En el siglo XXI vivimos conectados a Internet y las tiendas online son una verdadera alternativa para nuestras compras. Ahora no solo compramos en la tienda de la esquina, también lo hacemos en negocios virtuales ubicados en cualquier lugar del mundo, atraídos por una mayor variedad y por un mejor precio. Pero cuidado con las aduanas, porque puede que nuestro pedido tenga que pagar por atravesar fronteras.
Qué es una aduana
«Oficina pública, establecida generalmente en las costas y fronteras, donde se controla el movimiento de mercancías sujetas a arancel, y se cobran los derechos que estas adeudan.» La primera definición de la RAE no puede ser más concisa y explicativa, pero cabe puntualizar qué se considera frontera:
España y los países miembros de la Unión Europea forman parte del Territorio Aduanero Comunitario (TAC), con algunas excepciones:
- San Marino y Mónaco, que no son parte de la UE, pero sí del TAC.
- Ciertos territorios de países de la UE, que están excluidos del TAC. Entre otros, Ceuta y Melilla de España, las islas Feroe y Groenlandia de Dinamarca o los territorios de ultramar franceses.
Cómo funcionan las aduanas
Pues bien, dentro de los límites del TAC las mercancías circulan sin ningún control aduanero, ni pago de aranceles. En cambio, cuando entran o salen mercancías hacia o desde el TAC, éstas se depositan en las aduanas para ser sometidas a diversas medidas de control:
- Declaración aduanera, donde entra en juego el conocido DUA (Documento Único Administrativo), la documentación que acompaña a la mercancía, explica su contenido y sirve de base para la declaración tributaria.
- Inspección de la mercancía, para comprobar que es cierta la declaración aduanera y para luchar contra el contrabando y blanqueo de capitales.
- Pago de los aranceles correspondientes por esa entrada o salida de mercancía del TAC.
El IVA y los aranceles
Cuando compramos por Internet o alguien nos manda un paquete desde un país externo al TAC, como China o Estados Unidos, es obligatorio el pago del IVA y de los aranceles. Tranquilos, hay excepciones:
Según se aclara en la web de la Agencia Tributaria, dependiendo del remitente y del valor de la mercancía habrá que pagar IVA y/o arancel, siendo el genérico del 2,5% aunque varía según la clasificación de la mercancía, hasta alcanzar un máximo del 17%.
- Si el remitente es un particular:
- Valor menor o igual que 45 euros: exento de arancel e IVA.
- Valor mayor que 45 euros: sujeto a arancel (2,5%) e IVA (21%).
- Si el remitente es una empresa:
- Valor menor o igual que 22 euros: exento de arancel e IVA.
- Valor mayor que 22 euros y menor o igual que 150 euros: exento de arancel y sujeto a IVA (21%).
- Valor mayor que 150 euros: sujeto a arancel (2,5%) e IVA (21%).
Cuántas posibilidades tengo de que me hagan una inspección
Esa es la pregunta que se hace el que compra algo por Internet en una tienda online de un país fuera del TAC. La teoría es muy sencilla ya que, como hemos visto, en función del valor del producto comprado hay que pagar un sobrecoste o no. Para cuantificarlo nos vamos a la página web de Correos donde encontramos un ejemplo numérico en el que, para una mercancía de 100 euros se acaba pagando entre IVA, arancel y gestiones de Correos 39,13 euros más. Sin duda, ese 40% extra es un dato que deberíamos considerar antes de confirmar nuestro pedido por Internet.
Sin embargo, no todos los pedidos son retenidos en aduana y terminan llegando al destinatario sin sobrecoste. Aunque toda mercancía es inspeccionada por razones de seguridad, no es factible analizar todos los paquetes para comprobar que el valor coincide con el declarado:
- Si el valor declarado es mayor a 22 euros, es muy probable que sea retenido pues el destinatario deberá pagar, al menos el IVA.
- Los paquetes más pesados y de mayor tamaño, por lógica, tienen más probabilidades de incluir mercancía de mayor valor.
Cómo se pagan los aranceles comprando por Internet
Hay que señalar que si el método de envío elegido es correo ordinario, al llegar a España será Correos quien termine la entrega y, en su caso, quien realice los trámites para cobrar el IVA y el arancel. Así se informará en el momento de la entrega. Si no se pagase la cantidad notificada, el paquete será devuelto a su origen.
En cambio, si se envía mediante una empresa de transporte, hay que pagar por adelantado el importe que corresponda de IVA y arancel, más la comisión que cobre dicha empresa por la gestión.