Tras un 2018 excepcional, 2019 podría ser otro buen año para la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A en inglés). Sin embargo, los expertos observan que algunas dinámicas han cambiado ¿Cuáles son entonces las claves a valorar? A continuación repasamos seis tendencias que podrían ayudar a que la actividad corporativa se mantenga fuerte este año.
Para saber de dónde venimos, recordemos que 2018 supuso el quinto año consecutivo con un volumen en fusiones y adquisiciones superior a los tres billones de dólares, gracias a las megafusiones que hubo en los sectores de la salud (J&J y Actelion), entretenimiento (Disney y 21st Century Fox) y telecomunicaciones (T-Mobile US y Sprint).
Las previsiones para 2019 están afectadas por el entorno global: incertidumbre política, mercados volátiles y la guerra comercial, pero se espera que vuelva a ser un año de gran actividad. Las grandes operaciones, esas por encima de los 10.000 millones de dólares, se mantendrían, pero quizás no se alcance el nivel de 2018. Lo que sí se espera es un repunte en las operaciones de menor calado, lo que compensaría los menores volúmenes de las mega operaciones.
Dicho esto, los analistas consideran que las empresas de algunos sectores seguirán apostando por las grandes compras para ganar tamaño, mientras que, al mismo tiempo, otras empresas se dividirán para deshacerse de las partes de su negocio más alejadas de su actividad principal.
1. Transparencia corporativa
Las consolidaciones a gran escala y las grandes operaciones continuarán previsiblemente durante 2019, pero cada vez habrá más interés en lo que los expertos llaman la transparencia corporativa. Se trata, como decíamos antes, de que las empresas se centren en sus actividades principales y, por tanto, se deshagan de negocios que se alejan de su core business. El objetivo es ofrecer más transparencia a los inversores en cuanto a la actividad principal de la compañía.
2. La consolidación se intensifica, sobre todo en Europa
El proceso de consolidación en Europa se está haciendo esperar, pero pronto tendría que avanzar. En las telecomunicaciones, la llegada del 5G supondrá fuertes inversiones que incentivarán las asociaciones, y el sector bancario también seguirá creciendo, tal y como hemos comprobado con el acercamiento entre los alemanes Deutsche Bank y Commerzbank.
Además, los expertos prevén que continúe la actividad en los sectores salud, media, empresas de servicios, farmacéuticas y químicas. Y, como sorpresa, la consolidación podría llegar también al sector industrial, porque se trata de empresas pequeñas y verticales.
Otro aspecto a tener en cuenta son las consecuencias del Brexit, que ha impulsado la consolidación de las empresas por razones defensivas, en operaciones de firmas británicas que buscaban crecer y diversificarse fuera de las islas.
3. Hay dinero para financiar las operaciones
Un aspecto muy relevante siempre que se habla de operaciones corporativas es el entorno para poder financiarlas. Pues bien, los expertos consideran que ese capital existe porque hay un elevado nivel de liquidez, tanto en los mercados de deuda, como en los bursátiles, a pesar de un entorno de subidas de tipos. Literalmente, los analistas señalan que, para operaciones de ese tipo, sí hay dinero esperando.
El dato relevante, en este caso, es que las firmas de capital riesgo supusieron solo el 22% de los volúmenes en fusiones y adquisiciones en 2018, básicamente, en niveles de 2017. Por ese motivo, los expertos creen que estos jugadores todavía tendrían margen para entrar en el mercado.
4. El tecnológico será un sector dominante
Los expertos apuestan por la tecnología, porque se acercan salidas a bolsa de empresas de perfil elevado (Uber, por ejemplo). Estas operaciones pondrán el precio al resto del mercado. Además, las nuevas cotizadas dispondrán de capital para eventuales operaciones para impulsar su expansión.
Igualmente, se esperan operaciones generadas por compañías que buscan la manera de modernizar sus negocios, sobre todo ante la evidente transformación digital que están viviendo todas las empresas del mundo.
5. Unos accionistas más proactivos
El activismo de los grandes accionistas seguirá siendo un claro impulsor de las corporaciones, tal y como ocurrió en 2018, pero se hará más internacional. La tendencia, que surgió en Estados Unidos, ha llegado a Europa y Japón, y los accionistas ya no se conforman con recoger los beneficios vía dividendo.
Los dueños de las empresas quieren ser parte activa del negocio e impulsan las operaciones, muchas veces desde los dos lados de la ecuación: la parte vendedora y la parte compradora, tal y como explican los expertos.
6. Japón será un jugador relevante
Japón ya fue un jugador importante en 2018, con operaciones como la compra por parte de Takeda del negocio eléctrico de Hitachi y ABB. Sus compañías seguirán buscando el crecimiento a través de operaciones transfronterizas en 2019. Si los tipos en EE.UU. continúan subiendo, algunas firmas niponas podrían explotar su ventaja en el coste del capital saliendo de compras por el país norteamericano.
Otras claves para confiar en el País del Sol Naciente son la madurez de su economía y la pérdida de población, junto a la globalización, la innovación y las ventajas de financiación que tienen ‘en casa’ con los tipos cero, buenos balances y un entorno bancario favorable a los préstamos.
Como conclusión, cabe señalar que los expertos esperan un buen año para la actividad corporativa gracias a la necesidad de muchas empresas de impulsar su transformación digital, ganar tamaño y centrarse en su negocio principal. Los accionistas podrían animar desde dentro las operaciones que les beneficien y, tanto Europa como Japón, junto al sector tecnológico global podrían ser los motores de un nuevo año de récord.
Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.
Self Bank no acepta ningún tipo de responsabilidades por pérdidas, directas o indirectas, como consecuencia de este informe. Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Self Bank.