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Por qué la educación financiera es esencial en los colegios

educación financiera en los colegios

En otros posts hemos recalcado la importancia de contar con una buena educación financiera para ser capaces de tomar decisiones financieras inteligentes y manejar nuestros recursos económicos de manera efectiva, algo que en muchas ocasiones se convierte en un desafío.

Este desafío es aún mayor para los jóvenes, a los que la falta de experiencia y conocimientos financieros a menudo les lleva a cometer errores que pueden afectar a su calidad de vida a largo plazo, desde ahorros insuficientes hasta una deuda a la que no puedan hacer frente.

A pesar de ello, la mayoría de los colegios del mundo no tienen aún programas educativos adecuados para enseñar a los estudiantes los conceptos y habilidades básicas de la educación financiera, ni estos temas se tratan en el seno de las familias.

Es importante que los niños y jóvenes de hoy comprendan los principios básicos de la economía y las finanzas, como el ahorro, la inversión, la inflación, el interés, la gestión del gasto y la planificación a largo plazo. Todo esto se antoja fundamental para poder lidiar con las diferentes situaciones que se presentan en el día a día del mundo “real” y contar con una base de conocimientos que les permita tomar decisiones financieras en función de las metas y necesidades que tengan en cada momento.

La falta de educación financiera en las escuelas es un problema real. Si queremos ayudar a la próxima generación a construir un futuro financiero sólido, es necesario tomar medidas e instar a nuestros gobiernos a que incluyan la educación financiera en los programas educativos para que los estudiantes cuenten con los conceptos y habilidades básicas de la educación financiera, evitando así que sea vean en la tesitura de aprenderlo a marcha forzada en la edad adulta.

¿A qué edad se debe empezar a impartir educación financiera?

Es difícil determinar a qué edad debería comenzar la educación financiera, pero debemos tener en cuenta que no es una habilidad innata, sino que es algo que se aprende. Y como en cualquier otra habilidad, la edad en que se comienza a aprender es importante. Cuanto antes se comience a aprender, más herramientas y habilidades se podrán adquirir.

Nadie duda de la importancia del álgebra, la trigonometría o de las raíces cuadradas, pero reflexionemos sobre un tema. Algunos de los aprendizajes de las escuelas les serán de gran utilidad a algunos alumnos, mientras que a otros no tanto. Los que se decanten por desarrollar su carrera profesional en el terreno social o artístico, posiblemente no tendrán que calcular en su vida el coseno de un triángulo ni les ayudará en su día a día conocer la tabla periódica de los elementos. En cambio, prácticamente todo el mundo se tiene que enfrentar a entender una nómina o a hacer una declaración de la renta.

Los niños pueden comenzar a aprender sobre el valor del dinero y cómo administrarlo desde muy temprana edad. Los juegos con dinero ficticio, al estilo del Monopoly, pueden ser grandes aliados para enseñar a los niños a distinguir entre activos y pasivos, o a planear un presupuesto. Se puede comenzar con lecciones básicas en los primeros años, como lo es el manejo del dinero en pequeñas cantidades, y luego ir intensificándose a medida que los niños van creciendo.

Una educación financiera sólida, progresiva y adaptada a las diferentes etapas y niveles, puede ser la clave para lograr ir creando unos cimientos sólidos sobre los que, en un futuro, se sustenten unas finanzas personales prósperas y sólidas.

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