La economía cobró un mayor protagonismo a raíz de la crisis y muchos economistas se convirtieron en personajes mediáticos. Todos hemos oído hablar de la prima de riesgo o de las previsiones microeconómicas y macroeconómicas, pero realmente, ¿qué son? ¿Influyen en nuestro día a día o son simples tecnicismos alejados de la realidad?
Microeconomía
Etimológicamente, sería la economía de lo pequeño, y viene a ser eso. Es el estudio que analiza la actividad económica en función de los comportamientos individuales, tanto de particulares como de empresas. Y más concretamente, cómo evoluciona la oferta y la demanda para que, en función de éstas, las empresas puedan tomar decisiones sobre producción, costes y política de precios, en definitiva, poder influir de la mejor forma posible en la evolución de su negocio.
Es decir, y huyendo de tecnicismos, la microeconomía trata de explicar qué nos lleva a los consumidores a comprar un producto en lugar de otro, y cómo influye el precio en las decisiones de compra. Es una ciencia económica que tiene grandes influencias de la sociología y la psicología. Puede ser muy útil para emprendedores y gestores de empresas, ya que nos dice cómo se comportan los consumidores en la teoría, para a partir de ahí fijar los precios adecuado para maximizar el beneficio.
También se incluye dentro de esta categoría el estudio de los diferentes tipos de mercados existentes en función de las barreras de entrada que haya para las empresas dentro un sector: competencia perfecta, monopolio, oligopolio, etc…
Macroeconomía
Sería lo contrario de la anterior, la economía de lo grande, y viene a ser eso, una visión global de todo lo que ocurre en la economía. Seguro que a todos nos suena la expresión “cuadro macro”, que hace referencia a la situación económica general de un país o una región, analizando indicadores macroeconómicos como el PIB, la tasa de paro, los tipo de interés o la inflación, por citar algunos.
Estas y otras variables macroeconómicas están plenamente interrelacionadas, es decir, un crecimiento del PIB influye en la tasa de paro y esta a su vez en el consumo; al igual que una decisión de alterar los tipos de interés tendrá un efecto en la inflación. Además, en un mundo cada vez más globalizado, las decisiones económicas que toman las grandes instituciones de algunos países condicionan en muchos casos la situación de otros.
¿Me afectada todo eso a mí en el día a día? Pues realmente sí, porque al final la macroeconomía acaba condicionando muchas decisiones que toman los gobiernos y que sí nos afectan de lleno, como pueden ser los impuestos, el crecimientos de las pensiones, los sueldos de los funcionarios o los servicios sociales.
En definitiva, aunque la microeconomía y la macroeconomía parezcan términos alejados de la realidad, son conceptos que nos afectan más de lo que nos pensamos.