Las tarifas planas son muy cómodas pero pueden salirte caras

Las tarifas planas son algo, que en mayor o menor medida, siempre han existido, aunque igual no se llamaban así. Al final, un restaurante que nos ofrece una comida tipo buffet libre no deja de ser eso, una tarifa plana. Cada día hay más productos que nos ofrecen esta alternativa. Lo bueno que tiene para el vendedor es que se asegura unos ingresos fijos. Vamos a analizar qué debemos tener en cuenta para ver qué opción nos conviene más como consumidores.

Qué es una tarifa plana

Una tarifa plana es un acuerdo entre comprador y vendedor, mediante el cual el comprador paga un importe fijo y a cambio tiene derecho a hacer todo el uso que quiera del bien o del servicio ofrecido por el vendedor. Hay tarifas planas ilimitadas, sin ninguna restricción, y otras que son limitadas, que tienen limitaciones o excepciones. Esa letra pequeña puede ser la clave para determinar si ese producto es interesante para nosotros o no.

Cuándo interesa contratar una tarifa plana

Normalmente, las tarifas planas son rentables cuanto más uso hagamos del bien o del servicio en caso de ser ilimitado, o cuanto más nos acerquemos a los límites que nos pone el vendedor. Por poner un ejemplo, si tenemos tarifa plana de datos en internet, cuanto más uso hagamos (streaming, descargas, etc.), más nos compensa la tarifa plana vs pago por uso.

En el caso de que haya limitación, pongamos 200 minutos, si gastamos 180 nos interesa, si gastamos 20, posiblemente no.

Las tarifas planas más utilizadas por sectores

Teléfono

Un clásico, y uno de los primeros servicios que adoptó esta modalidad hace años, con servicios de tarifa plana para llamadas nacionales o locales. Ahora, normalmente estas tarifas planas se ofrecen por defecto si contratamos el servicio de internet en casa, pero no siempre fue así. Sin duda, la irrupción de nuevos actores en el mercado con su liberalización empujó a los operadores a competir entre ellos, y la tarifa plana fue uno de los productos estrella.

Internet

Otro de los típicos productos sujetos a esta modalidad. En este caso, prácticamente desde su nacimiento se ha ofrecido en modo tarifa plana, pues así es como se realiza en otros países. De hecho, cada cierto tiempo aparecen noticias de que las operadoras se plantean ofrecer otras alternativas, pero si cada vez más servicios se ofrecen mediante internet (ahora televisión, por ejemplo), no parece lógico limitarlo.

Televisión

Inicialmente, con el nacimiento de la televisión por satélite en España, las extintas Digital Plus y Vía Digital optaron por hacer packs de su oferta, de forma que si querías ver fútbol, también te hacían pagar por canales que no necesitabas, Posteriormente, con canales como GolTV parecía que el mercado evolucionaba con la tendencia contraria, pero ahora con los packs convergentes de internet+teléfono+televisión se ha vuelto a vender en formato de packs. La gran ventaja para los operadores es que se aseguran ingresos elevados para aquellos que quieren disfrutar de determinados canales estrella.

Médico-Dentista

Otro segmento que ha ganado importancia con el paso de los años. Generalmente no se trata de tarifas planas ilimitadas, sino que ofrecen unos servicios básicos, y luego en función de las pruebas o tratamientos, tienen unas franquicias o precios estipulados.  El efecto que ha tenido es una drástica reducción de márgenes dentro del sector.

Gimnasio

Los gimnasios y servicios deportivos son otro producto que tradicionalmente ha funcionado mediante la modalidad del pago de una cuota mensual. Esto también incluye algunas modalidades en grupo como el muy de moda CrossFit, que pagando una cuota mensual tenemos derecho a un número limitado de clases. Sin embargo, han aparecido nuevas cadenas low cost que ofrecen cuotas muy reducidas (por debajo de 20€ mensuales) con unos servicios mínimos; posteriormente deberemos pagar si queremos usar determinados extras o incluso la ducha. Si vamos poco al gimnasio, puede interesarnos más que pagar una cuota elevada.

Mantenimiento

Otro de los productos típicos, sobre todo en la compañía de suministros (gas, electricidad). La ventaja que tienen es que si tenemos una incidencia en nuestra caldera o similar, hay un compromiso de asistencia urgente. La desventaja es que sólo incluye mano de obra por un tiempo limitado y deberemos aceptar el presupuesto de reparación que nos hagan.

Conclusión

El denominador común de todos los casos es que debemos valorar qué tipo de uso hacemos del producto o servicio y leer bien la letra pequeña, pues suelen existir restricciones para limitar el coste de la compañía que nos ofrece el producto/servicio.

En función de ello, debemos decidir si nos conviene contratar un producto de tarifa plana, o es mejor pagar cada vez que vayamos a hacer uso del servicio o producto.

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