No parece sencillo recortar los gastos de unas vacaciones de Semana Santa, con lo bien que vienen unos días seguidos de descanso laboral. ¿Pero quién ha dicho que hay que escatimar en descanso o en ocio? ¿No será mucho mejor plantear una estrategia ahorradora con la que disfrutar sin descuidar la economía familiar en la santa semana?
Planificar para ahorrar en viajes en Semana Santa
Con un mínimo de cuatro días sin ir a trabajar hay tiempo suficiente para algún viajecito por España. Como revelan los datos estadísticos del buscador de viajes Tripadvisor: Madrid, Tenerife y Sevilla son los destinos nacionales más visitados, frente a Londres, París y Lisboa como las ciudades internacionales preferidas. El estudio también destaca las principales motivaciones de viajar: conocer lugares nuevos (53%), visitas a amigos o familiares (27%) y aprovechar un descuento u oferta (10%).
Ya sabemos que planificar es fundamental para empezar ahorrando un viaje, no solo en las vacaciones de verano, sino también en las de Semana Santa, donde según la misma fuente, son la mayoría los que han reservado las vacaciones con 2-3 meses de antelación (29%), seguidos por los que las han planificado un mes antes (17%) y con 3.4 semanas (15%). No obstante, la demanda crece conforme se acercan las vacaciones, cuando los trabajadores conocen con exactitud qué fechas van a tener libres. Por ese motivo, reservar con antelación sería la clave para conseguir mejores precios.
Ser realistas con nuestra economía doméstica
La tarjeta de crédito es una buena compañera de ahorro si se usa de forma ahorrativa. Pero tirar descontroladamente del crédito en Semana Santa puede ser un verdadero quebradero de cabeza en los meses siguientes, especialmente si aplazamos la liquidación, sumando los correspondientes intereses.
En vez de obviar nuestras finanzas con la excusa de la Semana Santa, es más sensato ser realistas con el saldo de la cuenta corriente, hacer planes acordes a la economía doméstica y seguir los consejos de ahorro del blog de Self Bank.
Presupuesto diario y semanal
Como en muchos ámbitos de la vida del ahorrador, un presupuesto es de gran ayuda. Tras revisar la salud de la economía personal y familiar y antes de empezar a reservar nada, es el momento de apuntar cuánto podemos gastar como máximo en alojamiento, comidas, desplazamientos y actividades. Se puede presupuestar por días, o en total para toda la Semana Santa.
Control de gastos
Aunque de poco servirá un presupuesto si no controlamos cuánto vamos gastando durante las vacaciones. Sin volvernos locos, basta con ir registrando los gastos o, sin llegar a tanto, calcular cuánto hemos gastado al final de cada día. Para presupuestos y, en general, para ahorrar viajando existen aplicaciones móviles muy útiles.
Jueves santo es como agosto en verano: para ahorrar, hay que evitarlo
De igual modo que para ahorrar en verano es aconsejable evitar agosto, si en Semana Santa elegimos otros cuatro días que no sean de jueves santo a domingo de resurrección, estaremos directamente ahorrando unos buenos euros. Para un cofrade sería impensable, pero para los demás, ¿por qué no adelantar o atrasar estos días de vacaciones, si el trabajo lo permite y si cuadra con las posibilidades de la familia? Así, ahorraríamos en desplazamientos, transporte y comidas.
Ahorrar en desplazamientos
Y no solo en caso de viajar en avión, porque ¿quién no teme a las operaciones salida y retorno de Semana Santa? Representan todo un derroche de tiempo, combustible, nervios y, por supuesto, euros. Sin cambiar el período de vacaciones completo, con adelantar o retrasar la salida y el regreso un día, o solo medio, estaremos desplazándonos de forma mucho más eficiente, más todavía si seguimos los siete trucos para ahorrar al volante.
Ahorrar en alojamiento
El alojamiento puede llegar a ser el principal desembolso en unas vacaciones de Semana Santa, con tasas de ocupación hotelera que superan el 90% en los destinos más demandados. Es, por tanto, el principal objetivo para ahorrar en estas vacaciones. Adelantarse aquí también es fundamental, pero también sirve no obviar ningún tipo de alojamiento, no solo los hoteles tradicionales, sino guesthouses, bed and breakfasts, casas rurales, albergues, apartamentos vacacionales o, por qué no, social travel.
Ahorrar en restaurantes y tiendas
Este consejo sería aplicable para cualquier período de vacaciones, y en Semana Santa cobra vital importancia, ya que la mayor demanda dispara los precios de establecimientos y restaurantes más populares. Y ojo, porque ser más conocido o estar mejor ubicado no implica mayor calidad ni mejor servicio, y probablemente será más caro. Resulta útil dejarse aconsejar por los habitantes de cada localidad y no solo por Internet y guías de viaje.
Semana Santa, ¿días de verano en primavera?
Especialmente en las semanas santas de abril o en como es el caso este año, a finales de marzo, el tiempo suele acompañar para salir más y realizar actividades al aire libre sin que por ello haya que salirse del presupuesto: el calor y los días más largos van pidiendo ir a la playa (gastando como si te quedaras en casa), y los más pequeños nos recuerdan que ya han abierto los parques temáticos.
Planes gratuitos
Las calles se convierten en el principal atractivo turístico en ciudades como Sevilla o Málaga, donde la tradición de la Semana Santa tiene especial relevancia. Salir a ver pasos y tronos junto con todo el movimiento cultural que representa es interesante y, a la vez, gratuito. Por otra parte, en ciudades de playa, si las temperaturas acompañan, con protector solar y sombrilla, el entretenimiento también es muy económico.
Y en general, en todas las ciudades existen planes gratuitos. Exposiciones, mercadillos y otros eventos que permiten disfrutar del tiempo libre con entrada gratuita o muy reducida. Así que no está de más echar un vistazo en la página del ayuntamiento o en la prensa local, sin olvidar que en algunas ciudades los museos tienen día de entrada gratis.