¿Qué es exactamente el “carry trade”?
El “carry trade” es una estrategia de inversión que se basa en endeudarse en una divisa con bajos tipos de interés e invertir en deuda de otras zonas donde los tipos de interés son más altos, quedándose así con la ganancia del diferencial de interés.
Según el BIS, el Banco Central de los bancos centrales, la mayoría de tipo de estrategias se suelen aplicar a corto plazo, normalmente a un plazo inferior a 6 meses. El ejemplo más utilizado es la estrategia que se llevó a cabo en la época de los 90, con gran éxito, donde los traders se endeudaban en yen japonés, donde los tipos se encontraban cerca del 0%, y los invertían en deuda de Australia o Estados Unidos, donde los tipos se encontraban mucho más altos, alrededor del 5%. La estabilidad en el tipo de cambio de sus divisas fue clave para que este tipo de estrategias ganara popularidad en el mercado.
El tipo de cambio, clave para que la estrategia funcione
A pesar de que el diferencial de interés puede parecer muy jugoso, el principal escollo de este tipo de estrategias es el movimiento de los pares de divisas, ya que la ganancia del diferencial de tipo de interés puede verse reducida o incluso incurrir en pérdidas si la divisa con tipos altos donde invertimos se deprecia respecto a nuestra divisa de referencia. Según la teoría financiera, las divisas que disfrutan de tipos altos tenderán a apreciarse respecto a aquellas donde el tipo de interés es menor, pero, en la práctica, no siempre es así.
Por ejemplo, lo vemos reflejado en divisas de países emergentes, que, a pesar de contar con tipos de interés más altos, su inestabilidad económica y política lleva al mercado a no querer comprar esa divisa e invertir en el país, lo que puede presionar a la baja su divisa local.
El caso opuesto sería el que sufren el franco suizo y el yen japonés, a pesar de que sus bancos centrales tienen impuestos tipos de interés negativos, su divisa ha tendido a apreciarse al ser categorizadas por el mercado como “monedas refugio”, quitando parte del atractivo al “carry trade”. En este caso no hay que poner énfasis únicamente en la diferencia de tipos de interés, sino que también en otros factores que puedan influir en el movimiento de los pares de divisas, como la inflación, la evolución del PIB o, incluso, la categorización del mercado como “moneda refugio”.
Instrumentos financieros utilizados por los traders
Para llevar a cabo esta estrategia, los instrumentos utilizados suelen ser diferentes variedades de “swap”, productos complejos que se caracterizan por cotizar OTC, un mercado con nominales de grandes importes donde participan mayoritariamente inversores cualificados.
También se utilizan otro tipo de productos como futuros, opciones, “forward”, es decir, instrumentos financieros del mercado de derivados; un mercado que se caracteriza por su volatilidad, cierta ausencia de regulación y opacidad. Los productos más utilizados para este tipo de operaciones son los “fixed for floating swap”, a través del cual llegan a un acuerdo con una contrapartida por endeudarse a tipo fijo en una divisa (la divisa con tipos de interés bajos) y recibir el tipo de interés en otra divisa (la divisa con tipos de interés alto). Sin embargo, se pueden utilizar otros tipos de swaps como el forex o el currency swap para alcanzar un retorno positivo. Lo necesario para los inversores cualificados es encontrar una contrapartida en el mercado OTC lo suficientemente atractiva para que la estrategia de “carry trade” sea susceptible de implementar. El principal problema para los inversores actuales es que el precio a pagar en el swap es caro debido a las incertidumbres en el movimiento de los pares de divisas, lo que reduce el atractivo.
¿Cómo puedo yo aprovecharme de este tipo de estrategias?
Un inversor minoritario, a pesar de pedir prestado en una divisa donde los tipos de interés son bajos, tenderá a pagar mayores intereses que un inversor institucional porque su solvencia suele ser menor, lo que resta atractivo a este tipo de estrategias. Endeudarse como persona física pierde atractivo ante los altos tipos de interés y diferenciales que nos pide el banco de inversión por prestarnos el dinero. Tampoco hay que olvidar las comisiones por la compraventa de valores de renta fija y el cambio de moneda, de manera que pueden quedarse con gran parte de la rentabilidad de la inversión, al trabajar con nominales pequeños. Por ello, podría resultar más interesante aplicar este tipo de estrategias simplemente en busca de apreciación de la otra divisa, sin llevar a cabo ningún tipo de endeudamiento.
Es decir, comprar la otra divisa, invertirla en un bono en esa divisa con interés mayor y confiar en que en la divisa se apreciará y consigamos un rendimiento positivo. Además, hay que tener cuidado en qué bonos invertimos, ya que, si aplicamos la estrategia a corto plazo y no aguantamos el bono a vencimiento, el movimiento a la baja del precio del bono puede hacer que incurramos en pérdidas, más allá del movimiento de las divisas. También existe el riesgo de impago en que el emisor del bono quiebre y el bono quede sin valor, por lo que no valen todo tipo de bonos para estas estrategias.
Oportunidades en el escenario económico actual
A día de hoy apenas hay oportunidades de altos tipos de interés en zonas con monedas estables (también categorizadas como “fuertes”), como había en los 90 o antes de la crisis de 2008 en zonas como Australia y Estados Unidos. Para la búsqueda de tipos altos, hay que irse a países emergentes donde la volatilidad y debilidad de la moneda desaconseja esta estrategia ante su alto riesgo, más aún para inversores minoritarios.
Además, la imposición de Macri en Argentina del control del cambio de la divisa a 10.000 dólares por persona física y mes, ha instaurado algo de temor en las inversiones en América Latina, región emergente donde se encuentran las mayores oportunidades para el “carry trade”, por un posible “efecto contagio”.