Trucos y consejos para proteger al máximo nuestra privacidad en internet

Hoy en día es imposible no sentirse seguro a la hora de realizar transacciones económicas en internet, no podemos dudar de la seguridad en las compras y se debe en gran medida a los sistemas de seguridad que implantan las diferentes empresas que como El Corte Inglés, Casa del Libro, Amazon, Iberia,… ya ven como la compra online representa un alto porcentaje de su facturación y en algunos casos el 100%

Sí es cierto que donde se mueve dinero siempre aparecen los amigos de lo ajeno, y lo que en el pasado eran delincuentes comunes que nos podían estar esperando a la salida del cajero automático o nos daban un tirón al bolso a plena luz del día, ahora, gracias a las ventajas de la maravillosa tecnología, se han convertido en delincuentes tecnificados que cada día estudian y trabajan para inventar formas que les permita aprovecharse de cualquier posible despiste nuestro para hacer de las suyas y robar información que después pueden utilizar en su beneficio.

A lo largo del año serán incontables las ocasiones en que ingresemos nuestros datos para hacer una compra online, y hay ciertas normas de seguridad que debemos adoptar para evitar convertirnos en víctimas de algún fraude:

  1. Realizar compras online sólo desde dispositivos de nuestra absoluta confianza.

Es muy importante realizar las transacciones económicas desde ordenadores, teléfonos móviles o tablets de nuestra absoluta confianza, y evitar realizar compras o consultas a nuestra banca electrónica utilizando equipos informáticos de terceras personas y nunca desde ordenadores públicos en cibercafés. El motivo es que desconocemos el nivel de seguridad que tiene ese ordenador y si nuestros datos pueden ser robados con cierta facilidad. De hecho, esta es una de las principales fuentes de robo de datos e información.

  1. Usar pasarelas de pago fiables.

La banca electrónica es uno de los sectores económicos con mayor nivel de crecimiento, y eso provoca que con cierta frecuencia estén apareciendo nuevos modelos de pago, la gran mayoría de ellos de absoluta confianza, pero es imposible que podamos conocer todos.

Nuestra entidad bancaria estará encantada de informarnos acerca de aquellas pasarelas “seguras” en las que podemos confiar plenamente, e incluso podremos disponer de una tarjeta electrónica de pago virtual para nuestras compras electrónicas, que nos mantendrá cubiertos gracias a una limitación temporal y una cantidad máxima que elegimos nosotros. De esa manera se reduce la probabilidad de producirse el robo de información, ya que los datos bancarios nunca quedan al descubierto y en el caso de ser robados no podrían sustraernos más dinero.

La seguridad mejora mucho si pedimos a nuestra entidad bancaria sistemas de “doble comprobación” para operar. Generalmente por medio de una criptocalculadora o similar, y con una segunda confirmación generalmente telefónica o por SMS.

  1. No realizar operaciones desde redes WiFi públicas

Hoy en día todos disponemos de contratos de datos que nos permiten navegar a un precio muy económico sin necesidad de estar siempre buscando una red WiFi pública y gratuita. Estas redes que en principio son ideales para poder ver el correo brevemente, nuestras redes sociales o las últimas noticias publicadas, nunca han de ser utilizadas para realizar compras o revisar nuestras cuentas bancarias.  Es un riesgo evidente de seguridad.

Por desgracia, se han dado casos donde el uso libre de una red WiFi tenía la contraprestación ilegal del robo de contraseñas y los datos de las tarjetas de crédito de aquellos usuarios que las utilizaban con plena confianza al encontrarse en un establecimiento público. En una red WiFi gratuita nunca sabemos quién nos puede estar observando y es realmente difícil intuir si alguien utilizando técnicas denominadas “man in the middle” puede estar robando la información.

  1. Ignorar los emails genéricos de entidades financieras.

Nuestro banco nunca se va a poner en contacto con nosotros vía email para informarnos que debemos de cambiar nuestra contraseña bancaria, revisar un ingreso de decenas de miles de euros, confirmar la entrega de un regalo sorprendentemente atractivo o para que activemos una nueva tarjeta bancaria que no hemos pedido.

Este tipo de emails fraudulentos nos incitarán a introducir unos ciertos datos personales que desde ese momento les permitirá a los amigos de lo ajeno poder delinquir en nuestro nombre.

  1. Desconfiar de las ofertas online a precios irrisorios

No es habitual que un producto que vale centenares de euros lo podamos conseguir por unas pocas monedas, pero aún son muchos los que opinan que han conseguido llegar a tiempo a una oferta irresistible. Esa oferta solo busca que introduzcamos los datos de nuestra tarjeta bancaria para que desde ese momento veamos en nuestro extracto bancario como baja nuestro saldo de forma sospechosa.

  1. Activar los avisos SMS

Es especialmente útil que cada vez que realicemos una operación financiera nos llegue un aviso a nuestro teléfono móvil vía SMS. Ese pitido que nos puede parecer en un principio un poco invasivo, será con el tiempo el mejor de nuestros aliados, ya que nos permite conocer en tiempo real si alguien está realizando alguna operación con nuestra tarjeta de crédito.

Las transacciones electrónicas nos permiten disfrutar más cómodamente de la vida y obtener mejores precios en muchos productos y servicios. Use estos sencillos consejos y los ciberdelincuentes, que “haberlos haylos”,  preferirán buscar otra víctima.