Bien sabemos que el ahorro sigue siendo una de las asignaturas pendientes de los españoles, pues la tasa de ahorro de las familias cayó el pasado año al -1,2% de sus ingresos, la cifra más baja de los últimos 20 años. Un porcentaje que a muchos nos asusta, pues significa que gastamos más de lo que tenemos. Es decir, que vivimos por encima de nuestras posibilidades.
Eso implica que nos vemos muy apurados para llegar a final de mes. Tanto que es bastante habitual, por desgracia, que muchos dejen su cuenta a cero. O, peor todavía, al descubierto. ¿Qué quiere decir al descubierto? Significa en números negativos, es decir, que se debe dinero al banco. Éste lo adelanta para luego cobrárnoslo con intereses cuando nos ingresen la siguiente nómina.
Así, la entidad adelanta ciertos pagos o compras que realicemos en esos días, pero, evidentemente, eso no es gratis. El banco se queda con una comisión o interés por ello, y lo veremos bien reflejado cuando volvamos a cobrar. ¿Y de qué cantidad hablamos? Depende de la entidad y el importe de la cifra en números rojos, pero por lo general hay una pauta común.
¿Cuánto cuesta quedarse en números rojos?
El importe que se va a cobrar por dejar la cuenta al descubierto debe constar en el contrato de apertura de la cuenta bancaria. Conviene revisarlo para saber a qué porcentaje y cantidad asciende. Aunque hay una serie de comisiones que suelen cobrar casi todas las entidades:
- En primer lugar está el interés por saldo deudor. Todas las entidades lo calculan multiplicando el saldo negativo por el número de días en que haya estado la cuenta al de descubierto. Luego aplican el interés pactado en el contrato a la cantidad resultante de esta operación.
- Además, hay una comisión por descubierto tácito, que es diferente a los intereses. Esta se calcula tomando como base el mayor saldo negativo que se ha debido en un periodo determinado. Y según las pautas del Banco de España, en ningún caso podrá superar un TAE mayor a 2,5 veces el interés legal del dinero.
- Y en caso de que la situación de números negativos se prolongue, la entidad puede cobrar adicionalmente una comisión fija por las gestiones llevadas a cabo en ese tiempo, aumentando así la cifra debida al banco. Esta cantidad suele rondar los 30 o 40 euros.
Tras poner sobre la mesa los gastos que supone dejar la cuenta en números rojos, queda claro que deber dinero al banco sale caro.
Y existe otro riesgo añadido: que ese gasto se sume a los fijos del mes siguiente, provocando la entrada en un bucle de deudas cada mes, lo que dificulta o impide cualquier intento de ahorro.
Además, si la situación se prolonga en exceso se puede entrar en alguna lista de morosos que nos dificulte acceder a un crédito más adelante.
Como hemos visto, entrar en números rojos habitualmente puede llegar a tener consecuencias más allá del mero hecho de deber dinero al banco.
¿Cómo evitar los números rojos?
¿Qué se puede hacer para evitar esta situación? Lo básico y principal es controlar los gastos. Hay que ser muy consciente de cuánto se gasta cada mes y en qué se gasta para evitar dejar la cuenta a menos de cero. En este sentido, conviene activar alertas que avisen de cuándo se carga un gasto en la cuenta bancaria, y mantenerla actualizada y revisada casi a diario.
Por otro lado, también se puede acordar con la entidad bancaria que impida que se carguen gastos a la cuenta cuando no hay fondos, sobre todo, los relacionados con la tarjeta de crédito. Y, muy importante, conviene tener un colchón totalmente intocable para cuando suceda algún tipo de imprevisto, de modo que se pueda sufragar sin dejar la cuenta al descubierto.
Es imprescindible, por tanto, mantener una buena planificación financiera para evitar estas situaciones de deuda incontrolada. Porque, al fin y al cabo, deber dinero al banco es solo el mal menor. El problema de verdad vendrá si llega un gasto importante ineludible, pues no tendremos ahorros para poder afrontarlo.