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Principales riesgos a los que se enfrentan las bolsas

riesgos de la bolsa

¿Nos encontramos ante un cambio de ciclo? ¿Estamos ante el principio de una nueva recesión económica global? Son muchas las incógnitas que nos surgen en este momento del ciclo y vamos a intentar situarnos en contexto para poder comprender qué está pasando en los mercados.

Si bien a principios de 2018 todo parecía indicar que la economía global sería sólida, las perspectivas para 2019 nos dan a entender que la economía se está desacelerando. En abril de este año el informe WEO proyectaba unas previsiones de crecimiento global del 3,9% para 2018 y 2019, pero ahora se han reducido 0,2 puntos porcentuales hasta un 3,7% para sendos años, según el informe sobre las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, de octubre de 2018. Este recorte puede parecer insignificante pero afectará a la economía mundial, desde Europa hasta China y desde África hasta América.

Las noticias que nos han estado llegando en los últimos meses como las del déficit en Argentina, la crisis en Turquía, el controvertido presupuesto de Italia, las elecciones en Brasil y México, guerra comercial, etc., tampoco hacen pensar en una solidez económica.

Quizá el “muro de contención” contra un estancamiento económico a nivel global este año haya sido el espectacular rally que han experimentado las bolsas americanas, sobre todo el S&P500 con las compañías tecnológicas. Pero ahora la situación parece haber cambiado y ya se están atisbando ciertas correcciones en los selectivos de ese mismo país. El Sistema de la Reserva Federal (Fed) está subiendo los tipos de interés gradualmente hasta 2020, donde se prevé que alcancen el rango del 3.25%/3,5%.

El BCE, por su parte, empezará a subir los tipos de interés a partir del año que viene, con lo que se espera afecte en los resultados de las compañías, que verán limitado su crecimiento por el encarecimiento de su financiación.

Por otro lado, el endurecimiento de la política monetaria no ha sido el único acontecimiento a destacar en los últimos meses. No podemos olvidarnos de los acontecimientos que se están dando en estos momentos y que afectan a la economía mundial. Como ejemplos podemos nombrar la guerra comercial, elecciones y ciertas políticas en los mercados emergentes, el déficit del nuevo gobierno italiano, el Brexit y el encarecimiento de la vivienda, entre otros.

Índice S&P500. Fuente: Bloomberg. (clicar para agrandar imagen).

Guerra comercial

Desde que el Gobierno de Donald Trump amenazase con imponer aranceles a productos chinos, ya se han aplicado alrededor de 250.000 millones de dólares de un total de 267.000 millones de dólares, que equivale a todas las importaciones chinas procedentes del país norteamericano.

Ante esta imposición, China contraatacó imponiendo y aumentando los aranceles a productos norteamericanos.

Esta escalada de aranceles hará aumentar los precios en ambos países reduciendo el poder adquisitivo de los ciudadanos y aumentando la inflación. Si la situación persiste y aumentasen las tensiones comerciales junto con un endurecimiento todavía mayor de las políticas monetarias, el crecimiento y la producción se verían afectados negativamente, que, en última instancia, podría propiciar una recesión global.

Ya que se trata de las dos mayores potencias económicas del mundo, se espera que a medida que pase el tiempo, las tensiones se apacigüen y se tomen posiciones menos agresivas para el beneficio de los mercados.

A todo esto hay que sumar las posibles tensiones políticas que puedan surgir entre Estados Unidos y Arabia Saudí a causa de la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi.

 

Emergentes

La liquidez económica global comienza a disminuir. Los mercados emergentes generaron sólidos rendimientos en 2016 y 2017 debido en gran parte al exceso de liquidez a nivel global y al bajo precio de los activos. Pues bien, la situación ha tomado otro rumbo desde las restricciones de liquidez ejercidas entre finales de 2017 y principios de 2018 que han generado una retirada de capital de los mercados emergentes y deja entrever el cambio de expectativas de crecimiento.

