La biogerontología es el subcampo de la gerontología o estudio de los distintos aspectos de la vejez y el envejecimiento de la población que estudia el proceso de envejecimiento biológico, sus orígenes evolutivos y los medios potenciales para intervenir en este proceso natural.
En un artículo anterior ya tratamos sobre esta megatendencia cuando hablamos de las tecnologías disruptivas o Moonshots, al explicar que avanzamos hacia la curación de una enfermedad que se llama envejecimiento. De hecho, hay previsiones un tanto optimistas que afirman que cuando eliminemos el 90% de los problemas de salud, la expectativa de vida podría alcanzar los 500 años.
¿Qué es la biogerontología?
En los últimos años, la ciencia ha avanzado considerablemente en lo que siempre ha sido una enfermedad que no tenía cura: el envejecimiento. Tanto es así que la biogerontología surge como concepto hacia el año 2000, cuando se acuñó el término por primera vez.
Dicho de una forma más sencilla, la biogerontología es la ciencia que estudia los procesos biológicos del envejecimiento, así como las enfermedades asociadas a ello.
¿Cuáles son los tres pilares de la biogerontología?
- El envejecimiento empieza al final de la expectativa de vida natural de una especie, denominado como Esperanza de Vida Esencial (ELS) y se caracteriza por una pérdida progresiva de funciones físicas que terminan en la muerte del individuo.
- No hay gerontogenes o envejecimiento celular programado en ninguna parte de nuestro cuerpo que sea causante de la muerte de un individuo.
- La progresión del envejecimiento es diferente en las diferentes especies, pero también en los diferentes individuos de una misma especie, en los distintos órganos o en los distintos tejidos de un mismo organismo… hasta en las mismas macromoléculas de una misma célula.
Estudio del envejecimiento
Los expertos definen el envejecimiento como el resultado de un mantenimiento imperfecto y de unos sistemas de reparación del cuerpo que permiten una progresiva reducción del espacio homeodinámico de un individuo.
Así, se concluye que el envejecimiento celular es un fenómeno que no controla ningún mecanismo o regulador central. De forma individual, ningún tejido, órgano o sistema se agota totalmente de forma funcional hasta la muerte de un organismo viejo, y es la interacción dinámica y la interdependencia a todos los niveles biológicos lo que determina la calidad y la duración de la vida de un individuo.Dicho de otra manera: contra lo que se creía antes, no hay una esperanza de vida máxima para una especie.
Teorías del envejecimiento
Los análisis sobre la correlación de la longevidad o la esperanza de vida entre hermanos y gemelos indican que la contribución de los genes a la esperanza de vida de una persona o individuo es de cerca del 25%.Esto implicaría que los factores no genéticos, epigenéticos y medioambientales tienen una influencia de más del 75% a la hora de determinar la esperanza de vida de una persona. Esto implica también que el envejecimiento, la esperanza de ‘buena’ salud (health span) y la esperanza de vida no están predeterminadas y pueden ser moduladas.
Impacto sociocultural y medioambiental
Si el envejecimiento no es una enfermedad mortal sino una situación que puede ser modulada, cualquier avance que se logre en la curación de las enfermedades o los problemas de salud de las personas, provocaría un aumento de la esperanza de vida.
Esto sería así porque la muerte celular por envejecimiento no está ‘programada’ como tal en las células, tejidos u organismos y solo es producto de un mal mantenimiento o funcionamiento de los sistemas de reparación del cuerpo.De ahí que se considere la biogerontología un unicornio o una megatendencia por explorar ante el inevitable y enorme impacto que tendría en la economía global un menor envejecimiento o una mayor esperanza de vida de los seres humanos.
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