Hay mucha gente que piensa que estamos viviendo una burbuja en el sector tecnológico, similar a la que tuvimos a principios de la década pasada. Aquella burbuja punto com dejó muchos damnificados y una aversión de mucha gente a las empresas tecnológicas. Dejó en nuestra memoria unas secuelas que nos hacen dudar de cualquier valoración que se haga de empresas tecnológicas.
Estamos oyendo hablar de valoraciones de empresas que ni siquiera cotizan en bolsa que son impresionantes. Últimamente hemos visto que Snapchat ha recibido una inversión de 500 millones de dólares valorando la compañía en 19.000 millones. Uber también ha recibido últimamente inversiones que la valoraban en 40.000 millones de dólares. Y no olvidemos que Facebook compró WhatsApp por 19.000 millones de dólares, empresa que no cotizaba en bolsa.
¿Estamos ante una nueva burbuja punto com? Para que tengamos una referencia, sólo 9 empresas del IBEX35 tienen capitalizaciones bursátiles superiores a 19.000 millones de dólares y sólo 5 en más de 40.000 millones de dólares.
Existen claras diferencias entre lo que está pasando ahora y lo que pasaba en los años del punto com. La primera es que en aquella ocasión había valoraciones tremendas de empresas que no tenían ingresos (ya no digo beneficios sino ingresos). El ejemplo paradigmático fue Boo.com que no hacía más que quemar dinero en una época en la que las ventas online no despegaban.
Pero no nos olvidemos de las experiencias locales como Terra Networks, que salió a bolsa en 11,81 euros y tres meses más tarde el precio estaba en 157,65 euros. Luego llegó a caer a 2,35 euros en los años siguientes. Era una empresa de contenidos y un ISP, pero realmente el negocio nunca llegó a ser impresionante a pesar de su espectacular revalorización inicial.
En cambio ahora estamos hablando de empresas con millones de usuarios e incluso con ingresos. Veamos los casos de empresas que fueron valoradas de forma astronómica antes de salir a bolsa y que no han decepcionado (en exceso) una vez han cotizado.
Facebook, antes de salir a bolsa llegó a valer (si contamos la compraventa de acciones entre particulares fuera de bolsa) más de 84.000 millones de dólares. Actualmente vale 224.000 millones de dólares y tiene un PER de 71,55, es decir, alto pero no infinito. Es una empresa que gana mucho dinero.
Twitter es un caso similar, aunque su crecimiento una vez en bolsa ha sido más lento. En su día, antes de salir a bolsa tuvo bastantes rondas de financiación y fue incrementando su valoración progresivamente. En 2010 valía alrededor de 3.000 millones de dólares. En 2011 unos 8.000 millones. Una vez en bolsa y a día de hoy tiene una capitalización bursátil de 30.000 millones de dólares y pierde dinero. Pero tiene bastantes ingresos, 479 millones de dólares el último trimestre (crecimiento del 97%). Es decir, es una empresa con millones de usuarios, que factura mucho dinero, que crece rápido en ingresos y que si sigue así empezará a ganar dinero con facilidad.
Y no olvidemos que una empresa tecnológica, Apple, es un monstruo de ganar dinero. Vale en bolsa más de 750.000 millones de euros con una subida el último año de más de un 74% en una empresa más que consolidada, algo que parece imposible. ¡Y con un PER de 17,44 a pesar de su crecimiento!
Es decir, estamos viendo últimamente valoraciones que parecen disparatadas. Pero es que hay empresas tecnológicas que surgen de la noche a la mañana que son capaces de ganar muchísimo dinero con facilidad, cosa que no sucedía en la burbuja punto com, que ni tenían beneficios, ni ingresos ni usuarios incluso. Aún así hay que ser precavidos, ya que las inversiones fuera de bolsa tienen bastante riesgo y no podemos estar seguros de que sea fácil monetizar usuarios. Facebook, por ejemplo, lo ha conseguido. A Twitter le está costando bastante. Y al resto, ya veremos.