Tampoco ayudaron el nerviosismo generado a causa de las tensiones comerciales y el hecho de que la Fed comenzase a aumentar las tasas de interés. Si bien esta política monetaria se ha llevado a cabo para evitar un sobrecalentamiento de la economía del país, afecta colateralmente a otros países donde no existen condiciones financieras favorables.

El crecimiento de los mercados emergentes depende en gran parte de sus exportaciones en materias primas como de la apreciación del dólar que afecta a su deuda denominada en dólares.

Países como Turquía, México, Argentina o Brasil han generado el mismo número de dudas como noticias en los últimos meses:

Turquía

A principios de verano, Turquía hacía frente a unas nuevas elecciones en una situación de excesivo déficit por cuenta corriente y deuda en divisa extranjera. Recep Tayyip Erdoğan volvió a ganar las elecciones y se inició un periodo de alta inflación con subida de tipos de 625 puntos básicos hasta alcanzar un 24%. A esto se sumó la depreciación de la lira turca.
Por otro lado, el gobierno de Erdoğan ha aplicado políticas monetarias responsables con las cuales está evitando un contagio a otras economías emergentes.

Elecciones en México y Brasil

Si bien en el mercado todavía imperan las dudas sobre qué camino tomarán los gobiernos de México y Brasil, se espera que ambas economías progresen mejorando los pasados gobiernos y las expectativas para el futuro.

En México, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), insinuó que respetaría los acuerdos con los bancos nacionales y extranjeros y apoyaría la intención de mantener una estabilidad económica y financiera para el país.

Por su parte, Brasil viene de una recesión económica y su deuda doméstica todavía sigue aumentando así que el gobierno del nuevo presidente electo Jair Bolsonaro necesitaría implantar reformas estructurales.

Argentina

El FMI ha vuelto a reestructurar su programa de ayudas a Argentina ampliando el préstamo a 56.300 millones de dólares. No es la primera vez que la República Argentina solicita y recibe este tipo de ayudas, aunque los ciudadanos argentinos siguen sin aprobar al FMI ante el historial existente entre el fondo monetario y el país.

Italia

El argumento del gobierno de Giuseppe Conte, Salvini y Di Mateo es claro: incumplirán el compromiso con Bruselas para activar la economía de Italia. La tercera potencia de la eurozona tiene en jaque a los mercados europeos después de que sus dirigentes hayan previsto un déficit del 2,4% del PIB para los presupuestos de 2019, con una deuda del 130%.

Por el momento, las principales casas de rating ya están bajando su calificación al país transalpino y los spreads de la deuda italiana a 10 años se sitúan alrededor de los 300 puntos básicos.

No cabe duda de que Europa está en jaque y los mercados perciben el riesgo.

Brexit

El Reino Unido está dando que hablar desde que se presentaran los resultados del referéndum de junio de 2016 donde un 52% de la población votó a favor de abandonar la Unión Europea.

Han sido varias las reuniones entre la UE y la primera ministra Theresa May para intentar desbloquear las negociaciones pero parece que la incertidumbre del devenir del Reino Unido podría alargarse más de lo esperado a causa de la cuestión Irlandesa, que se plantea como el mayor inconveniente de la separación.

Precio de las viviendas 

Un tema que repercute considerablemente en el ciudadano es el desorbitado precio de los inmuebles en demasiados lugares a nivel global. Los precios no se equiparan a los sueldos y cada día es más complicado poder pagar el alquiler en las ciudades. También se teme un posible “caos” generado por los innumerables propietarios que quieran deshacerse de sus propiedades antes de que estalle la previsible crisis financiera.

Elaboración propia con datos de Numbeo.com (Cost of Living Index).

Conclusiones

Se atisba un parón del crecimiento económico global que posiblemente ejerza una corrección en esos mercados que han estado alcanzando máximos históricos en los últimos años. Cuando se viene de hacer números de récord, siempre parece que unas perspectivas menores sean objeto de preocupación, pero puede ser que simplemente sea una vuelta a la normalidad.

 

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