¿Qué va a pasar con la bolsa en 2018? Las claves para intentar descifrar el nuevo año bursátil

Un año termina y otro comienza. 2018 ya está aquí, algo que muchos inversores agradecerán. Sobre todo los españoles, pues el Ibex 35 ha tenido un complicado final de ejercicio atenazado por la crisis política de Cataluña, que fue uno de los motivos por los que frenó en seco la buena racha que estaba teniendo en 2017. No obstante, en las últimas semanas se ha recobrado levemente de las caídas de octubre y noviembre gracias al empujón del resto de bolsas mundiales.

En 2017 hemos visto tanto tanto a Wall Street (sobre todo este mercado) como a parqués europeos resgistrar máximos históricos en algunos índices, algo que nadie esperaba hace ahora un año. El Brexit y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos dejaron bastante tocados a los mercados y el 2017 se vislumbraba con pesimismo, aunque lo cierto es que en ambos casos los inversores supieron reponerse rápidamente. La buena marcha de la economía despejó todas las dudas, creando una situación en los mercados que muchos definen como “demasiado idílica”.

Porque, como afirman muchos expertos, actualmente se han juntado una serie de circunstancias que han favorecido las subidas de las bolsas (crecimiento económico y resultados de las empresas, estabilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio y baja presión de la inflación) que no se espera que duren mucho más. Es decir, que 2018 podría ser el año del cambio, ¿también para el Ibex 35?

La bolsa española, a contracorriente

A pesar de que los expertos indican que los mercados tienen poco recorrido después del 2017 tan fructífero que han tenido, el caso del Ibex 35 podría ser una excepción. Muchos confían en que sea precisamente su peor comportamiento en el segundo semestre lo que le permita recortar distancias y batir a otras bolsas extranjeras. Algunas de las principales gestoras de fondos y firmas de análisis de inversión otorgan un potencial de crecimiento al selectivo español de entre el 10% y el 15% para el próximo año.

Esta subida estaría motivada por la buena marcha económica (el Fondo Monetario Internacional ha aumentado recientemente la previsión de crecimiento de España para 2017 del 2,6% hasta el 3,1%, mientras que para el año siguiente espera que sea del 2,6%, dos décimas más que hace un año) y por la confianza en que la situación en Cataluña se normalice.

Por ello, muchos expertos animan a los inversores a poner sus ojos en la bolsa española de cara a 2018, ya que tiene más potencial que las europeas, que han agotado ese recorrido en este frenético 2017.

La banca y el petróleo, los impulsores del Ibex

Algunos de los sectores que podrían motivar la subida que se espera que registre el Ibex en 2018 serán la banca y el petróleo. Las compañías que operan en ambos están preparadas para tomar el relevo a los cíclicos, que han dominado la escena hasta ahora, una vez que han alcanzado la estabilidad tan deseada en los últimos años de crisis.

Así, los expertos apuntan claramente a Europa en sus apuestas de inversión para el año que viene, por encima de Estados Unidos, por motivos variados. Uno de ellos es la entrada de un nuevo presidente a la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que tendrá que demostrar que puede seguir lidiando con la normalización de la política monetaria sin entorpecer el crecimiento. Las altas valoraciones de algunos índices podrían ser también motivo de cautela.

Además, en Europa el Banco Central Europeo (BCE) sigue actuando de soporte para las economías con su programa de compra de activos, aunque este se irá reduciendo progresivamente, mientras que en Estados Unidos la Fed se dispone a subir de nuevo los tipos de interés (y varias veces) en 2018.

Estabilidad en materias primas y divisas

En cuanto a las materias primas y las divisas, activos que pueden servir para diversificar una cartera y porque actúan como valores refugio en muchas ocasiones (ej, oro), los expertos apuntan a la estabilidad. Por ejemplo, en el caso del petróleo, los diversos recortes de la producción por parte de la OPEP permitirán que el precio del combustible se mantenga en el entorno de los 60 dólares el barril.

Por su parte, el dólar podría mantenerse en el rango del 1,15/1,25 respecto al euro, ya que no se esperan cambios bruscos de las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico.

No obstante lo anterior, no olvidemos que son dos tipos de activos que en ocasiones se comportan volátilmente, por lo que solo tendrían cabida en la cartera de un cliente con baja aversión al riesgo.

Por ello, con este escenario, se prevé que 2018 sea una buena oportunidad para la renta variable española, después de un 2017 pasado por demasiados sustos. En cualquier caso, si vuelve a haber turbulencias, los expertos señalan que serán por motivos geopolíticos, ya que tras una década de crisis, la situación económica parece encauzada.

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