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¿Soy un buen ahorrador? Pronto lo sabrás con el test del ahorro

soy un buen ahorrador

Ser o no ser, esa es la cuestión. Una de las frases de Shakespeare más famosas de la historia nos sirve muy bien para abrir este post en el que vamos a intentar determinar si somos o no somos… ahorradores. Como todos sabemos, el ahorro siempre ha sido la asignatura pendiente de los españoles. Y ni la crisis nos ha cambiado el hábito.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la primera mitad de 2018, la tasa de ahorro de las familias españolas cayó al 4,4% de la renta disponible, un nivel excepcionalmente bajo si se compara con nuestros vecinos europeos y, sobre todo, si tenemos en cuenta que en 2017 era del 5,8%.

Es decir, en cuanto que ha mejorado la situación económica, nos hemos vuelto a confiar y hemos dejado de estar vigilantes con nuestro ahorro. Parece que solo vemos las orejas al lobo cuando vienen las vacas flacas y cuando están las gordas pasamos por alto que todo puede acabarse.

Por ello, y para que de una vez empecemos a tomar conciencia de lo que no estamos haciendo bien, desde el Blog de SelfBank planteamos una serie de preguntas para hacernos a nosotros mismos, con el objetivo de saber si somos buenos ahorradores o no. Y actuar en consecuencia.

Test del ahorro, un cuestionario que debes responder con sinceridad

Para empezar el test del ahorro, debemos advertir un único requisito a seguir. El único ‘pero’ imprescindible: hay que responder a las preguntas con total sinceridad. De nada vale convencernos a nosotros mismos de que lo estamos haciendo bien si no es el caso, sobre todo porque los principales perjudicados seremos nosotros mismos. Hay que ser conscientes de lo que se hace mal para así ponerle remedio. Ya se sabe, el primer paso para superarlo es reconocerlo.

Por ello, estas preguntas deben contestarse con la máxima sinceridad posible. Pensemos que son cuestiones personales, para uno mismo. No tiene por qué enterarse nadie, pero a nosotros nos vendrán muy bien para adquirir una rutina ahorradora, si todavía no la tenemos.

Primera pregunta: ¿ahorro una cantidad de dinero todos los meses?

Es la primera y básica. Hay que ser conscientes de si somos capaces de ahorrar algo (por poco que sea) todos los meses, o si se nos queda la cuenta a cero. Si todos y cada uno de los meses del año guardamos algo, significa que lo estamos haciendo bien, que el punto de partida es correcto. Si solo sucede algunos meses, debemos ponernos las pilas y ser más constantes, pues ya hemos demostrado que cuando nos ponemos, somos capaces de lograrlo. Si la respuesta es un no rotundo, entonces, tenemos un problema y es evidente que no tenemos interiorizado el hábito ahorrador, y seguir así nos podría pasar factura en el futuro.

Segunda pregunta: ¿hago un presupuesto mensual para mi economía doméstica?

Es imprescindible hacerse un presupuesto mensual para llevar correctamente nuestras finanzas personales. Apuntar cada mes lo que se va a ingresar y lo que se sabe a ciencia cierta que se va a gastar -las facturas fijas-, nos ayudará a marcarnos un objetivo de ahorro y, lo más importante, a no derrochar. Si tu respuesta es que sí, estás haciéndolo muy bien. Si solo lo haces a veces, intenta incorporar este hábito a tu rutina mensual. Si no lo haces nunca… ¡empieza cuanto antes!

Tercera pregunta: ¿compras por impulso o te lo piensas?

La compra por impulso puede echar por tierra cualquier intención de ahorro. En la sociedad consumista en la que vivimos es misión (casi) imposible no caer en la tentación constante. Y más ahora, con las redes sociales como protagonistas vitales en nuestra vida, plataformas en las que muchos se ganan la vida publicitando productos de cientos de marcas. Por ello, es importante conocer con qué frecuencia compramos de esta forma o si, por el contrario, pensamos bien antes de comprar algo.

Si nunca compras por impulso y lo haces de forma reflexionada, podrás ahorrar bastante. Si eres de los que combina ambas fórmulas, intenta caer menos en la tentación porque eres capaz de hacerlo si te pones. Si siempre compras por impulso… tienes que trabajarlo: intenta contar hasta diez antes de pasar por caja y piensa si necesitas realmente ese producto y si tu vida se va a ver afectada de algún modo si lo dejas en la estantería.

 

Cuarta pregunta: ¿consultas las ofertas?

En línea con el apartado anterior, es importante consultar ofertas, promociones y otras rebajas antes de comprar algún producto -sobre todo si es tecnológico, ya que son los más costosos-, puesto que nos podemos ahorrar un buen pellizco si hacemos el esfuerzo de buscar. Con Internet a nuestra disposición, hoy en día es muy sencillo cazar buenas ofertas, de hecho existen buscadores y páginas especializadas para ese fin. Por lo tanto, un buen ahorrador debería contestar “sí, siempre” a esta pregunta. Si solo lo haces a veces, intenta hacerlo más a menudo, pues saldrás ganando. Y si nunca consultas nada y te mueves por impulso, antes de pagar, párate y navega unos minutos por Internet, es posible que te sorprendas.

Quinta pregunta: ¿estás ahorrando de cara al futuro?

Para algunos quizá sea pronto, pero pensar en lo que sucederá una vez que finalice la vida laboral es algo que todos deberíamos hacer una vez que empezamos a trabajar. Hoy día, con la incertidumbre que existe sobre las pensiones públicas, es difícil que cuando nos jubilemos disfrutemos de una pensión que sea idéntica a los ingresos que percibimos hoy. Por ello, hay que ir barajando planes alternativos, como los privados de las entidades bancarias.

Si eres de los que ya tiene un plan de pensiones contratado, o alguna estrategia de ahorro para el futuro, estás en el buen camino, ya que así te garantizas llegar a la jubilación con la espalda cubierta. Si te lo estás planteando, no lo dudes más y hazlo, porque el tiempo siempre corre en contra. Y si no se te ha pasado por la cabeza… ahora seguro que gracias a este post sí. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, y más si se trata del ahorro.

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