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Megatendencias: digitalización. ¿Qué nos dice el índice DESI de la digitalización en España? ¿En qué se puede mejorar?

DESI

España se sitúa en el undécimo puesto en el ranking del DESI o Índice de Economía y Sociedad Digitales de la Unión Europea, algo por encima de la media de los 28 países de la UE. Un adecuado aprovechamiento de los fondos de recuperación podría hacernos escalar posiciones.

La clasificación está dominada por los países nórdicos, con Finlandia, Suecia y Dinamarca a la cabeza. Nuestro país presenta algunas fortalezas relevantes en este aspecto. Además, es uno de los principales beneficiarios de los fondos de recuperación, que podrían situarnos a la vanguardia en muchos otros aspectos.

Qué es el índice DESI

El Índice de Economía y Sociedad Digitales, Digital Economy and Society Index o DESI es un indicador que mide cada año el rendimiento y la evolución de los Estados miembro de la UE en materia de competitividad digital. El último elaborado es de 2020 y todavía incluía a Reino Unido. Engloba cinco parámetros:

Next Generation EU

La Unión Europea ha dado una especial relevancia a la transformación digital de la economía como una pieza fundamental del plan de recuperación (Next Generation EU) tras la pandemia de la pandemia COVID-19 que, junto con la transición ecológica, son los aspectos primordiales, alcanzando entre ambos un 70% de la inversión prevista.

Digitalización de la economía

La digitalización de la economía tiene un impacto transversal que afecta tanto a la relación de los ciudadanos con las administraciones públicas, la movilidad —como se ha visto con el auge del teletrabajo, motivado por la pandemia—, la despoblación de las zonas rurales o sobre el tejido industrial, la distribución o el sector servicios.

El propio Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia lanzado por el gobierno de España refleja también la importancia de la digitalización de la economía como uno de los ejes transversales, junto con la transición ecológica, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.

1. Servicios públicos digitales

El apartado en el que más destaca España es el de servicios públicos digitales. Las distintas administraciones públicas han hecho un notable esfuerzo de digitalización de sus servicios, que en muchos casos ha conllevado también una necesaria adaptación de la empresa privada a este sistema.

Esto nos ha permitido situarnos en este ámbito en el segundo lugar dentro de la Unión Europea, únicamente por detrás de Estonia. El país báltico está considerado como «el primer país digital del mundo», ya que prácticamente el 100% de los trámites con las administraciones se pueden hacer a través del portal del gobierno.

Como muestra del avance en España, el 82% de los usuarios de internet que necesitan presentar formularios en nuestro país utilizan los servicios de la administración electrónica, frente al 67% de la media de los países de la UE.

2. Conectividad

En el apartado de la conectividad, España alcanza también un buen lugar, el quinto puesto, únicamente por detrás de Dinamarca, Suecia, Luxemburgo y Letonia.

En este apartado se examinan aspectos como el porcentaje de hogares que acceden a Internet mediante banda ancha (en sus múltiples tecnologías: xDSL, fibra, cable, LTE, satélite…). Europa en su conjunto alcanza un elevado porcentaje de la población con acceso a velocidades de descarga de al menos 30 Mbps, que llega al 86%. Por su parte, la cobertura móvil 4G supera el 99%.

Si afinamos un poco más y examinamos la cobertura de muy alta capacidad, la situación de España todavía es más destacada. El 80% de los hogares españoles tienen acceso a redes de fibra óptica, frente al 34% de media de la UE. O un 53% de los hogares con acceso a banda ancha de, al menos, 100 Mb, mientras que la media solo es del 26%; en este último apartado, España se sitúa tercera.

3. Uso de servicios de internet

En el uso de servicios de internet, España se sitúa en el puesto 11 con 60,8 puntos, por encima de la media de la UE (58 puntos), en una clasificación que de nuevo está encabezada por los países nórdicos, con Finlandia y Suecia a la cabeza, seguidas de Holanda y Dinamarca.

En este apartado se recogen aspectos como el acceso a noticias a través de la Red, el uso de banca electrónica, de redes sociales, comercio electrónico o streaming, por ejemplo.

También se analiza el porcentaje de ciudadanos que no han accedido nunca a internet, que continúa disminuyendo, aunque todavía se sitúa en un 9,5% de media. En países como Bulgaria, Grecia o Portugal supera el 20%.

El comercio electrónico sigue claramente al alza: un 71% de los usuarios de Internet de la UE hicieron alguna compra a través de la Red.

Analizándolo desde el punto de vista de las empresas que venden, el porcentaje de compañías que comercian a través de internet se ha incrementado un 3,5% desde 2013.

4. Capital humano

Respecto al capital humano, España tiene campo para la mejora, ya que se sitúa en el puesto 16, por debajo de la media, en un ranking liderado por Finlandia, Suecia, Estonia y Holanda.

Como muestra, en España hay un 43% de personas entre 16 y 74 años que carecen de competencias digitales básicas, una cifra claramente mejorable tanto de cara a la empleabilidad de esas personas como para un mejor acceso de las mismas a determinados recursos.

A este respecto, el Plan Estratégico de Formación Profesional busca actualizar esta formación, creando hasta 40 titulaciones diferentes relacionadas con diversos ámbitos de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones).

5. Integración de la economía digital

En este apartado, España se sitúa en el medio de la clasificación, en el puesto 13 y con una puntuación prácticamente calcada a la media de la UE; los países más destacados en este ámbito son Irlanda, Finlandia y Bélgica.

Por lo tanto, también existe un amplio margen de mejora para nuestro país en este ámbito, que incluye aspectos como el uso de diferentes tecnologías digitales en el plano empresarial, como software de gestión empresarial (ERP) o de gestión de los clientes (CRM), un apartado en el que España se sitúa en un preocupante puesto 22.También se analiza la inclusión en la plantilla empresarial de especialistas en IT (Tecnologías de la Información, por sus siglas en inglés), el uso de servicios en la nube (Cloud Computing), o de análisis de datos a gran escala (big data), así como la utilización de las diversas formas de comercio digital: B2B (Business to Business, de empresa a empresa); B2C (Business to Customer, de la empresa al consumidor) y B2G (Business to Government, de la empresa hacia las administraciones públicas).

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