Todos podemos imaginarnos lo que es la deuda sin recurso, aunque es posible que la tengamos asociada a otro concepto. Por ello, vamos a ver en detalle qué es y qué nos puede aportar, tanto desde un punto de vista personal como desde un punto de vista de un inversor.
Qué es la deuda sin recurso: definición y concepto
La deuda sin recurso es aquella que va ligada a un activo o conjunto de activos, y por la cual el deudor no responde con el resto de patrimonio. Un ejemplo serían las hipotecas que no tengan asociada garantía personal (en España, hasta ahora era algo poco habitual). Siguiendo con el ejemplo, si las hipotecas fueran sin garantía personal, llevarían implícita la dación en pago. Es decir, la vivienda es la única garantía del préstamo, y si no podemos pagar, el banco se queda el bien pero no puede reclamarnos nada.
Qué implica y cómo es el funcionamiento de este tipo de deuda
La implicación directa es que esa deuda tiene un riesgo limitado para el deudor, que es la pérdida del activo sobre el que se basa, pero no responde por el resto de sus bienes (tanto si hablamos de empresas como de particulares). Para el que nos presta eso es algo negativo, ya que reduce enormemente las garantías de cobro.
Qué activos se pueden utilizar
Además de en el mundo hipotecario, es frecuente en grandes proyectos empresariales de project finance: parques eólicos, grandes buques petroleros, etc. Incluso pueden aceptarse acciones pignoradas como garantía de un préstamo.
Ventajas y beneficios
La gran ventaja para el que se financia es que limita el riesgo, además de otorgarle mayores posibilidades de financiarse, ya que al existir una garantía real, los ratios de endeudamiento son muy diferentes.
Tipo de interés
Lógicamente, si es una ventaja para el prestamista y un problema de garantías para el prestatario, esto tiene un coste: la prima de riesgo. Una hipoteca sin recurso o con dación en pago tiene un tipo de interés más elevado que una con garantía personal.