Al buscar opciones de inversión podemos caer en el error de pensar excesivamente en las características y potencial de la idea que estamos considerando, y no lo suficiente en lo que tenemos que sacrificar para obtenerlo. Ser exigentes con nuestros activos puede ayudarnos enormemente a mejorar nuestra rentabilidad a lo largo del tiempo. Y el coste de oportunidad es una de las consideraciones más importantes a tener en cuenta a la hora de estructurar nuestra cartera de inversión de forma inteligente.
¿Qué es el coste de oportunidad?
El coste de oportunidad es un concepto económico que hace referencia a los beneficios que un individuo o empresa deja de percibir cuando elige una alternativa sobre otra. Aunque no es una magnitud concreta que aparezca en la contabilidad de las empresas, malas decisiones pueden significar un coste real importante.
Por definición, el coste de oportunidad es un coste no evidente y, por tanto, debemos de prestar especial atención a este concepto a la hora de tomar decisiones. Las buenas decisiones se toman teniendo en cuenta las múltiples alternativas posibles y utilizando el buen juicio para discernir entre ellas.
¿Cómo calcular el coste de oportunidad?
La fórmula para calcular el coste de oportunidad es simplemente la diferencia entre los retornos esperados de nuestras opciones:
Coste de oportunidad =
Retorno de la mejor opción descartada – Retorno de la opción escogida
Los directivos de las empresas se enfrentan continuamente a decisiones en las que deben considerar el coste de oportunidad. Veamos un ejemplo:
Un directivo tiene la opción de invertir el dinero de su empresa en adquirir acciones de otra empresa en el mercado con la esperanza de que se revalorice el precio de la acción. También tiene la opción de reinvertir dinero en su negocio, con la esperanza de que las nuevas fábricas e instalaciones mejoren la productividad y produzcan mejor rentabilidad.
Estima que el retorno esperado de la inversión en bolsa es del 12% anual, y la mejora de rentabilidad producida por las nuevas instalaciones será del 10% anual. El coste de oportunidad de escoger invertir en las instalaciones para mejorar la productividad es de 2%, ya que haciéndolo dejaría escapar la oportunidad de invertir en bolsa.
Puesto que el coste de oportunidad implica un cálculo sobre el futuro, es incierto. Todos los cálculos de probabilidades futuras tienen un grado de incertidumbre, lo cual no quiere decir que sean irrelevantes o no tenga sentido hacerlos. Se realizan sabiendo que hay margen de error y que no deja de ser una estimación.
Uno de los factores importantes a la hora de comparar alternativas futuras de inversión es el nivel de riesgo. Riesgo en este sentido significa cómo de seguros estamos de que nuestras estimaciones se corresponden con la realidad. Para tener un cálculo de la expectativa de retorno de algo en el futuro tenemos que tener en cuenta 2 factores:
- ¿Cuál es la rentabilidad esperada del activo?
- ¿Cómo de seguros estamos de nuestra estimación?
Es importante comparar opciones de inversión con características similares de riesgo. Así, por ejemplo, comparar letras del tesoro, que se ha considerado históricamente un activo prácticamente sin riesgo, con una empresa cotizada muy volátil llevaría a cálculos erróneos.
¿Qué implicaciones tiene el coste de oportunidad?
Cuando buscamos y analizamos candidatos de inversión, al igual que hacen las empresas, buscamos la alternativa que tenga el retorno esperado más alto. Sin embargo, es muy importante no perder nunca de vista el coste de oportunidad. Esto nos ayudará a mantener una mente abierta en nuestro análisis y a considerar las alternativas disponibles.
Al analizar el potencial de una inversión solemos centrarnos en analizar los pros y contras del activo o negocio en el que estamos pensando en invertir. No olvidemos que al invertir en acciones de una empresa estamos apostando por el futuro de esa empresa y su negocio. De modo que realizar proyecciones sobre los beneficios futuros o los dividendos que recibiremos a cambio del precio que estamos pagando por adquirir parte de una empresa es importante dentro del análisis fundamental.
Pero una vez comprendida la realidad económica del negocio y de la empresa, otra cuestión es si ésta es la mejor opción que existe a nuestra disposición. Puede ocurrir que lo inteligente sea no invertir en una empresa que probablemente tendrá un buen futuro, simplemente porque hay una alternativa mejor.
Queda muy claro que el coste de oportunidad es un concepto muy importante a la hora de estructurar y formar nuestra cartera de inversión. Por un lado, es recomendable tener una cesta de activos bien diversificada y resistente a las fluctuaciones puntuales de empresas individuales. Sin embargo, ¿cómo de probable es que nuestra idea de inversión número 70 sea mejor que la primera (la que más nos gusta)? La diversificación tiene límites, y considerar el coste de oportunidad nos puede ayudar a identificarlos mejor.
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