El 4 de diciembre se conmemora el Día de los Bancos y con este motivo vamos a repasar cómo funciona un banco, de dónde obtiene el dinero que presta a los clientes y qué productos financieros ofrecen, además de explicar cómo afectan otras cuestiones fundamentales en el ámbito financiero, como la solvencia o la liquidez.
¿Cómo funciona un Banco?
Tal y como indica el Fondo Monetario Internacional, la función principal de un banco es la de canalizar el dinero, captando fondos de los depositantes y prestándoselo a los que lo necesitan (prestatarios).
Los préstamos ya existían en las civilizaciones antiguas, como Babilonia, China, India o el Imperio Romano, pero eran realizados por personas o familias acaudaladas que podían dejar dinero a otras, y no por instituciones que tuvieran como función canalizar el dinero. El nacimiento de la banca moderna se suele ubicar en 1407, cuando fue creado el Banco di San Giorgio en Génova (Italia).
El funcionamiento normal de las entidades financieras consiste en captar depósitos a cambio de una remuneración y prestar el dinero a otras personas, cobrando por ello un tipo de interés, obteniendo beneficios por la diferencia entre lo que se cobra y lo que se paga.
¿De dónde obtienen dinero los bancos?
Los bancos pueden obtener el dinero de diversas fuentes:
- El que depositan los ahorradores en la entidad, en cuentas corrientes, depósitos y otros instrumentos financieros.
- Capital aportado por los accionistas y reservas que acumula la entidad a partir de los beneficios que va obteniendo, que conforman sus fondos propios.
- Préstamos interbancarios: dinero que obtienen a partir de otras entidades. De hecho, el término euríbor significa Tipo Europeo de Referencia Interbancaria (Euro InterBank Offered Rate), es decir, el precio al que se prestan las entidades entre sí.
- Titulizaciones de deuda, con las que obtienen dinero con la garantía de activos.
- Emisiones de bonos y otros tipos de deuda, por las cuales paga un tipo de interés al inversor.
¿Qué garantías tiene el dinero depositado?
El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) garantiza el dinero que el depositante deja en la entidad. Este tipo de fondo existe en todos los países de la Unión Europea. La Directiva 2014/49/EU del Parlamento Europeo estableció un nivel de cobertura de 100.000 euros por titular y banco, para los siguientes tipos de activo: cuentas de ahorro, cuentas corrientes y depósitos a plazo fijo; respecto a los depósitos en valores (acciones o bonos), cubre la no restitución de esos valores, pero, lógicamente, no la pérdida de valor o el riesgo de crédito.
¿Qué es la solvencia?
La solvencia es un indicador fundamental para los bancos, ya que mide la relación entre el capital del que dispone y el riesgo que asume. Hay diferentes medidas de la solvencia de una entidad y los diferentes acuerdos internacionales que se han ido tomando (Basilea I, Basilea II y Basilea III) han ido encaminados, entre otros aspectos, a reforzar la solvencia de las entidades para poder hacer frente a situaciones imprevistas o que ocasionen un estrés adicional (como la crisis financiera de 2007-08, por ejemplo).
Las principales ratios de solvencia que se utilizan son:
- CET1: es el Common Equity Tier 1 o capital mínimo de calidad. Se calcula dividiendo el capital de máxima calidad o TIER 1 (capital + reservas) entre los activos ponderados por riesgo, y debe ser mayor al 4,5% (anteriormente se situaba en el 2%).
- TIER1: además del capital y las reservas, el TIER 1 incluye las participaciones preferentes, los híbridos de capital y la deuda sin pagar, y debe ser mayor al 6%.
- TIER2: además de lo incluido en el TIER 1, se añaden las reservas de regularización o revalorización de activos, fondos de la obra social, capital social de las acciones sin derecho a voto y algunas provisiones, debiendo superar el al 8%.
¿Qué es la liquidez?
La liquidez es un parámetro que hace referencia a la capacidad del banco para disponer de efectivo (o activos líquidos) para hacer frente a sus necesidades. La cantidad mínima que deben tener las entidades financieras se establece a través del llamado coeficiente de caja, que en la eurozona está fijado en el 1% desde el año 2012 o, dicho de otra manera, de cada 100 euros se podrían prestar hasta 99.
Esta cantidad suele ser más que suficiente para el funcionamiento diario de una entidad. Por ello, si deseamos sacar una cantidad relativamente importante de nuestra cuenta, deberemos avisar previamente a la sucursal para que la tenga preparada.
Esta forma de funcionar permite a los bancos «crear dinero»:
Supongamos que de los 100 euros ingresados por alguien en su cuenta, la entidad presta los 99 que le permite el coeficiente de caja (cc). Con ellos, el prestatario realiza una compra, cuyo dinero pasa a estar en la cuenta del vendedor. A su vez, el banco de este presta el 99% a otra persona, que lo utiliza para comprar algo, y así sucesivamente. Si esta progresión siguiese hasta el final, se llegaría una cifra equivalente al importe inicial x (1/cc), en este caso: 100 euros x (1/0,01) = 10.000 euros.
Productos financieros
Con el dinero obtenido a través de las fuentes anteriormente comentadas, los bancos comercializan diversos productos financieros, tanto para particulares como para empresas y organismos públicos como, por ejemplo:
- Préstamos hipotecarios.
- Préstamos al consumo.
- Préstamos para inversión.
- Pólizas de crédito.
- Líneas de descuento de efectos.
- Líneas de anticipos de crédito.