El Baltic Dry Index (BDI) como termómetro de la economía mundial

Evaluar el estado de la economía mundial representa todo un reto. No existe una única variable que nos permita conocer cómo evoluciona, sino un conglomerado de indicadores que, estudiados en conjunto, permiten obtener determinadas conclusiones. Hoy nos centraremos en uno de los más representativos, aunque curiosamente no tan ampliamente conocido, el Baltic Dry índex.

Qué es el Baltic Dry índex

El Baltic Dry índex es un índice que refleja los contratos de fletes de carga a granel de materias primas. Se trata de un panel integrado por las principales líneas marítimas internacionales y, aunque lo sugiera su denominación, no solamente las del mar Báltico.

El indicador se publicó por primera vez en 1985, como Baltic Freight Index, pero sus orígenes se remontan a 1744, a una cafetería del centro de Londres donde se reunían comerciantes y mercaderes que, lejos de establecer un indicador mundial, en aquel entonces negociaban el precio de mover mercancías en sus barcos.

BDI como termómetro de la economía mundial

El BDI se ha posicionado como un indicador clave en la medición de la economía mundial. Es fácil de entender. Teniendo en cuenta que el número de buques es limitado, pues su fabricación representa un alto coste y requiere varios años de trabajo, también lo será la capacidad de carga total que se puede mover en barco. Por pura oferta y demanda, a mayor volumen de mercancía a transportar en las diferentes rutas marítimas, más alto será el precio que hay que pagar por transportarla.

 El BDI sirve de predictor de una recesión económica global, pues ante una crisis económica disminuyen el consumo y la producción. En ese panorama, cae la demanda de materias primas y, como consecuencia, sobran barcos para transportarlas, por lo que se reducen los fletes (precios de alquiler de buques).

Sin embargo, cabe cuestionarse la situación contraria: que un incremento sostenido del BDI signifique una próxima recuperación económica. Ante una situación económica negativa prolongada, las navieras reajustan su flota para reducir en lo posible sus costes. Este hecho, trasladado a nivel global, conlleva una menor capacidad de carga global, con el consiguiente reajuste al alza de los fletes y no directamente un inminente resurgir económico.

Observando la gráfica de los últimos años, empezando en la crisis económica de 2008, se aprecia fácilmente la pronunciada caída del BDI:

 

Cómo se calcula

El BDI o Baltic Dry índex empezó a utilizarse en noviembre de 1999, reemplazando al BFI o Baltic Freight Index. Desde julio de 2009 solamente integra en su cálculo las medias de los fletamentos por tiempo de cuatro tipos de buques según su TPM (toneladas de peso muerto). De menor a mayor: Handysize, Supramax, Panamax y Capesize. Cada día hábil, la organización Baltic Exchange publica su índice basándose en las estimaciones de costes y tiempos de transporte de materias primas a granel de las principales líneas marítimas.

Para que no nos perdamos, conviene aclarar que el fletamento por tiempo es un contrato mediante el que la parte fletante (propietario o arrendatario del buque) permite al fletador hacer uso de su naviero a cambio de un precio (flete) durante un período de tiempo predefinido.

En cuanto a la fórmula de cálculo, en la web del BDI se calcula la media de los fletes de los cuatro tipos de buques anteriormente citados y se multiplica por un coeficiente que viene determinado en la misma página, donde TCavg es la media de fletamentos por tiempo:

BDI = ((Capesize5TCavg + PanamaxTCavg+ SupramaxTCavg + HandysizeTCavg)/ 4) * 0.10907849