El 8 de mayo se celebra el aniversario del nacimiento de la bebida más revolucionaria del mundo. Coca-Cola ha sido capaz de sobrevivir al paso de los años, reinventarse y continuar como una de las favoritas de millones de personas, siendo además uno de los mayores negocios existentes.
Coca-Cola cumple nada menos que 133 años, una cifra que puede que ese 8 de mayo de 1886 nadie creyese que duraría, pues se trataba de una bebida totalmente marciana por aquel entonces. Ese día, el farmacéutico John Stith Pemberton sacó a la venta un jarabe para tratar los problemas de digestión que además, aportaba energía. Se empezó vendiendo en un vaso por cinco céntimos de dólar y al poco tiempo se convirtió en un éxito en su ciudad natal, Atlanta.
Pemberton se dio cuenta de que tenía un diamante en bruto en sus manos, por lo que, ayudado por su contable, ideó el famoso logotipo que sobrevive a día de hoy y en 1891 fundó The Coca Cola Company, con la participación de otros farmacéuticos amigos del inventor. Dos años después, en 1893, registraron su bebida en la oficina de patentes y comenzó su imparable andadura que le llevaría a ser una empresa con un beneficio anual de más de 5.000 millones de euros.
En 1894 apostaron por el ‘merchandising’ lanzando productos como calendarios, menaje o relojes. La idea era convertir a Coca-Cola en la marca comercial más famosa del mundo. Actualmente es conocida por el 94% de toda la población mundial.
Años más tarde, concretamente en 1897, la empresa inició la primera exportación del producto fuera del país.
En 1945 se registra como marca oficial la palabra ‘Coke’, después de que el nombre se popularizase en todo el mundo puesto que desde 1941 se utilizaba publicitariamente.
La fórmula de la Coca Cola
Es su peculiar sabor burbujeante el que le ha permitido llegar donde está, convertida en todo un icono. Porque Coca-Cola es mucho más que una bebida, es una filosofía de vida, quizá, y todo procede de la leyenda creada a partir de su formulación. Porque nadie, a día de hoy, ha sido capaz de copiar su sabor, algo que es todo un logro en un mundo en el que la réplica está a la orden del día.
Es su mayor secreto y la base de su negocio, y aunque muchos dicen conocerla e incluso después de haberse publicado -supuestamente- en la revista Time, todavía ninguna bebida de cola es exactamente igual. Se supone que está realizada a partir azúcar, aceites de naranja, limón y vainilla, aunque la compañía nunca lo ha confirmado. Además, se añadirían algunos ingredientes según el mercado, para adaptarlo a la cultura local o a sus preferencias.
Lo que sí está claro que tiene es cafeína, de ahí que sea una bebida energética, pero mucho menos que el café. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera que tenga componentes adictivos, aunque mucha gente afirma no poder vivir sin Coca-Cola. En cuanto a si lleva algún otro componente desconocido… eso seguirá siendo un misterio.
Una bebida en constante reinvención
Además de su fórmula, el otro motivo que le ha llevado hasta aquí es su inconformismo y su permanente evolución. La compañía podía haberse quedado como estaba, que le iba muy bien, y seguir vendiendo el mismo producto año tras año. Pero decidió arriesgarse y evolucionar al ritmo de la sociedad, lo cual le ha dado más réditos aún.
Porque en todos estos años, a la bebida original se le han sumado nuevas versiones que ya se han convertido en clásicos, sobre todo la versión light y la zero. La mayor preocupación de los ciudadanos por su alimentación y la fiebre healthy que avanza desde hace años la han demonizado en cierta medida, ya que su contenido en azúcar no es considerado nada saludable por los expertos.
Por ello, la empresa lanzó ya en 1982 (1984 España) su versión light, con menos calorías y sin azúcar. Ésta también tiene sus variantes en algunos mercados, como la que lleva limón o cereza. No obstante, para conseguir el sabor dulce, se utiliza aspartamo, un edulcorante que endulza 200 veces más que el azúcar, que tampoco es recomendable en grandes cantidades.
En 1960, The Coca-Cola Company amplió su gama de productos comprando la corporación Minute Maid, adquiriendo su gama de zumos, además de las marcas Maid y Hi-C y posteriormente se hizo con Duncan Foods, un productor de café.
