declaración de la renta para novatos

Tu primera vez. Las claves de la declaración de la renta para novatos

En plena pandemia y confinados en casa por el COVID-19, la declaración de la renta llama a la puerta, como cada año por estas fechas. Saldar las cuentas anuales con Hacienda es algo que no se aplaza ni en las especiales circunstancias que vivimos, a pesar de que algunos colectivos lo han reclamado teniendo en cuenta la situación. En este artículo te decimos las claves para la declaración de la renta para novatos.

Por ello, a partir de abril y hasta final de junio tendremos el plazo para hacer la Declaración de 2019. Nos pilla en plena cuarentena y aumenta el temor habitual hacia este trámite, por la posibilidad de equivocarse y la respectiva sanción y, como cada año, por la posibilidad de que salga a pagar.

Pero, sin duda, las dudas más grandes las tienen quienes se enfrentan a ella por primera vez. Con la incertidumbre de preparar todo encerrados, probablemente, sin contar con ayuda experta en persona y sin disponer de atención presencial en las oficinas de la Agencia Tributaria hasta que termine el confinamiento.

Por ello, a continuación compartimos algunas claves para que no se sientan tan desamparados ante la primera vez con este trámite. Además, recordarles que siempre pueden llamar a la Agencia Tributaria para que les resuelvan cualquier duda relacionada con el impuesto. Y que las gestorías siguen trabajando, para que puedan hacer sus gestiones de forma telemática.

Declaración de la renta: todo lo básico que debes saber

Para aquellos que se estrenan con su IRPF este año, lo primero que deben saber es que no hay que tener miedo. Pensándolo fríamente, no es más que otro trámite y que en muchos casos solo se trata de revisar que la información del borrador es la correcta. Con tranquilidad, dedicándole el tiempo necesario, siguiendo los pasos al ritmo de cada uno y considerando poco a poco todas las rentas del año pasado, todo saldrá bien.

El primer consejo es cotejar bien nuestros datos fiscales en poder de la Agencia Tributaria, porque son la fuente de información del borrador de la declaración. Seguidamente, no basta con avanzar apresuradamente por las sucesivas pantallas de Renta Web, sin verificar los datos que van apareciendo y confirmar el borrador rápidamente. Porque esa es solo la base que envía Hacienda, para que desde ahí el cotizante complete lo que no consta. Hay datos que no incluye y, si hubiese una revisión posterior de esa información inexacta o incompleta del contribuyente, podría dar lugar a recargos y sanciones.

Una cosa a tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra es que no estás obligado a hacer la declaración del IRPF si en 2019  sólo obtuviste rentas del trabajo por un importe íntegro inferior a 22.000 euros y tuviste un solo pagador (o más de un pagador si la suma de las cantidades percibidas del segundo y restantes pagadores por orden de cuantía no superen en su conjunto 1.500 euros anuales) o por un importe íntegro inferior a 14.000 euros cuando tuvíste más de un pagador y la suma de las cantidades percibidas del segundo y restantes pagadores, por orden de cuantía,superen en su conjunto la cantidad de 1.500 euros anuales. Aunque si sale a devolver, siempre conviene. Sucede así porque, a lo largo del año te han aplicado más retenciones o hiciste más pagos a cuenta de los que te corresponderían según el IRPF.

Una vez aclarado esto, continúa repasando tu borrador. Será más fácil hacerlo si eres un empleado de una empresa que si eres autónomo, porque en el segundo caso, tienes que incluir a uno a uno todos tus pagos, facturas y deducciones. Aunque, si has presentado declaraciones de IVA trimestrales tendrás los datos más a mano. Y, como decíamos, debes ser muy minucioso a la hora de incluir todo.

Cuando hayas repasado bien tu borrador, comprueba si tienes derecho a deducciones. Es importante conocer a las que puedes acogerte porque algunas de esas deducciones pueden beneficiarte, e incluso cambiar de signo el resultado de tu declaración. Por ejemplo, si tienes una hipoteca o un alquiler, puedes tener derecho a algunas. Además de las estatales, las comunidades autónomas tienen también otras deducciones que podrían minorar tu cuenta pendiente con Hacienda.

Igual sucede con las cuotas que pagues a ONGS o partidos políticos, si estás afiliado a alguna de estas entidades, o a colegios profesionales o sindicatos. Eso sí, ten en cuenta que hay muchas variaciones entre comunidades autónomas, así que entérate de cuáles son las que están en vigor en la tuya, porque cambian en las distintas regiones.

Solicita ayuda siempre que dudes

La declaración de la renta no es algo baladí. Hay que poner tiempo y empeño en hacerla bien, pues cualquier mínimo fallo o despiste podría dar lugar a una sanción. Por lo tanto, antes de arriesgarte, lee bien los manuales de la Agencia Tributaria sobre IRPF y, sobre todo, consulta si sigues teniendo dudas.

Tanto a familiares como a expertos, no dudes en hacerlo si no te sientes seguro del todo. Lógicamente, contratar un gestor que nos haga la declaración tiene un coste, pero no hay que olvidar que la Agencia Tributaria tiene un servicio presencial para hacer las declaraciones a los ciudadanos, que es gratuito. Si bien, con el confinamiento de este año, se ha pospuesto hasta finales de mayo.

Con tiempo y sin prisas, es más difícil equivocarse en el IRPF

Una vez tengas ya todo cumplimentado, repasa de nuevo. Asegúrate de que todos tus datos fiscales están en orden, de que has incluido bien las deducciones en caso de tener derecho a alguna y de que la cantidad percibida por rendimientos del trabajo es correcta. Para estar seguro de esto espera a recibir de tu empresa el resumen anual, o pídelo si lo crees necesario.

Así, aunque de primeras te asuste este trámite, no tengas miedo. Al final es algo que todos los españoles tenemos que hacer, así que, si no te ves capaz sólo, alguien siempre te puede ayudar, al menos en esta primera vez, o en las primeras veces.

Lo fundamental es no tener prisa y revisar todo varias ocasiones antes de confirmar la declaración. Y como el plazo para hacerlo es largo, tres meses completos, si te pones pronto a hacerlo, no hay por qué correr. En este caso, ser lento es una ventaja.