Las Pequeñas y Medianas Empresas (pymes) y las microempresas son una parte fundamental del tejido empresarial y del empleo, especialmente en nuestro país. Precisamente, por esta importante contribución al funcionamiento de la economía y de la sociedad en su conjunto, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el 27 de junio como el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas.
La celebración de los Días Internacionales es una iniciativa de Naciones Unidas para sensibilizar a las personas acerca de determinados temas de interés general, derechos humanos, desarrollo sostenible o salud.
¿Qué dificultades afrontan las pymes y las microempresas? ¿Cómo contribuyen al buen funcionamiento de la sociedad? Te lo contamos en detalle.
Qué es una pyme y una microempresa
La definición de microempresa, pequeña o mediana empresa depende de cada país. Como es lógico, no es lo mismo una mediana empresa en Estados Unidos que una en Bangladesh, por ejemplo.
En España, una microempresa sería aquella con un volumen de negocios y de balance inferior a dos millones de euros (se incluiría también a los autónomos).
Por su parte, la pequeña empresa estaría entre 10 y 49 trabajadores y un volumen de negocio y un balance de hasta 10 millones de euros.
Mientras, la mediana empresa estaría entre 50 y 249 trabajadores, un volumen de negocio hasta 50 millones de euros y un balance hasta 43 millones.
¿Cómo contribuyen al buen funcionamiento de la sociedad?
Las pymes y microempresas proporcionan gran parte de los servicios de una sociedad. Panaderías, peluquerías, bares, pequeños comercios, etc. Sin ellas nuestra vida sería muy distinta.
Además, generan una parte importante del empleo. En España existen alrededor de 2 millones de autónomos. Aunque hay algo más de 3 millones de afiliados al RETA, pero aquí se incluyen otras figuras, como los autónomos societarios o los autónomos colaboradores. Además, hay más de 1.100.000 microempresas, más de 150.000 pequeñas empresas y más de 24.000 medianas empresas. Estas cifras implican que aproximadamente el 94% de las empresas españolas son microempresas.
En total, entre microempresas (incluyendo autónomos), y pymes generan unos 10,5 millones de puestos de trabajo, aproximadamente el doble que las grandes empresas (unos 5,3 millones). Es decir, que suponen aproximadamente 2/3 del empleo privado que se genera, un porcentaje similar al de la Unión Europea.
Además, las pequeñas empresas son un factor clave en la reducción de la pobreza y el fomento del desarrollo. En zonas rurales, son una alternativa de empleo y la única forma de generar ingresos y progresar para mucha gente. De esta manera, contribuyen al desarrollo sostenible de muchas zonas, proporcionando servicios y un medio de vida.
Qué dificultades afrontan las pymes y microempresas
Uno de los problemas a los que se enfrentan pymes y microempresas es la burocracia. Incluso los propios trámites de creación de una empresa pueden ser farragosos. Por ejemplo, en España se tarda una media de 13 días en crear una empresa, muy por encima de otros países, como Dinamarca (3 días) Francia y Estonia (3,5 días), Portugal (4,5 días) o con relación a la media de los países de la OCDE (8,3), tal y como refleja el informe Doing Business del Banco Mundial. Nuestro país se sitúa en el puesto 85 en este ámbito, muy lejos de gran parte de los miembros de la Unión Europea.
La competitividad es otro problema que afrontan las empresas pequeñas, a las que les resulta más complicado acceder a grandes inversiones, a financiación a precios competitivos o incluso a la atracción de talento. Incluso la formación y la escasa cultura empresarial pueden ser importantes trabas en el funcionamiento e incluso en la supervivencia de este tipo de empresas.
Casi un millón de microempresas en España no tienen Internet, y sólo un 4,5% de las empresas con menos de 10 trabajadores vende a través de la web, según la encuesta de uso de tecnologías del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un 27% de microempresas no tiene siquiera ordenadores.
Si aumentamos un poco más el tamaño, entre las pymes, de más de nueve empleados, un 80% tiene web propia (un 20% tiene tienda online) y un 50% utiliza las redes sociales para promocionarse.
Esta falta de equipamiento redunda en la productividad, ya que, a falta de maquinaria y equipos de procesamiento, el rendimiento y la productividad por empleado es menor.
El propio tamaño es precisamente otra de las dificultades. Como señalábamos anteriormente, el 94% de las empresas españolas son microempresas. Este porcentaje está ligeramente por debajo del 95% que registran en Italia, Países Bajos, Portugal o Francia, y algo por encima de otros como Suecia (93%), Israel y Lituania (92%) o Noruega y Finlandia (91%). Pero también queda muy lejos de otras economías avanzadas, como Canadá (sólo 72% de microempresas), Nueva Zelanda y Estados Unidos (79%), Alemania (83%) y Japón (86%).
La tasa de supervivencia es otro de los problemas de las empresas pequeñas. Muchas se crean como una forma de conseguir trabajo, pero sin la formación, experiencia o contactos adecuados. Por ello, España es uno de los países con una menor tasa de supervivencia, ya que, según los datos del INE, solo sobreviven un 40% de las empresas cinco años después de su creación.
El retraso a la hora de cobrar es otra dificultad añadida para una pequeña empresa. Aunque el período legal de pago son 60 días, la media en 2017 se situó en 77 días. Si a esto se añade los impagos, hay muchas compañías que no son capaces de resistir y se ven obligadas al cierre.
Relacionado con el aspecto anterior están las dificultades para obtener financiación, lo que puede representar dificultades de tesorería, incluso aunque la empresa funcione bien y tenga un buen nivel de ventas. Según el IV Informe de Financiación de la pyme en España, el 56% de las pymes que necesitan un crédito tienen dificultades para obtenerlo, siendo la principal razón la de no poder aportar las garantías necesarias. En ocasiones, otros canales de financiación, como el capital-riesgo, los business angels o incluso el crowdfunding, pueden resultar de mucha utilidad en este sentido.