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¿PPA o plan de pensiones garantizado?

Para los perfiles más conservadores, para aquellos que no quieren arriesgar el capital invertido en sus aportaciones a planes de pensiones, los Planes de Previsión Asegurados (PPA) y los planes de pensiones garantizados han sido una opción a tener en cuenta. Con el tipo de interés próximo a 0% en la zona euro, este tipo de producto garantizado no merece la pena.

Llevamos varios años atentos al problema de las pensiones. Las noticias son recurrentes sobre las dificultades del sistema público de pensiones: que si no se revalorizan lo suficiente, que si la hucha de las pensiones está en mínimos, que el sistema de previsión es insostenible…  En este escenario tan incierto, nadie espera que las pensiones públicas colapsen, pero sí que se reduzcan y que se necesiten más años de cotización para acceder a ellas. Por ello, la mayoría de los ahorradores tienen presente que para estar tranquilos y asegurarse una pensión suficiente para vivir bien la vida de jubilado es recomendable invertir un poco cada año en planes de pensiones o algún producto similar.

¿Qué plan de pensiones elegir?

Recordemos que un plan de pensiones no se puede recuperar hasta la jubilación, salvo que suceda alguna contingencia especial (desempleo de larga duración, enfermedad) o desde enero de 2025 las aportaciones que hayan permanecido invertidas en un plan, al menos, diez años.

Estamos, por tanto, ante un producto de inversión a largo plazo. Lo que no quiere decir que el inversor no tenga margen de actuación sobre él. Todo lo contrario. De hecho, es habitual traspasar los fondos de una entidad a otra y cambiar la distribución de renta fija y variable en el que se invierte.

Antes de decidirse por contratar un plan de pensiones, modificar el que tenemos o traspasar el actual a otra entidad, es imprescindible plantearse tres preguntas:

  1. ¿Cuál es mi perfil de inversor en este momento? Y remarcamos “en este momento”. Agresivo (menos de 45 años, más renta variable), equilibrado (45-55 años, rebalanceo en favor de renta fija), conservador (más de 55 años, más renta fija).
  2. ¿Cuál ha sido la rentabilidad a largo plazo? Es un producto a largo plazo, tomar como referencia el último ejercicio no tiene mucho sentido. Al menos, sería necesario comparar los últimos cinco años.
  3. ¿Qué comisiones y gastos tiene? Aunque la Ley determina unos porcentajes máximos de comisiones de gestión (renta fija 0,85%, variable 1,50% y mixta 1,30%), más la comisión de depósito (0,20%), las entidades compiten entre ellas ofreciendo comisiones más bajas.

Detrás de cada inversor hay características únicas que le hacen sentir una emoción diferente ante un determinado nivel de riesgo: sus experiencias previas en inversión, su nivel de ingresos, su nivel de conocimientos financieros, sus necesidades de liquidez, etc. Además, suele suceder que el nivel de riesgo aceptado se va reduciendo conforme se acerca la jubilación. Es lógico, pues al reducirse los años restantes de trabajo también se reduce el margen de maniobra para reajustar las inversiones en caso de ser necesario.

Por ese motivo, y porque históricamente, a largo plazo la renta variable ha dado mejores resultados, se recomienda elegir un plan que invierta más en renta variable cuanto más alejada quede la jubilación. Y conforme se avanza en el tiempo, reducir las aportaciones en variable y aumentar las de renta fija.

Quiero un plan de pensiones garantizado o un PPA.

Para diferentes perfiles han existido dos productos diferentes que cumplen el objetivo de mantener el capital invertido garantizado: los PPA (Planes de Previsión Asegurados) y los planes de pensiones garantizados.

Planes de pensiones garantizados.

Los planes de pensiones garantizados son comercializados por entidades bancarias. Su funcionamiento es exactamente igual que el de cualquier plan de pensiones, solo que se añade una rentabilidad mínima garantizada.

Esta garantía es un extra que añade la propia entidad financiera, no la gestora del fondo. Es decir, durante un período concreto se garantiza el 100% del capital aportado más un porcentaje. A primera vista parece muy atractivo, pero hay que considerar:

Es fundamental revisar todos los detalles referentes a la garantía, porque debería extenderse, al menos, hasta la edad de jubilación y estar atentos para rescatar el plan antes de que caduque dicha garantía.

PPA, Plan de Previsión Asegurado.

Es un producto alternativo a los planes de pensiones, que en vez de estar formulado como un fondo de aportaciones, está configurado como una póliza de seguros. Los PPA los comercializan las compañías aseguradoras, que garantizan el capital aportado y una rentabilidad mínima, calculada bajo sus fórmulas actuariales.

Al ser realmente una póliza de seguros hay PPA permiten elegir la forma de cobrar la rentabilidad: cuando se produce la contingencia (jubilación), anticipadamente (trimestral, semestral, anual) o incluso contratarlos por un período concreto (cuya terminación será después de la jubilación) con una rentabilidad pre-pactada.

La nomenclatura utilizada también varía: quien lo contrata es a la vez tomador y asegurado de la póliza del PPA, y éste establece un beneficiario en caso de fallecimiento.

Sin embargo, las características del PPA son muy similares desde el punto de vista del inversor cuyo objetivo es complementar su pensión y pagar menos IRPF:

No dejes de considerar que con tipos de interés próximos al 0%, si todavía queda alguna entidad que los comercializa, la garantía será muy reducida, tanto que puede ser que no supere la inflación.

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