La evolución natural de una empresa es ir creciendo en su volumen de negocio, bien con los recursos que ha ido generando (resultados que se quedan en la empresa en forma de beneficio no distribuido) o bien con ampliaciones de capital de sus dueños, los accionistas. Eso es lo que se conoce como crecimiento orgánico.
Para ese crecimiento, de forma muy simplificada, se puede optar básicamente por vender nuestros productos en nuevos mercados (expansión geográfica) o por nuevos productos complementarios a los ya existentes.
Sin embargo, se pueden acelerar los procesos con crecimiento mediante operaciones inorgánicas, es decir, fusiones y adquisiciones, las famosas M&A (en inglés, mergers and adquisitions).
Fusiones y adquisiciones
La compra en teoría se produce entre empresas de distinto tamaño, en la que el pez grande se come al pequeño, aunque últimamente hemos visto muchos casos en los que mediante operaciones con gran endeudamiento empresas pequeñas compran rivales de mucho mayor tamaño. Hay dos grandes grupos en las operativas de compra, segmentadas en función de la finalidad de la misma.
- Fusión: La teoría nos dice que se trataría de empresas de similar tamaño, que negocian de igual a igual. Aunque no tiene que ser exactamente al 50%, sí suele ocurrir que se fusionan tanto los negocios como los equipos humanos, de forma que se trata de un proceso de cierta complejidad, al no existir una parte que predomine sobre la otra.
- Compra estratégica: Suele ser la más habitual y la que tiene más lógica económica, y suele producirse entre compañías de la misma industria o sectores complementarios, tanto del mismo país como de otros. A diferencia de las fusiones, en este caso una parte es la dominante, y por tanto prevalecen sus criterios sobre la otra. Si la empresa adquirida cotiza en bolsa, es habitual que la operación se realice lanzando una OPA.
En estos primeros supuestos, la finalidad es incrementar la actividad de la empresa, así como aprovechar la eficiencia de las economías de escala, esperando que ambas empresas operando conjuntamente puedan reducir los costes y así aumentar los márgenes sobre beneficio.
En los años de la crisis en España, bancos como Caixabank o Sabadell se han quedado con bancos pequeños y cajas de ahorros. En la etapa anterior, BBVA y Santander compraron bancos locales en EE.UU., Latinoamérica y Reino Unido para impulsar su internacionalización.
- Compra especulativa: En este caso, son los fondos de capital riesgo los principales actores. Su finalidad es comprar empresas para tratar de vender su participación en un futuro.