Por su sencilla operativa, su fácil diversificación, seguimiento, liquidez y comisiones ajustadas la gestión pasiva gana cada vez más adeptos. Con una filosofía similar a la de los ETF, los ETCs o Exchange Traded Commodities replican el precio de una materia prima.
Recordatorio: fondos indexados vs. ETF
Aunque su uso está ya muy extendido, para enfocar mejor el artículo, comenzamos repasando brevemente qué es un fondo indexado y qué un ETF.
Ambos mantienen en su composición un porcentaje de acciones similar al índice de renta variable al que replica —copia o imita—. Por ejemplo, si es un fondo indexado sobre el IBEX 35, mantendrá una proporción de acciones similar y actualizada a la de ese índice. Las comisiones son menores que en gestión pasiva, pues sus operaciones internas se limitan a mantener la proporción del subyacente (el índice que replican).
La principal diferencia viene en la contratación. Las participaciones de indexados se compran y venden a través de las comercializadoras, al igual que un fondo de inversión. Los ETF o fondos cotizados cotizan en el mercado, como lo hacen las acciones.
Y en la fiscalidad: los ETF tributan como las acciones, es decir, cada operación de venta genera una ganancia o una pérdida patrimonial. Los fondos indexados tributan como los fondos de inversión tradicionales: solo si se reembolsan y no se traspasan a otro fondo.
ETC: un producto cotizado sobre materias primas
En 1985 la Unión Europea creó un marco legal común para los fondos de inversión. Es la conocida como UCITS, siglas de Undertakings for Collective Investment in Transferable Securities que podríamos traducir como entidades de inversión colectiva en valores mobiliarios.
Esta normativa fija los requisitos para los fondos de inversión de la UE: en qué clases de activos invierten, liquidez, diversificación… Y entre los requisitos de diversificación está que para ser comercializado como fondo o fund en inglés, como los ETF (Exchange Traded Fund), no puede invertir en una única commodity (una única materia prima). Al no ser posible para las gestoras la emisión de ETF sobre una materia prima que cumplan la normativa UCITS, surgen los ETCs (Exchange Traded Commidities).
¿Qué es un ETC?
Mientras que un ETF replica la composición de un índice, compuesto por una proporción variable de acciones de diferentes empresas, un ETC replica una materia prima exclusivamente (metales, petróleo, productos agrícolas). A diferencia de los ETF, los ETCs no son IICs (Instituciones de Inversión Colectiva) sino productos cotizados.
Invertir en ETCs significa comprar participaciones emitidas por una entidad por un valor referenciado al precio de una materia prima. En otras palabras, sería como comprar deuda de esa entidad, lo que convierte al inversor en su acreedor, con una peculiaridad importante, en el caso de réplica física esas participaciones están respaldadas con la propia materia prima (lo veremos a continuación con más detalle).
Por ejemplo, se compran 4 participaciones de un ETC en oro por 500 euros: equivale a comprar 500 euros de deuda de la entidad emisora, pero esos 500 euros están respaldados por su valor en lingotes de oro.
Al igual que los ETF, los ETCs también admiten una réplica física o sintética de su subyacente:
- Los físicos replican el valor de su materia prima subyacente, que almacenan en las cámaras acorazadas del custodio, identificando la fracción de materia prima que está asociada a la cuenta de cada inversor. Suelen ser sobre metales por ser almacenables con las adecuadas medidas de seguridad y no perecederas.
- Los sintéticos replican el precio de contratos swap o de índices sobre materias primas. Así, se puede replicar con ETCs sintéticos el precio del petróleo, alimentos o productos agrícolas. Suelen ser más complejos y de mayor riesgo, ya que la réplica sintética se hace a través de derivados (swaps), por lo que hay un riesgo de quiebra de la contrapartida del derivado.
Otro factor a considerar es el tracking error o error de seguimiento. Este ratio indica la exactitud en el seguimiento del precio de la materia prima. Será mejor, cuanto menor sea el error, es decir, cuanto menos se desvíe del precio de la materia prima, o cuanto antes sea capaz de reajustarse a él.
En cuanto a las comisiones, el emisor cobrará una comisión de gestión que se descuenta diariamente del precio del ETC. Además, en el caso de tener un respaldo físico, se añade el coste de su custodia (almacenaje), auditoría y gastos derivados de la compraventa y transporte. Al negociarse en el mercado, como los ETF o las acciones, el bróker a través del que enviemos la orden nos cobrará una comisión por su ejecución y por la custodia de los títulos.
La operativa con productos cotizados está dirigida a inversores que deben tener experiencia y conocimientos financieros suficientes para invertir en ellos. La inversión en estos productos requiere una vigilancia constante de la posición ya que comportan un alto riesgo y se puede perder el 100% del capital invertido.
Antes de efectuar cualquier contratación, es recomendable informarse legal, regulatoria y fiscalmente sobre las consecuencias de una inversión.
Las decisiones que cada inversor adopte, tanto de inversión como de nivel de delegación y asesoramiento, son su responsabilidad.
Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Singular Bank.