado español y por ello no podían competir en el mercado. Ante esas acusaciones, Trump subió los aranceles un 34,75% haciendo descender las importaciones de aceitunas negras españolas a EE.UU. un 41%.
Hegemonía
Por otro lado, también se dice que los aranceles han sido la forma más rápida y severa para “controlar” a las demás potencias. EE.UU. es la primera potencia mundial y no quiere que eso cambie. Viendo que China lleva creciendo unos cuantos años a niveles de récord y que Rusia y Europa siempre están al pie del cañón, no quiere perder su oportunidad de alargar su hegemonía mundial.
Política
Se han adoptado medidas agresivas que ponen en jaque a muchas naciones del mundo por atacar directamente a su industria mediante aranceles a priori injustificados. Estas medidas tienen y seguirán teniendo un impacto negativo en las relaciones transatlánticas y en los mercados globales.
Los países en el punto de mira de EE.UU. temen un impacto negativo de los aranceles en sus industrias domésticas, con el consiguiente daño en las ventas y los empleos.
Como podemos observar en la siguiente infografía, la imposición de aranceles también tiene un impacto en EE.UU.:
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