La divisa es un concepto económico que hace referencia a toda moneda extranjera. En España utilizamos el euro, moneda que compartimos con otros países europeos. Las principales divisas en los mercados internacionales son:
- Dólar estadounidense
- Euro
- Yen
- Libra esterlina
- Dólar australiano
- Franco suizo
- Yuan chino
- Dólar canadiense
Cuando el inversor piensa en divisas, suele pensar en el mercado forex, que es el mercado más grande del mundo. Sin embargo, a la hora de planificar una cartera bien diversificada es importante tener en cuenta cómo nos puede influir el riesgo divisa.
¿Qué es el riesgo divisa?
La mayoría de nosotros operamos en el día a día en una misma moneda (el euro). Por tanto solemos pensar en términos de cuánto valen las cosas en euros. Sin embargo, en el momento en que invertimos en activos de otros países tenemos que tener en cuenta el efecto del tipo de cambio de la divisa. Veamos un ejemplo:
Compramos una acción de una empresa en Estados Unidos por 100$. Como nuestro dinero está en euros, para poder pagar los 100$ tenemos que convertir primero nuestros euros en dólares estadounidenses. Pongamos que el cambio es de 1,1$ = 1€. Por tanto la acción nos cuesta 90,9€.
¿Qué clases de riesgo divisa existen?
El riesgo más evidente al comprar activos en otra divisa es que el cambio de divisa con el tiempo vaya en nuestra contra. Siguiendo el ejemplo anterior:
Si pasado un tiempo decidimos vender nuestra acción, aunque ésta siga valiendo 100$ podemos haber perdido dinero si el dólar ha perdido valor con respecto al euro. Si en el momento de venta el cambio ha pasado a ser 1,2$ = 1€, nuestra inversión habrá pasado a valer 83,3€.
La economía mundial está tremendamente interrelacionada y por tanto las implicaciones de la divisa van bastante más allá de lo que solemos creer. Por ejemplo, la mayor parte de empresas del Ibex 35, a pesar de ser empresas españolas, desarrollan sus negocios por todo el mundo. Por tanto parte de sus ingresos (y gastos) los realizan en otras monedas. Esto puede afectar los resultados empresariales y por tanto el valor de la empresa.
Es habitual que las empresas se protejan de ese riesgo divisa mediante instrumentos financieros avanzados, conocidos como derivados, que vienen a funcionar como una especie de seguro frente a fuertes oscilaciones en las divisas extranjeras.
Un ejemplo de este tipo de problemas son los que han sufrido algunas multinacionales españolas con importante presencia en Latinoamérica al ver como divisas como el bolívar venezolano o el peso argentino han sufrido importantes devaluaciones y altos niveles de inflación.
Qué es eso de la cobertura natural? Un ejemplo lo tenemos en lo sucedido a raíz del Brexit, que provocó una caída importante en la libra, lo que afectó negativamente a los inversores extranjeros cuya divisa era el euro o el dólar, por ejemplo. Sin embargo, este impacto negativo se vio amortiguado por la subida de la bolsa de Reino Unido. Al caer la libra, automáticamente las empresas británicas pasan a ser más competitivas en los mercados internacionales y los ingresos que obtienen fuera de Reino Unido, traducidos a libras, son superiores.
Conclusión
En una economía global casi todos los inversores vamos a tener cierto grado de exposición a la oscilación de las divisas. Es importante comprender cómo pueden afectar estas oscilaciones a nuestro patrimonio y tener esto en cuenta a la hora de confeccionar una cartera bien diversificada.
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