Aunque probablemente no seas consciente, seguramente ya estarás usando tanto el ROPO como el showrooming a diario como métodos de ahorro a la hora de llevar a cabo tus compras. Puede que no conocieras su terminología, pero estos dos comportamientos forman parte de los hábitos inconscientes que las nuevas tecnologías han instaurado en nuestras vidas.
¿Quieres comprobar por ti mismo que efectivamente así es? Te lo explicamos a continuación.
ROPO, o el nuevo “busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”
El término ROPO corresponde a las siglas del concepto inglés ”Research online, purchase offline”, es decir: “Buscar en internet, comprar en tienda”. ¿A que te empieza a resultar familiar este comportamiento? Efectivamente, prácticamente todos nosotros iniciamos nuestro particular estudio de mercado para cubrir cualquier necesidad tirando de Google.
¿Que te quieres comprar una cámara de fotos nueva? Le preguntas a Google qué modelo es el más apropiado. ¿Qué te apetece escaparte un fin de semana? Le preguntas a Google sobre las opiniones de tal o cual hotel. ¿Que te quieres comprar un coche nuevo? Le preguntas a Google dónde encontrar determinado modelo al mejor precio. Aunque lo hagamos de manera totalmente inconsciente a estas alturas, cada compra viene precedida por un estudio de mercado previo online.
Sin embargo, y aunque ese rastreo online lo tenemos totalmente incorporado a nuestra rutina, el momento de la compra es algo que todavía no tiene igual penetración en el mundo online. Al fin y al cabo, la mayor parte de nosotros somos “inmigrantes digitales”, y es por eso que la compra online aún no se ha adoptado de manera generalizada como un estándar. Cuando la generación nativa digital forme el grueso de la población activa, todos estos hábitos volverán a sufrir una nueva adaptación.
Puesto que comprar online es una acción que generalmente nos da un poco más de vértigo (cada vez menos), es frecuente que una vez que concluimos nuestro estudio de mercado online nos acerquemos a nuestras tiendas físicas de confianza para llevar a cabo la compra del producto que hemos decidido comprar, puesto que conocemos a la perfección sus características, qué opina la gente de él, y en qué precios de venta se mueve. Estamos incluso dispuestos a pagar un poco más de su precio online, aunque sin pasarse, por la confianza que nos genera comprarlo en una tienda física.
Esto es lo que se conoce como efecto ROPO, y es algo totalmente instaurado en nuestra sociedad. Pensemos que, según diversos estudios, 8 de cada 10 españoles usamos un mix online-offline a la hora de tomar decisiones de compra, mientras que menos del 50% compramos finalmente online. ¿Perteneces al grupo de practicantes del ROPO aunque no fueras consciente?
Showrooming, o usar el smartphone para ahorrar en tus compras
El otro fenómeno que también sirve de puente entre el mundo online y el offline es conocido como showrooming, aunque se refiere exactamente a lo contrario: mientras te encuentras físicamente en una tienda comparando los productos, vas buscando con el smartphone los precios y alternativas de manera online, y frecuentemente acabas comprando online el producto, al disponer de unos precios más competitivos.
¿Quién va a comprar a día de hoy sin su smartphone? Es casi instintivo verificar los precios justo antes de completar la compra en tienda de algún producto cuyo precio sea relativamente significativo.
El hecho de acabar completando la compra de forma online para ahorrar unos euros (a veces muchos más de los que podríamos pensar), responde a un perfil mucho más joven y tecnológico que el del efecto ROPO, pero también cabe indicar que precisamente por eso el showrroming es una tendencia que se considera que irá en aumento con el paso del tiempo. A día de hoy, se estima que casi un 50% de las compras online proceden del showrooming.
Los comercios físicos son cada vez más conscientes del fenómeno y están implementando estrategias móviles para intentar retener a esos clientes que usan su superficie comercial únicamente como una feria de muestras. Al final, como sucede con casi todo lo online en su función de democratización de la oferta, los grandes beneficiados somos los consumidores, puesto que sea como sea, acabamos ahorrando unos euros en nuestras compras haciendo uso de las tecnologías a nuestra disposición.