El desarrollo de los mercados financieros acontecido en las últimas décadas ha permitido a los inversores individuales obtener exposición a numerosas clases de activos de forma diversificada, estos antes solo eran contratados por inversores profesionales.
Los fondos cotizados o ETF están en el centro de esta revolución, porque posibilitan la compra de una cesta de activos que replica a algún índice de referencia significativo. La amplitud del mercado de fondos cotizados proporciona un ETF para casi cualquier índice en el que se quiera invertir.
Las materias primas no son una excepción. De hecho, existen todo tipo de ETF vinculados a materias primas.
¿Qué tipos de ETF de materias primas hay?
Un ETF suele estar formado por una cesta de acciones que conforman un índice o un sector. En el caso de un ETF de materias primas, en lugar de estar compuesto por acciones, está compuesto por futuros o derivados de materias primas o por contratos específicos respaldados por materias primas físicas.
ETF sobre una materia prima o un índice sobre materias primas
Los ETF de materias primas intentan replicar la evolución de una materia prima en concreto o de algún índice específico de materias primas, como el S&P GSCI Total Return Index. La primera diferencia importante a tener en cuenta por tanto a la hora de invertir en un ETF de materias primas es si replica el comportamiento de una materia prima en concreto o un índice o grupo de materias primas.
Réplica física o réplica sintética
Otra característica a tener en cuenta de los ETF es si son de réplica física o sintética.
Réplica física
En el mundo de los fondos cotizados de acciones, los ETF de réplica física son aquellos que poseen las acciones que pretenden emular frente a aquellos que consiguen la exposición mediante futuros y derivados.
Réplica sintética
En el caso de las materias primas, los ETF suelen ser de réplica sintética ya que lo más común es que obtengan la exposición a las materias primas mediante futuros negociados. Esto implica que puede existir cierta desviación en la evolución del precio, conocido como tracking error.
Diferencia entre un ETC y un ETF de materias primas
Los ETF de materias primas se han convertido en una opción muy utilizada para obtener exposición a esta clase de activos ya que ofrecen la rapidez y comodidad de ser comprados como cualquier otra acción. Frecuentemente se utiliza el término de Exchange Traded Commodity (ETC) para referirse a estos productos.
Aunque un ETF de materias primas y un ETC sobre la misma materia prima tendrán una evolución muy similar, casi idéntica, técnicamente no son lo mismo ya que el ETC es un contrato de deuda respaldado por un banco emisor sobre una materia prima. Los ETC se utilizan principalmente en Europa ya que por la normativa UCIT un fondo cotizado no puede invertir en una única materia prima, sino que debe tener un grado mínimo de diversificación.
Como conclusión, señalamos que las materias primas son una clase de activo a tener en cuenta para lograr una cartera diversificada, gracias a su capacidad de conservar el poder adquisitivo en periodos altos de inflación. Así, a través de productos cotizados como los ETF de materias primas o los ETC, el inversor puede modular adecuadamente su exposición a materias primas según su perfil de riesgo.
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