En 2005 (2006 España), la compañía sacó al mercado la Coca-Cola Zero, que tampoco lleva nada de azúcar y acerca su sabor a la original. Fue el lanzamiento más importante de los últimos años, ya que la firma se jugaba parte de su prestigio ante las cada vez mayores críticas de las autoridades sanitarias y expertos nutricionistas. Por ello, creó una potente campaña de marketing mundial para darla a conocer fichando a grandes estrellas para su promoción y patrocinando importantes eventos deportivos y culturales. Con ello lograron que hoy en día muchos no tomen otra Coca-Cola que no sea la Zero y, lo más importante, que sigan tomando una bebida de la firma.
Conoce todos los lanzamientos de sus versiones Light y Zero en todas sus variantes en el siguiente vídeo.
Actualmente, según la multinacional, se consumen 8.000 latas de Coca-Cola al segundo. Sin duda, sigue siendo el refresco más popular del mundo.
Además, en sus más de cien años de historia, ha querido abarcar otros mercados y clientes al producir también otro tipo de refrescos, como Fanta, Nestea o Aquarius, este último dirigido en principio a los deportistas para que se recuperaran después de la práctica física, pero que ahora toma prácticamente cualquier persona.
La publicidad, su otro gran ‘secreto’
Su otra arma principal para ser el mayor caso de éxito del mundo -o uno de ellos- es la publicidad. Coca-Cola tiene en sus filas a los mejores creativos y, a lo largo de todos estos años, ha firmado las campañas más famosas que se puedan recordar. Muchas de sus frases han pasado al vocabulario colectivo, un mérito que no todos los productos de consumo logran.
Una de las más emblemáticas fue ‘Comparte una Coca Cola con…’, con la que lanzaron latas y botellas con nombres, un éxito arrollador en ventas por el que solo en España se personalizaron más de 550 millones de latas.
Otra de estas campañas míticas fue ‘Razones para creer’, de 2011, coincidiendo con lo peor de la crisis económica, la cual lanzaba un mensaje de esperanza de la mano de Coca-Cola.
En plena era millennial, Coca-Cola ahora busca que las nuevas generaciones se sientan identificadas con un producto que se ha demonizado desde el sector sanitario. De ahí que se haya asociado a los ‘youtubers’ e influencers del momento para llegar a los más jóvenes y crear un vínculo con ellos de por vida.
No cabe la menor duda, la multinacional ha sabido escribir su propia historia a través de la publicidad lanzando el mensaje más adecuado en cada época y hablando el mismo lenguaje que sus clientes. En ningún momento se ha quedado anclada en sus raíces, sino todo lo contrario, ha evolucionado al mismo ritmo que la sociedad, dándole justo lo que quería, cuándo y cómo lo quería.
Así, la bebida más famosa de la historia cumple 133 años sin que por ella se note el paso del tiempo. Cada día está más joven, llena de vida, fresca y activa, y el secreto para lograrlo no solo está en su fórmula, está en todo su negocio. Coca-Cola solo hay una, para bien o para mal.
El éxito de Coca-Cola en Bolsa
Coca-Cola es una de las 30 empresas que cotiza en el Dow Jones y está valorada en más de 200.000 millones de dólares. Si Coca-Cola fuera española, su capitalización sería equivalente a un tercio de todo el Ibex 35 y se colocaría como la empresa con mayor capitalización bursátil del índice, por delante de Inditex y Santander.
Sin embargo, el recorrido en bolsa de Coca-Cola no fue fácil. Salió a bolsa en 1919, cuando Ernest Woodruff decidió comprar la compañía por únicamente 25 millones de dólares.
Sin embargo, no fue hasta la época de los 80 cuando los inversores decidieron apostar seriamente por la compañía y el precio de la acción comenzó a subir.Tanto es así, que el precio no paró de subir multiplicando más de ¡40! veces el precio que marcaba a principios de 1985. Warren Buffet, uno de los mejores inversores de la historia, es uno de los mayores accionistas de la empresa y ha expresado en más de un ocasión que tiene decidido no vender nunca sus acciones de Coca-Cola.
Como curiosidad, la filosofía de la empresa siempre ha sido mantener un precio de la acción bajo y asequible para que todo el público pueda adquirir su acción a través de stock splits. Por ejemplo, el 27 de julio de 2012 quien tuviera 1 acción de Coca Cola a 78 dólares pasó a tener dos acciones a 39 dólares. De esta manera, cuando el precio comienza a subir a un precio alto, la compañía decide bajarlo a un precio para que todos sus consumidores tengan posibilidades de comprarla.