En el precio final que pagamos por volar en avión se incluyen varios conceptos y tasas que representan una gran parte del total del billete. Para que conozcas bien dónde se destinan tus euros cuando te subes en avión, te los detallamos a continuación.
Encontrar un vuelo económico a un destino apetecible es el primer paso en la planificación de las vacaciones por Internet. Del buscador de vuelos saltamos a la página de la aerolínea o de una gestora de reservas, y aunque algunos conceptos ya se encuentran en el primer precio mostrado, hay otros que solo conoceremos en el último momento, cuando vayamos a pagar:
¿Qué conceptos incluye el precio de un billete de avión?
De la aerolínea:
La aerolínea, en base a su estrategia de precios (que juega con la disponibilidad y el tiempo hasta el vuelo), determina un precio por asiento que contiene, entre otros:
- El consumo de combustible de un avión es muy elevado y representa un alto coste a dividir entre los pasajeros a bordo. El precio del queroseno varía, así que las aerolíneas estiman y deciden cuánto cobrar por este concepto a cada pasajero.
- Costes de seguridad y primas de seguros. Los controles de la aerolínea suman al precio del billete. Muchas incrementaron su seguridad después del 11-S.
Los que repercute la aerolínea al pasajero:
La gestora de los aeropuertos, que en el caso de España es AENA, cobra por sus servicios aeroportuarios a la empresa de aviación y a los pasajeros (están detallados en su web). De forma que una parte está ya dentro del precio base del billete y otra se cobra directamente al pasajero, aunque finalmente, ambas incrementan el precio del vuelo.
En esas tasas aeroportuarias se incluyen todos los servicios del aeropuerto: desde los controles de seguridad al control de las pistas, sin olvidar los costes de mantenimiento o el servicio de limpieza entre otros muchos. Además, si el viaje hiciera escala en otros aeropuertos, habría que añadir las tasas que determine la gestora de cada país.
Otros importes a sumar:
- IVA. En España, los vuelos desde y hacia otro país están exentos, no así los nacionales que tributan al 10%. En el extranjero, cada país aplica su impuesto sobre el valor añadido.
- Tasa de entrada y salida. Hay países que cobran una tasa especial por persona al salir o entrar a su territorio. Normalmente está incluida en el precio del billete.
- Pago con tarjeta. El último paso antes de completar la reserva es formalizar el pago, habitualmente mediante tarjeta. Aquí la aerolínea o agencia de reservas suele cobrar otro porcentaje (del 1% al 3%).
- Cambio de divisas. Si las partes implicadas en el proceso de compra de un billete (aerolínea, agencia, pasajero) manejan diferentes divisas, las comisiones de cambio también incrementarán el precio final.
Y los considerados extras del vuelo:
Por último, hay que señalar suplementos que la compañía aérea deja a elección del viajero. Serán fundamentales para algunos; para otros, completamente accesorios:
- Contratar un seguro adicional, o un seguro en caso de cancelación es uno de los suplementos que nos ofrece la aerolínea, pero no el único.
- Las restricciones en cuanto a dimensiones y peso del equipaje no dejan de crecer. Por ello, si el viajero lleva más bultos del que la aerolínea permite en la tarifa más económica, también toca pagar un suplemento.
- La elección de un asiento es ya considerada por las aerolíneas un privilegio por el que pagar.