En los últimos tiempos hemos escuchado repetidamente que la economía se está desacelerando, que se está produciendo una ralentización, que podríamos entrar en recesión o incluso que podría haber otra crisis. ¿Qué indicadores anticipan un cambio de ciclo?
Existen diversos factores que explican las tensiones a escala mundial, con la guerra comercial que protagoniza Estados Unidos contra China y otras potencias económicas; en el ámbito europeo, con el efecto del Brexit; y a nivel interno, con la incertidumbre generada por la situación en Cataluña.
Pero, aparte de estas circunstancias, existen diversos indicadores que se suelen utilizar para entender la evolución de la economía, incluso para tratar de anticiparse a los cambios. A menudo, se dice que la Bolsa funciona como indicador adelantado de la economía, pero hay muchos parámetros que permiten estimar cómo se va a comportar el ciclo económico.
Tipos de interés
El tipo de interés determina el precio del dinero, y es una de las principales herramientas de la política monetaria de un país o de un área económica. El tipo de interés oficial viene marcado por la autoridad monetaria —en nuestro caso, por el BCE—. A partir de él y de las declaraciones del Banco Central, se establecen unas expectativas sobre cómo va a ser en el futuro. Lo cual tiene efectos sobre el consumo y la inversión.
En épocas en las que la economía se enfría o entra en crisis, los bancos centrales bajan los tipos de interés, para reactivar el consumo y la inversión:
- El consumo: porque ahorrar compensa menos (ya que la rentabilidad que se puede obtener es menor) y se fomenta consumir a crédito (más barato).
- La inversión, porque el rendimiento que se puede obtener al invertir es más fácil que supere el coste de su obtención.
Además, la bajada de tipos pone más dinero disponible en los bolsillos de los que tienen créditos, como bien han notado los titulares de las hipotecas en los últimos años.
Por el contrario, si la economía crece rápidamente y con fuerza, las autoridades monetarias suben los tipos de interés, para frenarla y evitar el riesgo de un crecimiento excesivo de la inflación.
La masa monetaria sería otro indicador similar, ya que las autoridades monetarias pueden jugar con los tipos de interés o con la cantidad de dinero en circulación para conseguir efectos similares: que el dinero valga más, o que valga menos.
¿En qué situación estamos ahora? Los tipos de interés están en mínimos históricos, y parece que van a estar en niveles similares durante largo tiempo; en este sentido, las hipotecas a tipo fijo se han situado en un nivel muy bajo, lo cual concuerda con la previsión de que esta situación perdure en el tiempo.
Esto quiere decir que, a pesar de que oficialmente se ha salido de la crisis, ya que el PIB hace años que comenzó a crecer, la Gran Recesión todavía no se ha ido del todo.
La curva de tipos de interés
La curva de tipos de interés puede ser un indicador de la previsible evolución de la economía. En resumen, la explicación es la siguiente: lo normal es que el tipo de interés de los bonos a largo plazo sea mayor que el de los bonos a corto plazo, ya que el inversor asume un riesgo en un período de tiempo más amplio.
Históricamente se ha visto que cuando la curva de tipos se aplana, los tipos a largo plazo son similares a los de corto plazo —o incluso están por debajo—, y se anticipa una recesión. Ha sucedido así en 8 de las 9 veces anteriores.
¿En qué situación estamos ahora? En agosto de 2019, el tipo a 10 años llegó a ser menor que el ofrecido en los plazos cortos, de 1 a 6 meses. En noviembre, la situación se ha normalizado algo (1,83% a 10 años, por 1,58 a 6 meses), aunque siguen estando bastante próximos.
Licencias de construcción
En un país donde la construcción ha tenido y sigue teniendo tanto peso, las licencias de construcción son un buen indicador del sentimiento de la economía. Si se construye mucho, la gente confía en el futuro (ya que supone una gran inversión) y además, se genera actividad.
¿En qué situación estamos ahora? En 2018 se alcanzaron las 100.000 viviendas nuevas por primera vez desde el año 2009, tras 5 años de crecimiento continuo. En cualquier caso, muy lejos de las más de 200.000 que se iniciaban todos los años desde 1992 hasta 2008, o de las más de 800.000 que se empezaron en 2006, y que marcan el máximo histórico (el pico de la burbuja inmobiliaria).
