2020 pasará a la historia. Realmente marzo de este año ya forma parte de la historia por estallar una pandemia que obligó a medio mundo a recluirse en sus hogares. Ese fatídico mes fue el punto de inflexión. Millones de personas acabarían afectadas de una u otra forma, y las economías del mundo, seriamente perjudicadas. En este post hablamos sobre la previsión financiera en un entorno convulso.
El virus Covid-19 ha cambiado el paso a todos los países, a las personas y a las reglas de juego mundiales, tanto sociales como económicas. Estamos inmersos en una nueva crisis económica cuando aún colean las consecuencias de la de 2008 y muchas personas, la mayoría, no saben cómo reaccionar.
¿Qué va a pasar ahora? ¿Volveremos a necesitar una década para recuperarnos? ¿Qué va a pasar con los empleos perdidos? ¿Cuándo comenzará a mejorar todo? ¿Cuándo tendremos la vacuna? La vacuna se dibuja como la salvación tanto sanitaria como económica, pero todavía no sabemos a ciencia cierta cuándo llegará y cómo de efectiva será.
Por tanto, nos encontramos en un escenario de incertidumbre que no permite dar muchos pasos ni hacer grandes planes a futuro, porque nadie sabe qué ocurrirá. Y eso tiene implicaciones en nuestra economía doméstica y nuestros ahorros. Porque ahora mismo la mayoría anda perdida sobre cómo proceder al respecto. ¿Se puede ahorrar en este entorno? Es más, ¿se puede lograr rentabilidad? Vamos a verlo.
Ahorra y haz que tu dinero crezca en pandemia
De acuerdo, la pandemia nos ha cambiado la vida y ha hecho que tengamos que modificar hábitos —o básicamente todo—, pero el mundo no ha acabado, el virus COVID-19 se irá, o aprenderemos a vivir con él y todo seguirá su curso. En este punto, debes coger de nuevo las riendas de tu economía y no dejarte arrastrar por la desolación que ha provocado este momento.
Ahorrar se plantea incluso más fácil para los afortunados que mantienen los mismos ingresos que en la época pre-COVID, al tener menos opciones de ocio, ¿por qué no hacer un plan de ahorro a partir de esta situación?
Es decir, calcula lo que más o menos gastabas al mes antes del COVID en salidas, cenas, etc, y ahorra entre el 30% y el 50% de esa cantidad. De este modo, te reservas algo para seguir manteniendo algo de ritmo de vida —pedir comida a domicilio, salir a tomar café o a comer, ir a un museo, etc.— y no derrocharás lo que te sobre en cosas innecesarias.
Otra buena técnica es aprovechar el tiempo libre en casa que tenemos para revisar nuestras facturas y gastos. Eso que da tanta pereza hacer pero que viene de perlas para ahorrar unos euros. Revisar la potencia contratada en luz, si hay compañías que por la misma necesidad cobran menos, el gas, el agua…
Otro punto importante es comprobar los armarios, trasteros, sótanos… ¿te has dado cuenta de todo lo que tienes acumulado ahí? Haz una buena limpieza y selecciona las cosas que están en buen estado y no uses, pues podrás sacarles partido vendiéndolas en portales de segunda mano. Con la pandemia, la segunda mano vive su mejor momento, por lo que puedes aprovechar para deshacerte de cosas que no usas y ganar algo de dinero extra.
¿Teletrabajas? Se acabó lo de gastar dinero en comer o picar fuera. Planifica bien tus comidas y menús semanales, comprando lo que realmente necesites; no tires comida y aprovecha para cocinar y hacer recetas de aprovechamiento. Tu bolsillo y tu dieta lo notarán. Igual sucede con el gimnasio. Si estás pagando absurdamente una cuota por ir una vez cada dos semanas o más, cancela y empieza a hacer deporte en casa —cada vez hay más apps y vídeos en YouTube con clases gratis— o haz deporte al aire libre, algo que ha ganado puntos en este contexto.
Vale, ya tenemos fórmulas de ahorro, pero…¿cómo hacer que ese dinero ahorrado crezca? Es cierto que la situación de los mercados financieros es muy volátil, aunque existen alternativas y fórmulas para lograr algo de rentabilidad en estos momentos, siempre pensando en el largo plazo.
En cualquier caso, es imprescindible investigar e informarse bien, consultar con expertos y decidir con argumentos. Porque, ahora más que nunca, salvaguardar el dinero es importante, actuando con cabeza y haciendo pequeños esfuerzos de los que nos alegraremos en el futuro.