Basta con echar un vistazo al último siglo y medio para concluir que el eco de los parqués resuena poderosamente en el mundo. La trayectoria de la bolsa de valores ha estado trufada de acontecimientos que marcaron un antes y un después en la historia mundial: eventos como el viernes negro, el crack del 29, el nacimiento de los gigantes bursátiles o la aportación de los mayores inversores han influido decisivamente en el devenir no solo de la economía, sino de la humanidad en su conjunto.
¿Qué es la bolsa de valores?
Las bolsas de valores, o simplemente ‘bolsas’, son mercados de intercambio; igual que cualquier otro mercado, se rigen por la ley de la oferta y la demanda. Hay compradores y hay vendedores y, en este caso, el activo que se negocia son acciones de las empresas. Las empresas venden parte de sus acciones para financiarse, dando entrada a nuevos accionistas que, por su parte, buscan obtener una rentabilidad para sus ahorros. Las bolsas son organizaciones de titularidad privada que facilitan la negociación y las operaciones entre esas empresas que necesitan financiación y los potenciales inversores.
Origen de la bolsa de valores
Aunque su origen más profundo puede rastrearse en la antigüedad grecorromana, los primeros referentes históricos aparecen con las lonjas de mercaderes de la Edad Media europea. Es en esta época cuando la palabra ‘bolsa’ adquiere su acepción financiera: en la ciudad de Brujas, los feriantes se reunían frente al mesón Van der Bürse, cuya fachada estaba decorada con unas llamativas bolsas.
A partir del siglo XIV, el foco de la economía europea empezó a moverse hacia los Países Bajos, donde se experimentaba con nuevas formas de compromiso comercial como las letras de cambio, acercándose así al mercadeo de valores abstractos.
¿Dónde y cuándo surgió la primera bolsa de valores?
Los primeros intercambios de algo parecido a ‘acciones’ tuvieron lugar hacia 1531 en la pujante urbe de Amberes.
Mayoritariamente, se considera que el mercado de valores moderno nace en ese momento, aunque oficialmente la pionera fue la bolsa de valores de Ámsterdam, que data de 1602. Tres decenios después, esta plaza sería el escenario del primer desastre bursátil registrado en los anales económicos: la ‘crisis de los tulipanes’.
Sin embargo, las bolsas tal y como las conocemos se consolidaron a finales del siglo XVIII, especialmente tras la Revolución Francesa. La progresiva industrialización de las potencias del Viejo Continente cristalizó en el nacimiento de los grandes consorcios empresariales y la cultura de la inversión. Los parqués comenzaron a surgir en todo el mundo desarrollado: París (1724), Viena (1771), Nueva York (1792), Londres (1801)… En España, la bolsa de Madrid fue fundada en 1831.
Las bolsas en el mundo contemporáneo
Es con la llegada del convulso siglo XX cuando los parqués se consolidan como el catalizador de los cambios a nivel planetario. El cataclísmico desplome de la bolsa de Nueva York en octubre de 1929 provocó un terremoto que sumió en la depresión al mundo entero.
El fin del ciclo de las guerras mundiales y la reordenación geoeconómica de Bretton Woods no cambió un principio ya inalterable: en el lado capitalista del sistema bipolar, los mercados dictaban las reglas de juego y los activos financieros eran el tablero. Una configuración que, tras la caída del bloque comunista y la extinción de la URSS, se ha extendido también al este.
¿Cuál fue la mayor caída de bolsa de la historia?
Durante los últimos 100 años los mercados han vivido jornadas de pánico en las que el hundimiento en el valor de los activos creaba un efecto de arrastre que culminaba en un colapso total de consecuencias abrumadoras. Episodios como la crisis petrolera de 1973, el ‘lunes negro’ de 1987, el desplome bancario de 2008 o la crisis del coronavirus han dejado cicatrices imborrables.
Sin embargo, la caída más famosa, y de consecuencias más terribles, que jamás se haya registrado fue el ‘crack’ de Nueva York de 1929. La especulación salvaje que siguió a la I Guerra Mundial hinchó una burbuja que explosionó durante las tristemente famosas jornadas conocidas como ‘Lunes Negro’ y ‘Martes Negro’ (28 y 29 de octubre de 1929). El descenso inicial del 24 de octubre condujo a un frenesí de ventas de acciones que desembocó en un derrumbe total del 86%, con millones de inversores arruinados.
¿Cuáles fueron las mayores subidas de la bolsa de la historia?
Durante la corrección posterior al ‘crack’ del 29, Wall Street vivió un período de alza constante durante 58 meses, acumulando un 328% de subida. Destaca también la meteórica carrera iniciada en junio de 1949, que durante la década siguiente resultó en un aumento superior al 400%.