Las siglas PVI se refieren al término de pensión vitalicia inmediata. La renta vitalicia es un producto que tradicionalmente ha servido para complementar las pensiones públicas, generalmente indicado para mayores de 50 años al disponer de unas interesantes ventajas fiscales variables en función de la edad.
En general suele utilizarse para invertir una cantidad elevada de dinero (procedente de movilizar un plan de pensiones, traspaso de negocio, etc.) a una rentabilidad atractiva.
Qué es una PVI
Es un producto de vida-ahorro en el que el cliente aporta una prima única (capital) a cambio de que la aseguradora le pague recurrentemente una renta periódica, normalmente mensual, durante un tiempo determinado (o hasta su fallecimiento). La rentabilidad puede estar fijada en el momento inicial o no.
Modalidades de las PVI
Tenemos múltiples modalidades en función de diversos criterios. En primer lugar, por la vigencia del cobro:
- Inmediata: El asegurado empieza a cobrar desde el momento inicial.
- Diferida: Se fija una fecha de cobro de renta futuras. Por ejemplo, puedo contratarla hoy con 50 años y acordar empezar a recibir dinero a los 65.
Otro criterio es si dispone de seguro de vida o no. Si lo contratamos sin seguro de vida las rentas son mucho más elevadas, pero si el titular fallece se dejan de percibir las rentas. Si contratamos un seguro de vida, los herederos cobrarían el 100% del capital.
Además, en función de su liquidez, tenemos:
- Rescatables totalmente: podemos disponer de ellas en su totalidad, aunque tendremos que pagar las ventajas fiscales disfrutadas si hemos estado cobrando rentas.
- Rescatables parcialmente: igual que la anterior pero para una parte del capital.
- Sin liquidez: no podemos rescatar el capital; lógicamente tendrán mayor rentabilidad.
Ventajas fiscales de las PVI
Las rentas que percibimos, en función de nuestra edad, disfrutan de una interesante exención fiscal en la retención del ahorro. A continuación se detalla el porcentaje que tributa:
Menos de 40 años: 40%
Entre 40 y 49 años: 35%
Entre 50 y 59 años: 28%
Entre 60 y 65 años: 24%
Entre 66 y 69 años: 20%
Más de 70 años: 8%
Vemos que los mayores de 70 años gozan de una reducción del 92% de la retención vigente. En 2016, hasta 6.000€ es del 19%, por lo que pagarían sólo un 1,52%.
Conclusión
La pensión vitalicia puede ser un interesante instrumento para complementar nuestra pensión pública, y además es una forma de movilizar nuestro plan de inversiones para penalizar el impacto fiscal en el momento del rescate.
Es un producto que ha evolucionado notablemente al aparecer nuevas modalidades que incrementan enormemente su flexibilidad, ampliando así los inversores potenciales a quien podría interesar.
