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Filantropía: cifras, tendencias y previsiones

La filantropía a nivel global está creciendo, ganando visibilidad y creando un cambio necesario en todo el mundo. La educación es la principal prioridad, seguida de los servicios para las personas y el bienestar, la salud, el arte y la cultura.

El informe Global Philanthropy de la Harvard Kennedy School en colaboración con el banco suizo UBS es un paso fundamental para empezar a entender la magnitud, vitalidad e impacto global de la filantropía institucional.

Filantropía: prioridades

En él se recoge cómo la educación es una de las principales prioridades en todo el mundo, con cerca del 35% de las más de 30.000 fundaciones estudiadas en estos 24 países con al menos una parte de sus recursos dedicadas a ello, por delante de los servicios para las personas y el bienestar (21%), salud (20%) y arte y cultura (18%).

La mayoría de las fundaciones operan globalmente sus propios programas y actividades, si bien las becas son pieza fundamental en varios países (EE.UU. en particular).

Filantropía: un nuevo camino

Parece manifestarse un cambio hacia una filantropía de modelo multibenefactor y de financiación pública desde la práctica convencional de una única fuente de financiación. Y también, un aumento de la utilización en las fundaciones de estrategias distintas para maximizar su impacto, así como de la evaluación de los resultados.

Por último, muchas fundaciones reconocen la importancia de la colaboración con otras fundaciones y el gobierno para lograr un mayor impacto y alcance de sus acciones. Sin embargo, tales alianzas pueden ser difíciles de crear, gestionar y mantener. 

Cifras de la filantropía

Según esta fuente, la filantropía institucional suma más de 260.000 fundaciones en 39 países, si bien están muy concentradas en Europa (60%) y Norteamérica (35%), siendo un sector de rápido crecimiento (el 75% de estas fundaciones tiene menos de 25 años) y mayoritariamente independiente (90%).

Las fundaciones independientes son el modelo que predomina en EE.UU. (96%) y Europa (87%), mientras que las fundaciones corporativas son predominantes en América Latina (50%), las fundaciones vinculadas al gobierno lo son en China (38%) y Emiratos (73%), mientras que las fundaciones familiares dominan en África (35%).

Los activos bajo gestión superan los 1,5 billones de dólares y están muy concentrados en EE.UU. (60%) y Europa (37%) en los 24 países que recoge el informe. Sin embargo, los activos de la filantropía individual son modestos, pues el 90% registra menos de diez millones de dólares.

Por último, los gastos de las fundaciones superan los 150.000 millones de dólares anuales, con un 10% de los activos dedicados a proyectos de caridad, de media (relación entre los activos disponibles de una fundación y lo que realmente gasta en proyectos); no obstantre,  algunas fundaciones en países europeos y China parecen tener tasas de gasto mayor.  Por ejemplo, en España es del 37% y del 34% en Francia.

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Tendencias en la filantropía

En Pictet reconocen que 2021 fue un año muy bueno para la filantropía gracias al capital movilizado para luchar contra la pandemia. Y estas son las tendencias que consideran desde 2022:

  • Mayor separación entre el benefactor y la ONG.
  • Mayor colaboración entre fundaciones para avanzar en proyectos concretos.
  • Más integración entre inversión y filantropía. Lo llaman inversión responsable y es una fusión entre inversión y donación.
  • Crecimiento de la filantropía en Asia frente al mayor peso habitual de Europa y Norteamérica.

Así está el sector de la filantropía en estos momentos a nivel global y estas son las tendencias que se esperan para los próximos meses.

La operativa con productos cotizados está dirigida a inversores que deben tener experiencia y conocimientos financieros suficientes para invertir en ellos. La inversión en estos productos requiere una vigilancia constante de la posición ya que comportan un alto riesgo y se puede perder el 100% del capital invertido.

Antes de efectuar cualquier contratación, es recomendable informarse legal, regulatoria y fiscalmente sobre las consecuencias de una inversión. 

Las decisiones que cada inversor adopte, tanto de inversión como de nivel de delegación y asesoramiento, son su responsabilidad. 

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