¿Y si tu dinero también acaba sus vacaciones y se pone a trabajar para ti?

Durante el periodo estival muchos inversores se toman un respiro de los mercados financieros. El verano suele ser un periodo con menos volumen de operaciones financieras en todos los mercados. Sin embargo, el principio de curso escolar ya está aquí, y es un buen momento para revisar nuestra estrategia de inversión e intentar que nuestro dinero trabaje de la mejor manera para nosotros.

¿El principio de curso es un buen momento para empezar a invertir?

Muchas veces la incertidumbre inherente a los mercados financieros nos hacen retrasar la toma de decisiones. Cuesta empezar una estrategia de inversión porque siempre parece un momento peligroso e incierto. Los mercados son así. Sin embargo no poner el dinero a trabajar suele ser uno de los principales errores que cometen los ahorradores. Para cualquier inversor a largo plazo el tiempo es uno de los mejores aliados. Y para aprovechar esta ventaja hay que implementar una estrategia de inversión inteligente.

Si somos proclives a postergar decisiones importantes ante la incertidumbre, tal vez sea buena idea simplemente empezar. A veces lo perfecto puede ser enemigo de lo bueno. Nunca vamos a encontrar una estrategia perfecta. No debemos caer en la parálisis por miedo a equivocarnos. Nadie acierta siempre en los mercados financieros. Lo importante es comprender el riesgo que se asume, y ser prudente.

¿Qué necesito para empezar a invertir?

La mayoría de ahorradores cree que para invertir sólo necesita dinero y una cuenta en un broker. Y aun siendo esto en parte cierto, lo que realmente necesitan más que cualquier otra cosa, es una buena estrategia de inversión. Sin ella la mayor parte de operaciones terminan siendo aleatorias y especulativas.

Una buena estrategia de inversión se puede implementar con muy poco dinero. Definir qué es una buena estrategia de inversión es complicado, ya que es algo que en parte depende de cada perfil y caso. Pero sí que hay unas ideas generales que pueden resultar útiles a la mayoría de inversores.

A la hora de plantearnos una estrategia de inversión, hay una serie de preguntas que nos podemos hacer para guiarnos. Aunque las respuestas que demos a estas preguntas variarán en función de nuestra situación y circunstancias, son cuestiones que nos pueden ayudar a todos a pensar y estructurar nuestra estrategia de inversión.

¿Qué parte de mis ahorros debo invertir?

Debemos tener en cuenta que cada tipo de activo suele tener un plazo aconsejable. Por ejemplo no tiene la misma volatilidad la renta fija que la renta variable. Aunque la renta variable a largo plazo es históricamente el activo que mejor resultados ha obtenido, los que invierten en ella deben de estar dispuestos a soportar una volatilidad importante y a ser conscientes de que pueden perder dinero.

Por tanto es buena idea no invertir en renta variable aquel dinero que vayamos a necesitar en un plazo corto de tiempo. Una buena distribución entre diferentes tipos de activos nos permitirá suavizar parte de la volatilidad típica de los mercados financieros.

¿Qué clases de activos debo tener en mi cartera?

La mejor respuesta es que cada inversor debe de sobreponderar aquello que conoce mejor, a la vez que intenta mantener una diversificación adecuada. La diversificación es una de las herramientas fundamentales de que disponemos como inversores para controlar el riesgo de nuestras carteras.

Una buena diversificación consiste en tener no sólo diferentes clases de activos, sino también que correspondan a diversas geografías, divisas, etc. Los diferentes clases de activos pueden incluir entre otros:

  • Renta variable
  • Renta fija
  • Activos inmobiliarios
  • Materias primas
  • Divisas

¿Qué herramientas y vehículos de inversión son más apropiados para mi?

Con el acceso tan amplio del que disponemos hoy en día a toda clase de activos financieros, puede parecer complejo crear una cartera amplia y diversificada. Sin embargo nada más lejos de la realidad. Precisamente por el enorme desarrollo de productos es más fácil que nunca encontrar fondos que abarcan amplios mercados y profundamente diversificados. Un buen lugar para empezar a buscar son fondos que repliquen índices globales o muy amplios como el MSCI World.

Conviene encontrar un buen equilibrio entre comodidad y personalización. Para inversores con poca experiencia una solución simple como un fondo muy diversificado y amplio puede ser muy buena opción. Para aquellos inversores que prefieran personalizar más su cartera pueden optar por fondos sectoriales o de gestión activa.

A medida que vamos adquiriendo experiencia en los mercados y formando nuestro criterio y estrategia, podemos ir escogiendo activos más específicos como acciones individuales de empresas o emisiones concretas de deuda, etc. Pero siempre manteniendo un grado de diversificación apropiado para nuestro perfil y circunstancia.

 

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