Recurrir al tópico de una sociedad cambiante y hechizada por la tecnología tiene un imán tan fuerte, que no podemos ser ajenos a ello. Pero es cierto, y Self Bank está dispuesto, como primer banco digital, a demostrar que cualquier persona puede ser dueña de sus finanzas con la máxima sencillez.
“No somos nuevos”. Así de rotundo se muestra nuestro director, Alberto Navarro, durante la presentación en sociedad de las nuevas ideas de la entidad. Tras 14 años de actividad financiera, ahora llega el momento de que sean los clientes los verdaderos protagonistas. De igual manera, nuestro director general adjunto, Fernando Egido, cree que “el desarrollo tecnológico permite ser más autónomo”, y con la ecuación expuesta, control personal del dinero y la tecnología, llega la nueva etapa de Self Bank con un importante plan de crecimiento.
Los objetivos son ilusionantes, y además de reforzar ese liderazgo en el ámbito digital, queremos ampliar nuestra base de clientes para llegar a un público más generalista. Aunque primero hay que resolver una duda: ¿finanzas para todos los públicos? Sí, todos. Nuestro director cree que la gente está acostumbrada a hacerse las cosas por sí misma, y por lo tanto, este es el “momento idóneo” para que los clientes tomen el control de su dinero y sepan dónde y cómo moverlo, y lo más importante, por qué.
Banca digital, pero de verdad
Algunos nuevos conceptos digitales son todavía complejos de entender. Así, tenemos la tendencia de confundir, por ejemplo, banca online y banca digital, y teniendo en cuenta todo lo que traemos desde Self Bank, la diferencia es algo más que conceptual.
Todos los bancos y entidades financieras tienen una ventana que ofrece salida a internet. Nada nuevo. Pero, ¿cómo sería una relación simétrica entre el cliente y la entidad?, ¿qué supondría una misma experiencia de usuario definitiva en todos los soportes y terminales? Es más, ¿cuál sería el resultado de tener herramientas de consulta y formación al alcance de la mano? Todo eso es lo que proponemos en Self Bank; ese es el verdadero concepto de banca digital.
Así pues, esa es la reconquista que pretendemos llevar a cabo para devolver la autonomía a los clientes con respecto a su propio dinero. Hemos desarrollado un Centro de Ayuda en el cual despejar todas las dudas. Asimismo, hemos creado también una Comunidad de Ayuda que transita en esa misma línea para recibir consejos en futuras gestiones de ahorro e inversión.
Pero eso no es todo, la propia herramienta creada para el control financiero de cada cliente tiene una consecuente interfaz sencilla y usable para cualquier tipo de usuario. Búsquedas en la gestión de gastos, acumulación de estadísticas, ficheros de control por partidas económicas, gráficos… Todo en una perfecta línea personal para que ahorrar sea casi más sencillo que gastar.
Primero crecer, luego ser rentables
Lo tenemos muy claro, y Alberto Navarro nos asegura que nadie va a intentar vender nada a un cliente. De este modo, para empezar con esta revolución digital que hemos llevado a cabo desde la entidad, lanzamos un nuevo producto: la Cuenta Self, que consta de dos asociadas, una corriente y otra de ahorro.
En concreto, la cuenta de ahorro se remunera al 2,5 % a un Tipo de Interés Nominal (TIN) durante cuatro meses y el 0,75 % TAE (Tasa Anual Equivalente) a partir del quinto. El TAE global para el primer año es del 1,34 %.
Con esta premisa, desde Self Bank pretendemos duplicar el número de clientes, actualmente en unos 50.000, en los próximos dos años. Los objetivos son ambiciosos. Pero desde la entidad estamos convencidos que ofreciendo todo el protagonismo a los clientes, convirtiéndolos en los verdaderos actores, la obra tendrá un final feliz para todos.