La inercia es una magnitud muy conocida en la física, que implica que los cuerpos tienden a conservar su estado, ya sea de reposo o de movimiento. Esta tendencia se traslada también a otros ámbitos de la vida, en la que hacemos muchas cosas «por inercia», o como reza el dicho, «el ser humano es un animal de costumbres».
En qué consiste la inversión por momentum
La inversión momentum se basa en un principio similar, estimando que la tendencia de un valor va a continuar en el corto plazo, de manera que si recientemente está mejorando su cotización, lo va a seguir haciendo, y si está cayendo, la tendencia seguirá a la baja próximamente.
Tendencia y aceleración
El momentum de una acción se relaciona también con otra magnitud física, la aceleración (o la desaceleración). Nos importa si la tendencia es positiva (o negativa, si se invierte a corto), pero también si se está acelerando o está desacelerando. La aceleración o deceleración del movimiento nos indica que puede estar cambiando la tendencia, ya que está perdiendo fuerza.
¿Fundamental o técnico?
La inversión por momentum estaría, por lo tanto, encuadrada dentro del análisis técnico, utilizando indicadores para analizar cómo está evolucionando la tendencia.
En qué se basa el momentum
Una posible explicación que hace que el momentum tenga sentido es que los inversores tardan un tiempo en ir incorporando la información sobre la acción, por lo que la tendencia perdura en cierta medida. A mayores, cuando la tendencia es positiva, atrae a los inversores hacia ese valor, reforzándola.
Siguiendo con el símil de nuestra vida cotidiana, sería algo similar a la situación en la que vamos a tomar algo y entramos en el local más concurrido —pensando que por ello estará mejor— mientras que otros permanecen vacíos porque nadie entra —ya que si están vacíos, será por algo—.
Cómo se calcula el indicador momentum
El momento o momentum mide la variación de precios de un activo, comparando el cierre del día con el de hace “x” sesiones (generalmente 10 o 12).
- Si el precio actual es igual al de hace x sesiones, el momentum es cero (o 100, según la escala utilizada).
- Si el precio actual es superior, el momentum es positivo, y si es inferior el momentum es negativo.
- Un momentum mayor que cero y creciente indica que la tendencia es alcista y se está acelerando. Por el contrario, un momentum menor que cero y decreciente (cada vez más negativo) indica que la tendencia bajista se está acelerando.
Momentum: siempre subiendo una ola
Habría dos sistemas diferentes para generar señales con este indicador
- Como indicador de cambio de tendencia daría señales de compra cuando se sitúe por encima de ese nivel neutro y de venta cuando lo traspase a la baja.
- Como indicador de agotamiento de una tendencia daría señal de venta cuando la pendiente del momentum pase de positiva (alcista) a negativa (bajista). En este caso estaríamos saliendo de una tendencia alcista en la cresta de las sucesivas olas que va formando el indicador, que señala el momento en que la tendencia alcista empieza a desacelerarse.
El inversor por momentum trata de fluir con el mercado, subiéndose a las olas que van hacia arriba, para pasar a la siguiente cuando empiezan a aflojar. En el primer sistema la venta se produce cuando cruza la línea neutra, en la base de la ola, mientras que en el segundo se vende en la cresta, cuando empieza a bajar.
Los valores del indicador se pueden consultar de manera sencilla en una plataforma de trading, y usando gráficas se logra una interpretación más cómoda.
Momentum más otras ratios
El indicador momentum se suele utilizar en conjunción con otras ratios, lo que permite afinar más las tendencias. Así por ejemplo, las medias móviles (simples o exponenciales) pueden servir para ver la consistencia del movimiento, suavizando un poco los picos que pueda haber puntualmente. Dependiendo del período que se esté considerando, se elegirán medias móviles con más o menos períodos, aunque las más habituales son a 10, 20, 50, 100 y 200 períodos.
Otros indicadores que se utilizan habitualmente como complemento de la estrategia momentum son los osciladores de impulso que permiten estimar la fuerza de ese movimiento. Por ejemplo, el RSI, Relative Strength Index, o Índice de Fuerza Relativa. En este indicador, el nivel 50 sería el neutro; a partir de 70, estaría indicando sobrecompra del valor (lo que significaría que habría que venderlo) y, por debajo de 30, estaría sobrevendido.
Qué complicaciones puede tener esta estrategia para su aplicación
La volatilidad distorsiona tendencias
Sin entrar aquí en valoraciones sobre las ventajas o desventajas del análisis técnico, o si es un sistema superior o inferior al de la inversión en valor, la selección de acciones por su momentum es complicada en situaciones de alta volatilidad, ya que es más difícil definir las tendencias.
Cambios imprevistos
Como todo sistema «automático», no es infalible, pudiendo dar lugar a señales falsas. También puede haber giros en el mercado o en la situación fundamental de la compañía que produzcan cambios no previstos.
Costes de transacción
Además, en una estrategia de este tipo hay que tener en cuenta los costes de transacción, ya que si cambiamos a menudo de valores, las comisiones, impuestos y tasas se pueden llevar una parte importante de la rentabilidad que podamos conseguir.
Sin descuidar el perfil de riesgo
Como en toda inversión, se debe tener en cuenta el equilibrio entre rentabilidad y riesgo, además del perfil de inversión. Si el momentum crece o decrece excesivamente rápido, es posible que haya causas subyacentes que influyen en el valor, por lo que es recomendable actuar de forma prudente.
Sin olvidar la estrategia de inversión
También es importante, como en otras estrategias basadas en el análisis técnico, definir adecuadamente la estrategia de salida, estableciendo stop loss para limitar las pérdidas en los casos en los que el comportamiento del valor no sea el esperado.
Seguimiento constante
Por su propia naturaleza, el momentum no es permanente, tiene una duración limitada en el tiempo, por lo que se requiere una evaluación constante, para examinar si la cartera de valores todavía tiene «empuje» y, por otro lado, si hay valores alternativos que estén en un mejor momento.
La operativa con productos cotizados está dirigida a inversores que deben tener experiencia y conocimientos financieros suficientes para invertir en ellos. La inversión en estos productos requiere una vigilancia constante de la posición ya que comportan un alto riesgo y se puede perder el 100% del capital invertido.
Antes de efectuar cualquier contratación, es recomendable informarse legal, regulatoria y fiscalmente sobre las consecuencias de una inversión.
Las decisiones que cada inversor adopte, tanto de inversión como de nivel de delegación y asesoramiento, son su responsabilidad.
Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
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