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¿Quién decide el precio del gas?

apertura de mercados

Llega el invierno y con él, el frío: se dispara la factura de la calefacción para muchos hogares y empresas. También de forma indirecta, pues el gas natural se utiliza para generar electricidad y forma parte del mix energético. ¿Quién decide el precio del gas?

Así, una mayor demanda de gas impulsa los precios de la energía y supone más inflación y más gastos a lo largo de la cadena de producción. Por eso hay que entender quién y cómo determina el precio del gas natural y cómo nos afecta.

¿Quién determina el precio del gas natural?

El precio del gas natural lo determina un mercado mayorista a través de un sistema europeo al que España se incorporó en 1997. Se denomina OMIE, que significa Operador del Mercado Ibérico de Energía, y casa a diario oferta y demanda para fijar los precios que se aplicarán el día siguiente en cada hora. 

Gas natural y gas natural licuado

Como España no es productor de gas natural tiene que importar todo lo que consume. La mayor parte del gas natural importado llega como Gas Natural Licuado (GNL) en camiones y barcos, pero también a través de gasoductos. 

El principal proveedor de gas en España ha sido históricamente Argelia desde donde llegaba vía gasoducto. Pero en enero de 2022 hubo un cambio significativo: Estados Unidos pasó a ser nuestro primer proveedor de gas. Mientras tanto, hasta la guerra de Ucrania, el principal proveedor de Europa era Rusia. 

¿Cómo se establece el precio del gas?

El precio de referencia para el gas natural en Europa es el TTF holandés (Facilidad de Transferencia de Títulos) pues el 70% del gas que llegó a Europa en 2021 lo hizo a través de este mercado. Anteriormente, el mercado de referencia era el británico BNP. Como referencia, señalamos que el TTF sería el equivalente europeo al estadounidense Henry Hub. 

Menos gasoducto y más buque metanero

En los últimos meses, el brusco cambio en la procedencia del gas natural que se consume en Europa ha impedido que el TTF fije los precios de forma adecuada, pues llega mucho menos por gasoducto y más por GNL (barcos metaneros). La capacidad de regasificación (se transporta en estado líquido y debe volver al gaseoso en destino) del sistema está al límite y esto supone que suban los precios de la oferta. Así pues la falta de infraestructuras se traduce en cuellos de botella que elevan el precio del gas natural.

Eso perjudica al mercado, pues el TTF es la referencia europea cuando España, por ejemplo, cuenta con el 35% de la capacidad europea de almacenamiento de GNL y casi un tercio de la capacidad de regasificación de toda Europa.

El precio del gas natural en el mercado europeo lo determinan la oferta y la demanda en el mercado de futuros holandés del TTF, que marcó máximos en el mes de marzo de 2022, en 227,20 euros por MW/h.

¿A quién afecta el alto precio del gas?

Los europeos consumen gas natural como calefacción, pero también para generar electricidad. En 2022, la electricidad ha subido de precio porque lo ha hecho el gas natural, pero también porque lo han hecho los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2).

En lo relativo al impacto del encarecimiento del gas, el Banco de España estima que ha supuesto cerca de un 3,4% de la inflación observada en España en agosto de 2022 (10,5%).

En la medida en que un país sea capaz o no de recurrir a otras fuentes alternativas de generación eléctrica (evitando en mayor o menor medida el gas) el impacto de la subida del valor del gas natural se hace más o menos relevante. 

En la crisis energética de 2022, algunos gobiernos han aplicado medidas para reducir el impacto de los precios del gas natural en hogares y empresas (tarifa de gas regulada o TUR).

¿Cómo afecta el incremento del precio del gas en la economía?

Como hemos visto en este artículo, el gas natural tiene usos doméstico, comercial, industrial y para cogeneración (sector eléctrico). Su precio lo determina un mercado internacional mediante la oferta y la demanda con el mercado TTF como principal referencia.

El incremento del precio del gas natural provoca alzas en el precio de la electricidad en la medida en que es una de las principales fuentes de generación. 

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