Parece que 2019 cerrará todavía con un crecimiento, pero mucho más reducido que el de años anteriores (entre el 2015 y 2018, se duplicaron los permisos, con crecimientos anuales superiores al 25%); además, la tendencia está siendo ya plana, o incluso descendente.
Índice CLI
El Composite Leading Indicator (CLI) es un índice elaborado por la OCDE sobre cada país y área económica, y que permite la detección de señales anticipadas sobre la evolución de la economía.
El índice agrupa precisamente diversos indicadores que adelantan esta previsión, como son:
- La evolución de los inventarios: cuando los inventarios suben, especialmente en industrias donde hay un fuerte componente de coste fijo, quiere decir que la demanda se está debilitando, lo que es un síntoma de una recesión.
- Pedidos de bienes duraderos: si las empresas invierten en maquinaria e instalaciones, o los consumidores hacen compras de bienes duraderos (que duran varios años), quiere decir que confían en que la economía vaya bien en los próximos tiempos, mientras que si los pedidos de bienes duraderos decaen, se prevé la situación contraria.
- Encuestas de confianza sobre el precio de las acciones: para ver el sentimiento del mercado acerca de su evolución.
- Porcentaje de capacidad utilizada: habitualmente, se mide la capacidad utilizada en los sectores industrial y energético. Si la capacidad utilizada es baja con relación al potencial máximo (por ejemplo, está entre un 70% y un 80%), indica una tendencia negativa, porque se está produciendo mucho menos de lo que se podría hacer.
ISM manufacturero
El ISM es otro de los indicadores más seguidos por los analistas. Mensualmente, analiza la evolución de la economía en Estados Unidos, a través de una encuesta que se envía a unas 400 empresas de 20 industrias diferentes. Si el ISM es superior a 50, quiere decir que en general, la opinión es más positiva que negativa, mientras que por debajo de 50 sería al contrario.
¿En qué situación estamos ahora? En el último ISM, la puntuación fue de 48,3, lo cual augura un futuro tendente a la recesión (aunque el anterior fue de 47,8, lo cual quiere decir que ha mejorado ligeramente).
IFO alemán
El índice de confianza IFO viene a ser similar al anterior, pero más adaptado a la zona Euro, ya que muestra la confianza en el futuro según una encuesta ralizada a empresarios alemanes. Cada mes se elabora este informe según un cuestionario enviado a más de 7.000 empresas, en el que se les pregunta acerca de la situación actual y sus perspectivas de futuro.
En este caso, el nivel medio se sitúa en los 100 puntos, por lo que valores por encima se consideran positivos, y por debajo, negativos. También, al igual que en el caso de otros índices, se observa cuál es la evolución, si está yendo hacia arriba o hacia abajo.
¿En qué situación estamos ahora? El IFO de octubre se ha situado en 94,6, la misma cifra que en septiembre, estando por debajo de 100, lo cual augura una tendencia negativa. No obstante, está algo por encima de los 94,3 que alcanzó en agosto, lo cual hacer percibir un ligero atisbo de mejora.
Otros indicadores
Los indicadores anteriormente citados permiten de alguna manera anticiparse al ciclo económico, predecir de alguna manera cuál puede ser su evolución futura.
Además, hay otros indicadores que acompañan al ciclo, es decir, que se mueven junto a la economía en general, como por ejemplo, el de la producción industrial.
- Producción industrial: es elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y mide la evolución productiva de las ramas industriales, a través de una encuesta a más de 11.500 establecimientos.
¿En qué situación estamos ahora? Si tomamos el dato de la evolución anual corregida (para eliminar la estacionalidad y el efecto de los festivos), en septiembre se sitúa en +0,8%, todavía positiva, pero en tendencia descendente, y claramente por debajo del +1,4% del trimestre anterior.
Otros indicadores nos dan un contraste posterior, lo que constata que ha habido un cambio de ciclo, como pueden ser el IPC o la tasa de desempleo.
- Tasa de desempleo: cuando la economía se contrae, el desempleo crece, y cuando crece, aumenta el empleo, aunque no se produce exactamente al mismo tiempo.
Por ejemplo, en España, el PIB todavía creció en 2008, mientras el paro ya aumentaba desde el 8,57% hasta el 13,79%. Por ello, a pesar del crecimiento del PIB, se puede decir que la economía española ya estaba en una situación negativa en 2008. Por el contrario, en 2013 se redujo ligeramente la tasa desempleo, a pesar de que la economía todavía se contrajo en ese año.